Dos españoles heridos graves por ultras rusos en Colonia

Estaban en las inmediaciones de la catedral de Colonia, en Alemania, cuando un grupo de hooligans rusos les atacaron. Aún se desconocen las circunstancias del ataque o los motivos del mismo. Lo que sí se sabe es que se trataba de radicales que regresaban a Rusia tras dejar Francia y que tres son los heridos, dos de ellos de gravedad y el tercero con la nariz rota, todos ellos de nacionalidad española.

Según un comunicado emitido por la policía local de Colonia, cinco personas han sido detenidas, todos ellos hooligans rusos de entre 26 y 30 que habrían realizado una parada en Colonia procedentes de Marsella antes de embarcar en un vuelo que les devolviera a su país.

De acuerdo al comunicado, sobre las 19.00 horas se enfrentaron de forma "brutal y muy agresiva" a los españoles, que estaban acompañados de una mujer y repartían pegatinas en la zona; los golpearon y patearon, y dejaron a uno de ellos con heridas graves. En las cercanías se encontraban varios agentes de civil que detuvieron de forma inmediata a los agresores, con ayuda de otros policías.

La Eurocopa de los hooligans

Hasta la fecha y desde el comienzo de la Eurocopa, las fuerzas de seguridad francesas han detenido a 323 personas, de las que 196 siguen bajo arresto a la espera de ser presentados antes el juez. Unas detenciones que responden, principalmente, a episodios de "violencia, robo o degradaciones de bienes", explicita el Ministerio del Interior francés en un comunicado.

Por ahora, ya han sido juzgados 11 individuos, de los cuales ocho han recibido penas de prisión en firme. Además, otras 24 personas han sido expulsadas del país.

Estas son las medidas que Francia ha decidido tomar contra los violentos, rusos e ingleses en su mayor parte, aunque también muchos locales y también irlandeses. Ultras, radicales, hooligans... que han asombrado al mundo por la intensidad de su violencia -especialmente en la ya denominada 'Batalla de Marsella'-, por la continuidad en los enfrentamientos entre ellos y por la incapacidad de la Policía francesa en algunos momentos de controlar a los violentos.