Remco Evenepoel levanta grandes pasiones. El ciclista belga, que se proclamó campeón del mundo en Wollongong, Australia, celebró este domingo en Bruselas esta victoria y lo hizo dándose un gigantesco baño de masas en la Grand Place de la capital del país. Miles de personas se dieron cita para poder ver a su ídolo vistiendo el maillot arco iris y celebrar con él el campeonato del mundo.
El día fue intenso para el corredor del Quick Step. Primero, fue nombrado ciudadano de honor de Dilbeek. Después, comenzó a recibir regalos sin parar como un casco de contrarreloj completamente personalizado, una bicicleta nueva que lucirá con motivos arco iris durante la temporada que viene o incluso una camiseta del Anderletch firmada por la plantilla. En este equipo dio sus primeros pasos como futbolista antes de pasarse a dar pedales de manera definitiva y triunfar en este deporte.
Después de estos actos protocolarios, llegó el momento de la fiesta para Remco Evenepoel. El belga acudió en bicicleta a la Grand Place de Bruselas y allí le esperaban miles de personas en un lugar emblemático completamente abarrotado. Con su maillot de campeón del mundo, el ciclista saludó a sus aficionados, celebró con ellos el título y hasta se animó a hacer las veces de DJ pinchando música para sus fieles.
En estos actos de celebración, Evenepoel no estuvo solo. Algunos de sus compañeros de equipo como Iljo Keisse Yves Lampaert o Pieter Serry, todos ellos del Quick Step, secundaron a su líder en este momento de celebración tan importante para él.
Diez años después
En Bélgica el ciclismo es un deporte que levanta verdaderas pasiones. La cultura que existe por las competiciones ciclistas alcanza límites inigualables en otros países y por eso tener un campeón del mundo supone un logro digno de celebrar por todo lo alto.
La victoria de Remco Evenepoel en el Campeonato del mundo supuso, por lo tanto, un gran éxito para toda la nación. Bélgica ya echaba de menos volver a tener a uno de sus ciclistas vestido con el maillot arco iris, tan codiciado, ya que acumulaban diez años de sequía.
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Fue en el año 2012 la última vez que un corredor belga logró subirse a lo más alto del podio y hacerse con la codiciada prenda. Fue Philippe Gilbert en el Mundial que se celebró en los Países Bajos, en Valkenburg. Aquel día se impuso por delante de Boason Hagen, que fue plata, y de Alejandro Valverde, que terminó haciéndose con la medalla de bronce.
El ciclista del momento
Remco Evenepoel es el corredor de moda en el mundo. El todoterreno belga ha demostrado en este tramo final de la temporada un impresionante estado de forma, aunque ya logró grandes éxitos hace meses.
Su victoria en La Vuelta a España despejó muchas dudas sobre su rendimiento en una carrera de tres semanas y le puso en el mapa de los 'vueltómanos'. La manera de arrasar, sin dar apenas oportunidades a sus rivales, levantó elogios por todo el planeta y nadie pudo poner ni un solo pero a su victoria.
Después, llegó su victoria en un Mundial en el que se presentaba como uno de los grandes favoritos aunque compartiendo liderato con Van Aert. Además, la forma de ganar, extraordinaria y corriendo en solitario casi 30 kilómetros, demostró el potencial de este ciclista que ya ganó la Lieja-Bastoña-Lieja.