'¡HOLA!' está de luto: muere su fundadora, Mercedes Junco Calderón
La revista del corazón ha tenido que dar la peor de las noticias este lunes debido al adiós de la creadora, junto a su marido, del semanario.
4 marzo, 2019 13:18Noticias relacionadas
Tras más de 65 años al mando de una de las revistas más emblemáticas de la prensa del corazón, Mercedes Junco Calderón, fundadora de ¡HOLA!, ha fallecido a los 99 años de edad. Con este adiós se despide una mujer que junto a su marido pensó en crear un semanario gráfico de información nada más dar a luz a su único hijo. Corría la década de los 40 y en un instante, al ver la cara de su recién nacido, tuvieron claro que la publicación se llamaría ¡HOLA!. Todavía en 2019 continuaba yendo a trabajar y gestionando el apartado de moda y belleza.
El auténtico periodista de profesión era su marido, Antonio Sánchez Gómez, que en la misma fecha en la que ideó la que sería una de las revistas más prestigiosas del mundo rosa estaba trabajando como director de La Prensa. Una de esas tardes de tranquilidad del matrimonio y su hijo Eduardo surgió el pensamiento de fundar una revista sobre actualidad desde un punto de vista cargado de positivismo.
Desde que se conocieron en Palencia en 1920, siempre estuvieron unidos, y ese estrecho hilo hizo que Mercedes se enamorara del periodismo. Antonio y su mujer buscan las historias detrás de los personajes, creaban un vínculo con ellos y así lograban su deseo de informar al lector con la misma cercanía que lo hacían con los protagonistas de la noticia.
Pero ese buen ambiente no solo era una faceta de cara al exterior, en el interior de su redacción cuando aún solamente eran cuatro miembros el buen trabajo y la vocación se respiraba en cada esquina. Así lo ha contado Jaime Peñafiel (86) a JALEOS, que formó parte del equipo -"o de la familia", como él mismo puntualiza- de ¡HOLA! desde 1968 hasta el año 1990.
"Estuve 22 años junto a Mercedes y Antonio, siendo testigo del hambre periodístico de ella. No faltó un solo día al trabajo. Ella actuaba de subdirectora, tenía sus sitio asignado en la mesa y discutía con su marido sobre qué debía ir en la revista y sus propuestas de portada. Allí actuaban con profesionalidad, pero era evidente lo enamorados que estaban. Hasta el final de sus días", narra el veterano periodista a este medio.
Peñafiel habla con respeto y admiración de Mercedes, pero si tuviera que definirla con una palabra esa es: "Fortaleza". Y es que su vida estuvo llena de intensidad y de profundas despedidas que marcaron su vida: "Fíjate si tiene que ser fuerte que tuvo que superar la muerte primero de su marido y más tarde el adiós de su único hijo".
El fallecimiento de Antonio fue repentino y "rompió una especie de equilibrio" en la revista, porque "ambos estaban realmente enamorados" y no vivían el uno sin el otro. "El día de la muerte, Mercedes cogió a su hijo Eduardo y lo sentó en la silla presidencial de su padre, algo que a él le daba cierto pudo siempre, y le contó lo ocurrido con mucho dolor", relata Jaime Peñafiel recordando el triste momento.
"La última vez que la vi fue en el funeral de su hijo. La situación no era la mejor, llorando, disgustada... Ella creía que moriría antes que su hijo, como es normal... pero ha tenido que hacer frente a las dos pérdidas más importantes de su vida", explica el periodista de su compañera durante más de dos décadas. "Además, el vínculo con nuestros hijos nos une... cuando mi hija murió ella me envió una carta muy emotiva, recordándola, porque vivió muchas cosas con ella, anécdotas que nunca olvidaré", finaliza.