La pieza de mármol, que representa al compositor italiano Gioachino Rossini, fue encargada al escultor neoclásico José Álvarez Cubero por su mecenas, Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva, XIV Duque de Alba. Redescubierto en fechas recientes en una colección privada alemana, es probable que el duque regalara el busto en 1831 al propio Rossini, de quien era amigo íntimo, para saldar parte de una deuda.