El calvario de la familia de Brittney Griner: petición desesperada a Joe Biden y nuevo conflicto con Rusia

"Durante más de cien días no he visto a mi Brit". Ese es el grito desesperado que la familia de Brittney Griner realiza para intentar cambiar la situación de la jugadora de la WNBA. Una petición de socorro y una llamada de auxilio que tiene un gran destinatario: el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. 

Y es que la situación de la estrella del baloncesto femenino americano es completamente desesperada. Han pasado ya 114 días desde que el 17 de febrero fuera arrestada en un aeropuerto de Rusia en extrañas circunstancias. Tanto es así que su situación no se dio a conocer hasta transcurridas tres semanas después, el 5 de marzo.

Un periodo de tiempo que se convirtió en una especie de tortura para una familia que no sabía dónde estaba su estrella y que ahora intenta remover todas las conciencias que puede para hallar una solución. De momento, solo piden que se pueda hacer justicia y que Brittney pueda regresar a Estados Unidos a la mayor brevedad posible para que no sea víctima de las tiranteces políticas internacionales que existen entre los dos estados. 

Brittney Griner durante un partido de Phoenix Mercury EDWIN RODRIGUEZ / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO

Un caso que se abrió antes del estallido de la guerra en Ucrania tras la invasión rusa, pero que ha empeorado notablemente desde que el conflicto es público, oficial y notorio. Por ello, la familia de Brittney está intentando hacer todo lo que puede para que se produzca cuanto antes el regreso a casa de la jugadora, temiendo las consecuencias que pueda tener cada día de aislamiento en territorio soviético. 

La familia tiene claro en estos momentos que la única persona que puede interceder por Griney es el propio Joe Biden, presidente de los Estados Unidos. Si ahora ha sido su hermana Shekera la que ha pedido la ayuda del máximo mandatario, hace unos días fue su esposa, Cherelle. Ambas en una línea muy similar, ya que solicitan que el país haga lo que sea necesario para intentar devolverles sana y salva a Brittney. Algo que solicitan que ocurra lo más rápido posible, ya que temen las represalias que puedan tomar contra ella las autoridades rusas y sus fuerzas del orden. 

"Esto está siendo totalmente devastador para mí y para mi familia. No le deseo esto a nadie". Suplicaba Shekera en su vídeo denunciando una situación que se ha alargado ya durante casi cuatro meses y que parece no tener fin. Un calvario tan dramático como extraño y que bien merece una profunda investigación. 

La ausencia de Brittney

Mientras la familia intenta hacer todo lo que puede, el baloncesto estadounidense ha empezado ahora a movilizarse un poco más con la preocupante situación que vive Brittney. Se han promovido algunas campañas, especialmente la corriente que ha recorrido las redes sociales con el mensaje 'Somos BG', en alusión a las iniciales de la jugadora. 

Griney lleva presa desde mediados del mes de febrero tras ser acusada de contrabando de drogas. En estos momentos se encuentra en prisión preventiva y así se espera que permanezca, al menos, hasta el próximo 18 de junio. Sin embargo, lo realmente grave es que podría llegar a ser condenada incluso con 10 años de cárcel.  

El Departamento de Estado de EEUU ya ha determinado, tras estudiar el caso de Brittney, que se encuentra retenida de manera ilegal en Rusia. Por ello, desde el mes de mayo llevan intentando negociar con el gobierno ruso la manera de que pueda regresar al país. La única vía abierta en ese diálogo es un intercambio de presos, algo que lógicamente no convence al gobierno americano. 

Jonquel Jones, Diana Taurasi y Brittney Griner

Hace unas semanas se especuló con la posibilidad de un cambio entre Brittney Víktor But, un famoso comerciante de armas ruso que es conocido como el mercader de la muerte. Este se encuentra cumpliendo condena en una prisión estadounidense. Sin embargo, esta opción tampoco convencía del todo al país que dirige Joe Biden, ya que era entregar de manera deliberada a un criminal altamente peligroso. Y todo en mitad de un conflicto armado internacional que tiene pendiente a todo el planeta. 

El precio del mercado ruso

Mientras las altas esferas de la política americana siguen estudiando el caso y negociando una solución, Griner no solo está viviendo un calvario, sino que está perdiendo buena parte de su carrera profesional. La jugadora de las Phoenix Mercury no es una integrante más de la plantilla, sino que se trata de su mayor estrella y de una de las mejores jugadoras de la WNBA en su posición. Es además internacional con la selección de Estados Unidos. 

En su palmarés destacan sus siete participaciones en el All-Star de la WNBA y también sus dos medallas de oro olímpicas con la selección de EEUU. El origen de su situación se debió una práctica muy habitual por parte de jugadoras americanas que aprovechan el parón de su competición para marcharse a otros países para jugar durante unos meses a cambio de suculentos salarios. 

Brittney eligió Rusia, concretamente el UMMC Ekaterinburg. Allí, su sueldo llega a ser hasta cuatro veces mayor de lo que recibe en Estados Unidos. En la WNBA, el salario de las jugadoras está estipulado a través de un convenio y el tope por temporada está situado en 228.094 dólares. Sin embargo, en territorio soviético, Griner podía llegar a recibir incluso más de un millón de dólares, por lo que el viaje merecía y mucho la pena.

No obstante, ahora se encuentra viviendo una situación realmente dramática que parece no tener fin. A pesar de los intentos de su familia, su calvario se sigue prolongando en el tiempo, supernado ya los 100 días de cautiverio. Y lo más grave de todo es que cada vez llegan menos noticias sobre su estado, algo que tiene a sus familiares completamente destrozados.  

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