El Estrella Roja, el club satélite de Putin ante el boicot a Rusia: apoyo a Gazprom y a la invasión

Disolución de contratos, mensajes de apoyo a Ucrania y expulsión de sus clubes de toda competición. Estas son algunas de las reacciones que las entidades deportivas mundiales han impulsado contra Rusia tras la invasión a sus vecinos ucranianos. Nadie quiere tener ningún acercamiento con Vladimir Putin. Sin embargo, en medio de esa campaña de derribo a Rusia, está un Estrella Roja que no solo mantiene sus acuerdos, sino que ejerce de club satélite del país. 

El conjunto serbio tiene como principal patrocinador y propietario a Gazprom. La entidad gasística rusa apostó desde hace tiempo por su presencia en el deporte europeo. Y casos como el del Estrella Roja se sumaban a acuerdos con el Schalke 04 alemán o la misma UEFA que preside Aleksander Ceferin. Esos vínculos, tras el inicio del ataque a Ucrania, han ido descomponiéndose hasta quedar completamente anulados.

El Estrella Roja no. Es más, el club serbio ha criticado una "histeria antirrusa" en todo el continente en un gesto que rompe por completo con la actitud generalizada en Europa. Por ello, mantendrán el patrocinio de Gazprom mientras otros organismos han optado por anular todo tipo de relación contractual. El Schalke perdió a la marca que ocupaba su camiseta. La UEFA tuvo que disolver un contrato que aportaba 40 millones de euros.

Por si fuera poco, la actitud del Estrella Roja no queda en su directiva. Son sus propios aficionados los que están defendiendo y jaleando la invasión rusa de Ucrania en estas fechas de máxima tensión. El grupo de aficionados del Estrella Roja siempre ha destacado por ser de los más radicales. Una hinchada 'caliente' que hace de sus estadios verdaderos infiernos para el rival. Pero, ahora, los cánticos a favor del equipo han dejado hueco a los gritos a favor de la invasión de Ucrania.

El eterno apoyo de Putin

La cercanía serbia con Rusia puede ser una de las explicaciones a este apoyo a Vladimir Putin. Sin embargo, el factor económico también está tras este respaldo. El Estrella Roja superó una de sus grandes crisis financieras gracias a Rusia, Putin y Gazprom. Y, por ello, ahora pagan su lealtad rompiendo el discurso europeo.

Los primeros contactos del Estrella Roja con Gazprom comenzaron en 2010. Ahí se inició una cooperación comercial que fue todo un impulso para el club serbio. Poco a poco las relaciones fueron a más y en 2014 la gasística rusa puso 100 millones de euros sobre la mesa para controlar la entidad.

Gazprom se convirtió en propietaria del club. De esos 100 millones, según publicó el diario Blic por aquel entonces, 40 fueron al Estado serbio y otros 40 al pago de la deuda que tenía el club. Los 20 millones restantes fueron para la ciudad de belgrado, que perdía la propiedad de los terrenos. Un negocio redondo para todas las partes y que coincidió con una visita oficial de Putin a Belgrado.

El presidente ruso, Vladimir Putin, durante una rueda de prensa. Reuters

Esta no fue una visita cualquiera. El máximo mandatario ruso se acercó a Serbia para conmemorar el 70 aniversario de la liberación de la ciudad de Belgrado. Una lucha en la que el Ejército Rojo colaboró para expulsar a las tropas nazis en la Segunda Guerra Mundial. Putin, reconocido como presidente de honor del Estrella Roja, asistió a uno de los mayores desfiles de los últimos años en Serbia.

Así las cosas, el vínculo entre el Estrella Roja y Rusia es evidente. El respaldo financiero actual y la salvación que se produjo en su día ante la mayor crisis del club de Belgrado no se olvidan. Putin tiene a su club satélite en Serbia mientras clubes, competiciones y hasta deportistas le dan la espalda.

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