El 4 de octubre de 2012 se acabó la leyenda del Káiser. Michael Schumacher dijo adiós al mundo del automovilismo con su retirada definitiva de la Fórmula 1. Dos años y 10 meses antes había vuelto al Gran Circo tras haber estado otros tres alejado del volante después de dejar Ferrari. Su regreso nunca fue el esperado de acuerdo a su historia.
Una década después, el paddock vive la segunda parte de otra leyenda del Mundial: la de Fernando Alonso. El piloto asturiano, bicampeón del mundo, afronta el final de su segundo año en Alpine. Lo hace con 41 años, la edad con la que Schumi volvió de su retiro para correr en Mercedes. En 2023 le espera una nueva aventura en Aston Martin.
Hay algunas similitudes entre Schumacher y Alonso, quien en Singapur batió el récord de más carreras disputadas en la Fórmula 1: 350. Pero Fernando no quiere solo sumar registros de veteranía, cree que está para más. ¿Podrá lograr lo que no pudo Michael cuando volvió?
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"Para mí, este acuerdo cierra el círculo", decía Michael tras anunciarse su vuelta al Mundial de F1 y su fichaje por Mercedes. Las flechas plateadas se estrenaban heredando la estructura de la fugaz Brawn GP. Schumacher volvía con la ambición de ganar su octavo título, pero no lograría estar a la altura del que fue su compañero en aquella etapa: el joven alemán Nico Rosberg.
Alonso se pasó dos años lejos del Mundial -uno menos que Michael-, cansado de lo que se había convertido el Gran Circo. Los cambios que se avecinaban en la competición le motivaron a volver, con ese tercer título mundial entre ceja y ceja. A su lado ha tenido otro piloto joven, el francés Esteban Ocon. Pero aquí está la primera diferencia: Fernando se ha mostrado casi intocable para su compañero.
Hay algo curioso. Michael Schumacher acabó noveno, por detrás de Rosberg, el año de su regreso a la F1. Fernando Alonso terminó el año pasado décimo, pero por delante de Ocon. En la actual temporada, con la edad con la que el Káiser volvió, el asturiano ocupa también la plaza 9 de la clasificación general y está siete puntos por debajo de su compañero.
En términos de resultados, por lo visto hasta ahora, no hay grandes diferencias entre Schumacher y Alonso. Fernando le batirá si mejora su octavo puesto de su segundo año -casi imposible porque Norris, 7º, está a 41 puntos- y el triste decimotercer puesto con el que Michael se despidió en su tercera temporada en Mercedes.
Es justo decir que Michael Schumacher a los 42 años no era el mismo piloto que a los 32 o 35 años
A Schumacher le pesó la edad. Y eso lo utilizo Otmar Szafnauer, jefe de Alpine, cuando se anunció que Alonso se cambiaría a Aston Martin en 2023. Esto dijo el director deportivo de la marca francesa: "Llega un momento en el que algo le pasa fisiológicamente a un piloto, y no tienes las mismas habilidades que tenías cuando eras más joven", dijo.
"Creo que le pasó a Michael. Creo que es justo decir que Michael Schumacher a los 42 años no era el mismo piloto que a los 32 o 35 años", añadió. Dejó caer que a Fernando le ocurriría lo mismo y por eso su oferta de renovación no pasaba de garantizarle un año. Aston Martin le aseguraba dos, con posibilidad a un tercero.
El (no) parón de Alonso
Fernando tardó en adaptarse la temporada pasada tras regresar de su parón de dos años. Pero es justo decir que en el influyó el accidente de bici que sufrió en Suiza y que mermó su preparación para el inicio del Mundial. Eso arruinó en parte la dinámica en la que llegaba, puesto que Alonso no había soltado un volante en ese tiempo que se tomó fuera de la Fórmula 1.
En 2019 ganó las 24 Horas de Le Mans, las de Daytona y se proclamó campeón del Mundial de Resistencia. Probó en rallies y participó en la edición de 2020 del Dakar. Además, participó también en las 500 Millas de Indianápolis. Schumacher, sin embargo, se alejó de la competición durante los tres años posteriores a su salida de Ferrari.
Una F1 nueva para Michael
La inactividad de Schumacher le perjudicaba, igual que los cambios que se encontró en su regreso al Mundial. Se habían limitado los entrenamientos privados -en Ferrari hacía prácticas en Mugello y Fiorano-, Bridgestone ya no estaba y Pirelli era el único proveedor de neumáticos y se había prohibido el desarrollo propio de la gestión electrónica del motor. No es coincidencia que Ferrari también dejara de ganar.
Aunque la edad influiría en parte del declive de Schumi, hay muchos condicionantes que no beneficiaron a su readaptación al Mundial. Aún así dejó algún momento destacado -su pole en Mónaco 2012- y fue clave en el desarrollo de un Mercedes que en 2015 se convirtió en una apisonadora con Rosberg y Lewis Hamilton en el equipo.
Otro desastre de Alpine
Pese a las adversidades, Michael Schumacher no se dejó hundir en su segunda etapa en la Fórmula 1 y batalló en un Mundial que ni se parecía al que dejó en 2007. Fernando Alonso ha podido tener continuidad, además de volver al Mundial en un periodo de cambios que ha afectado también a los que ya estaban.
En 2022 se han visto grandes momentos, pero el problema es que el Alpine no ha acompañado cuando se le necesitaba. El desastre en Austria con el fallo de motor el sábado y la tuerca suelta el domingo, la clasificación arruinada en Australia por la tonta rotura de una pieza, la fragilidad del A522 como se vio en Imola, malas estrategias en Miami y Montmeló...
Pero la principal maldición ha sido el motor. Ya falló en las dos primeras carreras del año Baréin y Arabia Saudí, en Monza ocurrió lo mismo hace tres semanas y la historia se ha repetido este domingo en Singapur, el fin de semana en el que Fernando Alonso se convertía en el piloto con más Grandes Premios (351) y más carreras (350) de la historia de la Fórmula 1.
"Pfff, otra vez 8 o 10 puntos que se van y ya eran unos 50 los puntos perdidos este año así que ya son unos 60, lo que es inaceptable", decía totalmente frustrado Fernando Alonso tras su último abandono. El asturiano sabe que está para más, que la edad no es todavía un condicionante para él, y por eso también se va a Aston Martin. Correrá hasta los 43 o los 44 y luchará por lograr lo que no pudo alcanzar Michael Schumacher.