Aryna Sabalenka, la tenista bielorrusa que se opone a Lukashenko y aun así odian en Ucrania

Iga Swiatek suma 62 semanas seguidas en el número 1 del tenis mundial femenino y hasta ahora ha defendido su trono incontestablemente. En Roland Garros, sin embargo, la racha puede acabar y para que ocurra solo hay una posible culpable: Aryna Sabalenka (Minsk, Bielorrusia; 1998). La actual 2 del ránking está en semis del torneo de París y lo quiere todo.

Sabalenka tiene 25 años, pero desde hace tiempo aspira a convertirse en la mejor tenista del circuito. En 2021 alcanzó por vez primera el segundo escalón más alto del ranking WTA y este año, en enero, colocó en sus vitrinas su primer trofeo de Grand Slam tras conquistar el Abierto de Australia. Poco a poco se ha convertido en una amenaza para la polaca, a la que venció en la última final del Mutua Madrid Open.

A Sabalenka le ha rodeado demasiado ruido de un tiempo a esta parte, un problema que a veces opaca su potencial con la raqueta. Es una de las consecuencias de la guerra de Ucrania en el tenis. La bielorrusa, que compite sin bandera, ha sido instigada a posicionarse en público por su nacionalidad en reiteradas ocasiones... y todo ha estallado en estas dos semanas en Roland Garros.

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El debut de Sabalenka fue contra una ucraniana, la joven Marta Kostyuk. La bielorrusa ganó en apenas una hora y 11 minutos y, con la guerra de fondo, su rival le negó el saludo. Kostyuk, además, criticó no haber escuchado a la 2 del mundo "nunca decir que personalmente no apoya esta guerra". Este martes, tras vencer también en dos sets en cuartos a otra ucraniana, Elina Svitolina, la escena se repitió. En ambas ocasiones, el público de Roland Garros reaccionó con abucheos para las oponentes de Aryna.

Entremedias de los dos partidos ha habido mucha tela que cortar. Un periodista ucraniano le soltó una tensa pregunta tras pasar de segunda ronda: "¿Puedes decir: 'Yo, Aryna Sabalenka, condeno enérgicamente el hecho de que Bielorrusia está atacando Ucrania con misiles y quiero que pare?'". La tenista se negó a responder y hasta este martes no volvió a dar una rueda de prensa abierta por "propia salud mental y bienestar".

Cuando Sabalenka se sentó de nuevo ante los medios, surgió lo que pocos podían esperar. Por primera vez, la tenista bielorrusa se posicionó en contra de su presidente Aleksandr Lukashenko. "No apoyo la guerra. No apoyo a Lukashenko en este momento", dijo. En el pasado ya dijo que "ningún atleta" apoyaba el conflicto, pero esta vez fue más allá como tanto le habían reclamado tenistas y periodistas ucranianos.

"Sentí que mi conferencia de prensa se convirtió en un programa de televisión político, y no soy una experta en política. Solo soy una jugadora de tenis", sostuvo Sabalenka. "Tuve unos días para desconectarme de la rueda de prensa, unos días para recuperarme, unos días para darme cuenta de un par de cosas. Por eso me siento más segura. Y nadie me pone palabras en la boca, esa es otra razón", añadió sobre lo vivido los últimos días.

Aryna Sabalenka, en Roland Garros EFE

Sabalenka ha estado mucho tiempo bajo presión para distanciarse del líder político de Bielorrusia. Ese mismo líder con el que se ha visto en varias ocasiones y sido fotografiada durante una fiesta de Nochevieja en 2020. Este año, después de su importantísimo triunfo en Australia, Lukashenko la felicitó y brindó por ella en un vídeo compartido por las redes sociales. También recalcó que todo el mundo sabía de qué país era Aryna pese a jugar bajo bandera neutral, como replica a los rusos y bielorrusos por la guerra en Ucrania.

"No quiero que el deporte se involucre en la política, porque solo soy una tenista, una tenista de 25 años. Si quisiera ser político, no estaría aquí. No quiero involucrarme en política. Solo quiero ser tenista", terminó de decir Sabalenka este martes.

Siguen los ataques

A pesar del paso tan importante dado por Sabalenka, el asunto parece estar lejos de zanjarse. Desde Ucrania siguen los ataques contra ella, el último dirigido por el extenista Aleksandr Dolgopolov, quien se encuentra en el frente de batalla como un soldado más en defensa de su nación.

Dolgopolov se tomó como una ofensa que Sabalenka se acercara a la red esperando un saludo de Svitolina cuando esta ya había avisado que no lo haría: "Ha sido realmente asqueroso. Mientras Rusia nos bombardea, con la ayuda del mini dictador, ella se burla de lo que está pasando en Ucrania", criticó el extenista. La bielorrusa, que volvió a ser apoyada por el público de París tras el tenso momento, se defendió así: "Ha sido instintivo porque lo hago siempre".