Así es Arbaizenea, el palacio de Cayetano y escenario de la nueva película de Woody Allen
El director neoyorquino decidió hacer un magnífico homenaje a Donosti, sus enclaves más significativos y su Festival de Cine en su último filme.
7 octubre, 2020 01:05Noticias relacionadas
Cuando la duquesa de Alba murió el 20 de noviembre del año 2014, sus seis hijos no se encontraron con ninguna sorpresa -agradable o desagradable- a la hora de abrir su ingente testamento. Para intentar complacer a todos sus vástagos, Cayetana Fitz-James Stuart hizo el reparto de sus propiedades en vida y en manos de su ojito derecho, Cayetano Martínez de Irujo (57 años), recayó el palacio de Arbaizenea.
Esta impresionante propiedad, ubicada en una colina en pleno corazón de la ciudad de San Sebastián, fue uno de los lugares favoritos de los Alba para pasar sus veranos. Lo que Cayetano veía venir es que su porción de la herencia no dejaba de ser un caramelo envenenado: el mantenimiento del palacio supondría muchos miles de euros al mes y la forma de conseguir ese dinero era explotándolo.
Tan solo cuatro meses después de que Arbaizenea fuera suyo, el duque de Arjona decidió abrirlo para celebrar bodas, bautizos, comuniones y otros eventos para la jet set nacional e internacional.
La última persona conocida que ha posado sus ojos sobre este hermoso caserón ha sido el cineasta Woody Allen (84). El director neoyorquino decidió hacer un magnífico homenaje a Donosti y a su Festival de Cine en su 49ª película, Rifkin's Festival, estrenada el viernes día 2 de octubre y cuya primera proyección tuvo lugar, como no podía ser de otra manera, en el Zinemaldia 2020.
En el filme protagonizado por Wallace Shawn (76), Gina Gershon (58), Elena Anaya (45), Louis Garrel (37) o Georgina Amorós (22), el genio del séptimo arte no solo proyecta con gran precisión lugares como la playa de la Concha, la plaza de Cervantes, el hotel María Cristina o el Palacio Miramar. Una de las escenas clave de la película, donde se reúnen por primera y única vez todos los actores del largometraje en una ensoñación del protagonista rememorando escenas de Truffaut, Fellini, Bergman o Welles, tiene lugar en uno de los comedores del palacio de Arbaizene.
Y aunque Cayetano Martínez de Irujo conserva exactamente el decorado de los salones tal y como lo dejase su madre, la duquesa de Alba, el director americano optó por modificarlo para el rodaje. Los tapices burdeos y el pan de oro apenas se aprecian ya que la escena en cuestión, al ser una fantasía onírica del personaje de Mort Rifkin -interpretado por Wallace Shawn-, está rodada en blanco y negro.
Las negociaciones para alquilar el palacio de Arbaizenea corrieron a cargo de los representantes del conde de Salvatierra directamente con Mediapro, la empresa de Jaume Roures (70) que forma parte de la producción de la película. El extremo cuidado con el que mimaron la impresionante mansión fue incuestionable, según desvela Informalia. De hecho, por un pequeño destrozo que se produjo en el suelo de la entrada, Mediapro mandó a arreglar todo el resto de la estancia, restaurando el pavimento antiguo y dejándolo impoluto.
El palacio de Arbaizenea -Arbaisenea, en euskera- es una de las propiedades más desconocidas de la casa de Alba. Tras los celebérrimos palacios de Liria, en Madrid, y Dueñas, en Sevilla, se encuentra Arbaizenea, en San Sebastián. Desde esta mansión, que ocupa cerca de 500 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas en las que hay una bodega y un establo, puede divisarse la bahía de la Concha.
Arbaizenea no está abierta al público, únicamente se utiliza como residencia privada y como espacio para organizar magnos eventos o grandes producciones como la última película de Woody Allen. Los 20.000 metros cuadrados de jardín han servido de mágico enclave para muchos parejas que han decidido jurarse amor eterno entre los muros de esta histórica finca del siglo XIX.
En concreto, Arbaizenea fue edificado en 1881 por orden del duque de Sotomayor, Carlos Martínez de Irujo y del Alcázar, abuelo del primer marido de Cayetana Fitz-James Stuart y padre de sus seis hijos. A finales del XIX, Donosti fue elegido por la aristocracia patria para gozar de sus veranos allí. Este caserón, ahora llevado hasta la gran pantalla, no solo fue atractivo para la nobleza del momento sino también para quien ahora haya podido disfrutar de la comedia de Allen con sabor español.
[Más información: Cayetano Martínez de Irujo: sus lágrimas por la duquesa de Alba y su amor por Bárbara]