Todo lo que pasa en el ciclismo ahora mismo huele a Remco Evenepoel. El corredor belga ha hecho un final de temporada increíble con dos triunfos que le han convertido en uno de los grandes nombres del año, Vuelta y Mundial. Tanto que su protagonismo ha conseguido eclipsar a otros gigantes como Tadej Pogacar, Wout van Aert o el campeón del Tour de Francia Jonas Vingegaard.
Evenepoel no solo ha coleccionado victorias de prestigio, también ha conseguido tapar muchas bocas, ya que muchos de sus detractores habían señalado, por ejemplo, que nunca podría aguantar la exigencia física de una carrera de tres semanas. Fracasó en su primer Giro de Italia cuando llegó justo de preparación tras salvar la vida de milagro en una caída en el Giro de Lombardía. Sin embargo, en esta Vuelta, la que se podría considerar como su primera gran oportunidad, no falló y batió a hombres como Roglic, Enric Mas, 'Superman' López o Richard Carapaz.
Una demostración de talento, fuerza y clase a la que dio continuidad con su victoria en el Mundial de Australia con final en Wollongong. Atacando de lejos, como siempre suele hacer, para primero seleccionar el grupo y después para dejar atrás a Lutsenko. Una contrarreloj en solitario de 25 kilómetros antes de entrar en meta y pedir silencio. El 'Pitbull' había atacado de nuevo.
[Remco Evenepoel, el prematuro campeón del mundo que sigue los pasos de Eddy Merckx]
Estos éxitos han provocado que todo el mundo en el universo ciclista se vuelva completamente loco. Los primeros, en su equipo, con su patrón Patrick Lefevere a la cabeza, quien se siente con la fuerza de quien descubre a un diamante único. Y los segundos, fuera de Quick-Step, ya que equipos como INEOS están dispuestos a romper la banca para llevarse al que parece ser uno de los grandes proyectos de presente y futuro.
Un fichaje de 100 millones
Remco Evenepoel ha vuelto a realizar una temporada grandiosa con solo 22 años. Además de La Vuelta y el Mundial, ha conseguido llevarse la general de la Volta al Algarve y del Tour de Noruega, la victoria en la Clásica de San Sebastián, en la Lieja-Bastoña-Lieja y el campeonato contrarreloj nacional.
Por si fuera poco, se llevó el bronce en la prueba contra el crono en los Mundiales de Australia y firmó podio en la Vuelta a la Comunidad Valenciana. Además, ha sumado victorias parciales en Valencia, dos en Algarve, otro doblete en Noruega, otra en el Tour de Suiza y dos más en La Vuelta.
El joven corredor belga se ha convertido en una fuente de triunfos y de puntos año tras año desde que llegó al World Tour siendo una de las mayores promesas de la historia. Lo que había conseguido a su edad no había sido capaz de firmarlo ni el mismísimo Eddy Merckx. Una realidad que explica su tremenda calidad y da lugar a comparaciones.
Además, con sus grandes resultados, ha conseguido cortar una enorme sequía para el ciclismo belga que llevaba sin ganar una grande desde que lo hiciera Johan De Muynck en el Giro de Italia del año 1978. Devolver a uno de los países con más historia al foco principal no tiene precio. La sequía en el Mundial no era tan prolongada, pero ascendía ya a la década, ya que la última victoria de un belga se remontaba a la conseguida por Philippe Gilbert en el año 2012.
Un corredor que empieza a dominar en el pelotón, que ha demostrado su fortaleza en la montaña y que es un especialista contra el crono, es apetecible para cualquier equipo. Si además demuestra que tiene nivel para ganar en grandes citas y que aguanta la presión, su fichaje es una cuestión más que interesante. Y por último, si se ha convertido en el ídolo de un país que siempre ha respirado ciclismo por sus cuatro costados, se hace casi obligatorio intentar su fichaje.
Eso es lo que ha pensado el equipo INEOS, la formación con el presupuesto más grande del mundo, en torno a los 50 millones de euros. Después de contar con corredores como Froome o Wiggins en los últimos años, ahora pasa una fase de en la que parece de campeones.
Cuenta con Egan Bernal en sus filas, pero el estado del ciclista colombiano después de su trágico accidente es una incógnita. También está Geraint Thomas, pero el galés parece haber dado ya sus mejores días. Tao Geogeghan Hart también forma parte del equipo, pero no parece un corredor llamado a pelear por las grandes a pesar de tener un Giro en su palmarés.
Otros como Richard Carapaz o Adam Yates se marchan sin haber conseguido ganar en una carrera de tres semanas con la camiseta de la factoría británica. Y por detrás aparecen nombres como Carlos Rodríguez o Daniel Felipe Martínez, ciclistas con calidad que podrían dar un paso hacia delante, pero que no son una garantía hoy por hoy.
Por ello, los ingleses están sondeando el mercado con la intención de fichar a un gran jefe de filas al que rodear de un excelente equipo. Primero sonó Roglic, pero ahora se ha confirmado el interés en Remco Evenepoel.
Sir Dave Brailsford, principal capataz de INEOS, escribió a Patrick Lefevere, patrón de Quick-Step, después de que Remco ganara el Mundial. Entre risas, aprovechó para transmitirle que tenían interés en fichar al belga. El jefe de la Wolfpack ha decidido recoger el guante y ha lanzado un órdago a esa corriente que asegura que por dinero no va a ser.
"Yo os digo que no venderé a Remco, quizá cuando me retire venda todo el equipo al Grupo INEOS... Pero el contrato de Remco no incluye una salida con traspaso. Les costará más de 100 millones de euros". Ni corto ni perezoso, el polémico director y dueño el equipo aseguró que si los británicos quieren al joven prodigio de Schepdaal tendrán que poner sobre la mesa una cantidad de tres cifras.
[Alejandro Valverde desvela el calendario para su retirada: llegan sus últimas cuatro carreras]
Este traspaso sería un récord nunca antes visto en el ciclismo, ya que no solo no se acostumbran a pagar traspasos, sino que además estos no van más allá de algún millón de euros como caso extremo. Pues Lefevere pide 100, una venta que se asemejaría más a la de un jugador de fútbol como Cristiano Ronaldo o Gareth Bale que a la de un ciclista. Sería una cantidad muy por encima incluso del valor total del equipo.
Evenepoel tiene contrato hasta el año 2026 y, de momento, tiene intención de cumplirlo. Si INEOS quiere romperlo y hacer historia, ya sabe cuánto tiene que poner sobre la mesa: "He firmado un contrato de cinco años. Nada es vinculante en la vida, pero lo buscamos respetar".
El dinero o el Tour
La pelota está en el tejado de Dave Brailsford, quien tiene ahora que tomar la decisión de presionar a la petroquímica INEOS para que puedan hacer una oferta contundente por Evenepoel o mejor buscar otro candidato. Parece evidente que en caso de hacerse el fichaje, no será ni mucho menos por 100 millones, pero sí por una cifra récord en la historia del ciclismo.
Además, tendrían que hacer al nuevo campeón del mundo el mejor pagado del planeta, privilegio que corresponde a Pogacar después de su astronómica renovación por seis años a razón de seis 'kilos' por curso. La operación, en cualquier caso, superaría todos los límites conocidos por un ciclista que ha hecho cosas que nadie había firmado a su edad.
Con la venta de Evenepoel, Lefevere, amante del ciclismo y del dinero a partes casi iguales, tendría la oportunidad de pillar un buen pellizco. Incluso por encima de la idea de vender el equipo. A sus 65 años, es uno de los rostros más reconocidos fuera del pelotón, pero va pensando ya en dar un paso al lado y en la retirada. Y el caso del ciclista belga, que quedará para siempre como el talento que él descubrió, podría hacerle mucho más rico.
Sin embargo, no todas las opciones pasan por aumentar su cuenta corriente. Otra opción sería aceptar una cuantiosa cantidad de dinero para intentar reformar todo el equipo para volver a ser la mayor potencia de las Clásicas y de las victorias parciales, su verdadera pasión.
A pesar de que cuenta con corredores de la talla de Jakobsen, Cavendish, Alaphilippe o Asgreen, su formación se ha visto eclipsada por la irrupción de estrellas como Van Aert, Van der Poel, Pedersen, De Lie o Girmay. Con el dinero obtenido por la hipotética venta de Remco, podría acometer algunos de estos fichajes para recuperar su prestigio en las carreras más importantes.
No obstante, Lefevere no parece muy por la labor de acceder a perder a su gran estrella y eso se está demostrando con el cambio de tendencia que está registrando la formación belga. Ha abandonado esa ambición por las grandes Clásicas y los sprints y se está centrando más que nunca en la alta montaña. Todo propiciado por la presencia del ganador de La Vuelta. Así se explican fichajes en los últimos años como los de Masnada, Van Wilder o Vervaeke y la presencia de corredores como Mauri Vansevenant o James Knox.
[Chris Froome sufre un accidente en Mónaco por culpa de un conductor: "Salí volando"]
Patrick siempre ha tenido la vieja aspiración de intentar la victoria en una carrera de tres semanas y especialmente en el Tour de Francia. Ya lo intentó en su día con Julian Alaphilippe y también con Enric Mas. Pero ahora, con la figura de Evenepoel, se siente por primera vez con la sensación de tener un potencial ganador del maillot amarillo.
De momento, el patrón belga no tiene prisa, ya que ha recomendado a Evenepoel no acudir al Tour hasta el 2024 o el 2025, con el objetivo de que esté plenamente preparado para el 'sueño amarillo'. Antes tendrá que volver a probar suerte en el Giro de Italia.
Si finalmente apuesta por esta táctica, Remco también estará en disposición de exigirle a su director que le prepare el mejor equipo posible para intentar ser competitivo en vueltas de tres semanas sin necesidad de tener que hacer él casi todo el trabajo como sucedió en La Vuelta. Un arma de doble filo para ambos.
Una pareja muy polémica
Patrick Lefevere y Remco Evenepoel son una de las parejas más de moda en el ciclismo. Jefe y estrella son la cara visible de Quick-Step y juntos han marcado una temporada 2022 que ha encumbrado al joven ciclista de 22 años como uno de los mejores del curso. Pero en el pasado también han dejado comportamientos bastante polémicos.
Evenepoel es ese joven prodigio que hubiera sido una estrella en el deporte que hubiese querido. Era uno de los mejores jugadores de fútbol de toda Bélgica a edad juvenil. Capitán de la selección y referencia del Anderlecht, también registraba tiempos prodigiosos en carreras como los 10 kilómetros y la media maratón. Un portento como pocas veces se había visto una cosa igual. Después decidió pasarse a la bicicleta y el resto es historia.
Durante su corta carrera profesional, Evenepoel siempre ha estado señalado por su carácter un tanto díscolo y altivo. No lleva muy bien las críticas y acostumbra a sacar siempre demasiado pecho con sus éxitos. Su entrada en la meta de Wollongong mandando callar a sus detractores ha sido el último ejemplo.
[Van Vleuten rompe la historia: nueva campeona del mundo de ciclismo tras sufrir una fractura de codo]
No le tiembla el pulso incluso para enzarzarse en una batalla con la mayor leyenda de este deporte y de su país, Eddy Merckx. El 'Caníbal', que siempre le ha gustado más que le comparen con Pogacar que con el 'Pitbull', se ha decantado siempre en contra de Remco y en favor de rivales y compañeros como Van Aert.
Si Evenepoel siempre da que hablar, Patrick Lefevere no se queda atrás. Su afición por las declaraciones fuera de tono y por el whisky siempre han sido conocidas dentro el pelotón. No duda en atacar al ciclismo femenino o a las mujeres si considera que tiene que hacerlo e incluso humilló a una estrella como Sam Bennett en público señalando su delicado estado mental.
Sin embargo, su lío más importante, y por el que quedó marcado de por vida, tuvo lugar en el año 2007. Patrick fue acusado por el diario belga Het Laatste Nieuws de haber incitado a algunos de sus corredores a doparse con sustancias como EPO o cocaína. También se afirmó que él mismo se había dopado durante su etapa como corredor e incluso que una supuesta adicción a las anfetaminas había sido el motivo real de su retirada como ciclista.
Lefevere admitió haber recurrido al dopaje cuando era corredor profesional, pero negó que como director hubiera incitado a sus ciclistas a recurrir a estas prácticas prohibidas. Decidió interponer una demanda contra los autores de esas informaciones y el Tribunal Correcional de Bélgica le dio la razón, condenando a los tres periodistas firmantes de los diferentes reportajes a indemnizarle con más de 500.000 euros.
Ahora, esta peculiar pareja podría cambiar la historia del ciclismo, o bien devolviéndole a Bélgica el trono del Tour desde que lo ganara Lucien van Impe en el año 1976, o bien protagonizando el traspaso más salvaje de la historia de este deporte.