Blanca Fernández Ochoa, la mujer que enseñó a España que los deportes de invierno también existen
El cuerpo de la que fuera esquiadora fue hallado este miércoles 4 de septiembre en Cercedilla (Madrid), último lugar en el que fue vista.
4 septiembre, 2019 14:20"Mis dos medallas", con ese mensaje se despidió de la vida pública Blanca Fernández Ochoa el pasado 14 de agosto. Su última foto fue junto a sus dos hijos, Olivia y David Fresneda, que nacieron fruto de su segundo matrimonio. La esquiadora más importante de la historia de España fue también pionera del deporte femenino nacional. Este miércoles 4 de septiembre su cuerpo fue encontrado sin vida en Cercedilla (Madrid) en pleno dispositivo de búsqueda desplegado para localizarla.
La reina del eslalon, medalla de bronce en Albertville 1992, había desaparecido el pasado 23 agosto en Aravaca (Madrid). Su coche fue encontrado nueve días después en la localidad de Cercedilla, en su última conversación con su hija había informado que "iba al norte cuatro días para hacer senderismo". Sin embargo, Blanca nunca regresó.
Blanca Fernández Ochoa (Madrid, 22 de abril de 1963) fue junto a su hermano Paco un referente para los deportes de invierno en España. El esquí alpino, sin tradición en nuestro país, se convirtió en noticia y orgullo nacional gracias a las dos medallas olímpicas conquistadas por la familia que transformó la nieve en bronce y oro.
Rozando el oro
Los JJOO de Calgary, en 1988, fue el momento más doloroso en la vida deportiva de Blanca. Tocaba el oro con las yemas de los dedos cuando se cayó. Un infortunio que le perseguiría el resto de su carrera. En la meta se encontraba su hermano Paco, oro en Sapporo 1972, dispuesto a entregarle el testigo. Aquel día toda España lamentaba aquel maldito traspiés que privó a la esquiadora del título de campeona olímpica.
Sin embrago, Blanca se levantó para cuatro años después lograr la ansiada presea en los JJOO de Albertville. Precisamente, una camiseta con la bandera de Canadá fue hallada en su coche en el asiento del conductor. Este país nunca se marchó de su vida, ya que fue el lugar donde se cayó haciendo su icónico eslalon y perdió el anhelado oro.
La propia esquiadora confesó siempre que la caída en Calgary le persiguió durante el resto de su carrera. De hecho, tuvo que luchar contra su cabeza para reponerse y colgarse al cuello por fin una medalla olímpica. No fue la de oro, pero aquel tercer puesto sirvió para que al menos recogiera los frutos de tantos años de trabajo.
Familia de éxito nacional
Paco y Blanca fueron conocidos siempre como los famosos hermanos Fernández Ochoa, aunque había otros seis más. Todos ellos se criaron en Cercedilla, en la sierra madrileña. Su padre era conserje de la escuela de la Federación Española de Esquí y su madre la cocinera. Gracias a los éxitos de 'Paquito' la familia se había trasladado al Puerto de Navacerrada.
Ser la hermana de Paco fue una presión añadida para Blanca, aunque a base de tesón pudo desquitarse y conquistar cuatro triunfos en pruebas de la Copa del Mundo. El bronce olímpico fue la guinda a una carrera exitosa y que a día de hoy le convierte en la mejor esquiadora nacional de la historia. Los Fernández Ochoa fueron pioneros y aquella risueña Blanca había conquistado para siempre el corazón de todos los españoles.
Sin embargo, tras su retirada, la crisis le pasó factura y su popularidad le llevó a participar en diversos realities de televisión. La deportista no pasaba por un buen momento tras una separación traumática con David Fresneda, padre de sus dos hijos, en 2007.
Antes la esquiadora había contraído matrimonio con su entrenador Danielle Fioretto en 1991. El italiano, al que conoció con 14 años, dejó de ser su marido solo tres años después. Sin embargo, el golpe más duro en la vida de Blanca llegó en 2006 con la muerte de Paco.
La marcha de su hermano a causa de un cáncer fue un duro revés para toda la familia Fernández Ochoa. Blanca, como muestra de solidaridad, decidió raparse la cabeza en un gesto de cariño hacia el ganador de la única medalla de oro que ostenta España en el palmarés de los JJOO de Invierno.
Blanca estaba centrada en sus hijos, amantes del rugby. Olivia es internacional española en la modalidad siete y en la actualidad se encuentra con España en la lucha por un billete para Tokio 2020. Por su parte, David juega también al balón oval en el Industriales Las Rozas. Su madre inculcó a ambos desde muy pequeños el amor por el deporte y tras pasar por varias disciplinas encontraron en el rugby su lugar.
La vida de Blanca, la reina de las nieves en España, estaba desde hace tiempo lejos de las pistas de esquí que tantas alegrías le habían dado. Era una madre dedicada en cuerpo y alma a sus hijos, a los que seguía como su primera fan. La mujer que abrió el camino al deporte femenino en nuestro país hacía ahora muchas veces de chófer de su hija Olivia y se había convertido en toda una experta en rugby.
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