Robert de Niro y Sean Penn comparten fecha de cumpleaños y mucho más
Los afamados actores suman un año más a su veteranía. Ambos han ocupado cargos de dirección y producción cinematográfica además de interpretación. Sus rostros son asiduos en personajes de gánsters o delincuentes.
17 agosto, 2016 00:31Noticias relacionadas
Puede que sean de los actores que más tiempo han pasado "en busca y captura" en sus películas. Sus caras de eterna sospecha son el as bajo la manga con el que cuenta todo director de cine ante un producto de temática thriller. Robert de Niro (73 años) y Sean Penn (56) cuentan con un currículum de lo más criminal entre sus alter egos cinematográficos. De hecho, han sido "compañeros del mal" en varias películas que les consagraron en el papel de villanos (pero queridos).
Nunca fuimos ángeles, fue la primera cinta que les unió como pareja del crimen en el cine. Se trataba de una producción independiente y de ámbito religioso que se llevó a cabo en 1989. La trama tenía lugar en la frontera de Canadá, donde los protagonistas residían en una prisión perteneciente a Norte América, en la que a punto estaban de ser ejecutados. Logran escapar de la cárcel y en su huída al otro lado, son confundidos con un par de sacerdotes y les acogen en una comunidad religiosa. En el film también participa una jovencísima Demi Moore (53).
Algo pasa en Hollywood. En esta ocasión comparten cartel con el que fuera marido de Demi, Bruce Willis (61). Es la película más reciente que Sean Penn y Robert de Niro han protagonizado juntos, en 2008. Sigue la línea que ellos dominan a la perfección, el suspense con toques de comedia dramática. De Niro interpreta a un productor de Hollywood que intenta mantener su dignidad profesional envuelto en la maquinaria de los grandes estudios, y Penn hace de sí mismo, ya que la cinta cuenta la vida real del guionista y en su historia aparece el ex de Charlize Theron (41).
Raíces europeas
Sean Penn nació rodeado por los destellos del cine por la influencia de su padre, director del séptimo arte, y de su madre, actriz. Aunque su núcleo familiar más cercano es originario de California, sus abuelos paternos eran emigrantes judíos de Lituania y Rusia, mientras que su parte materna es católica con ascendencia italiana e irlandesa.
Robert de Niro también gateó sus primeros pasos en un ambiente muy artístico. Sus padres eran pintores de profesión. Además, su padre era de ascendencia italiana e irlandesa, y su madre era de ascendencia inglesa, alemana, francesa y holandesa. Sus bisabuelos eran italianos, Giovanni De Niro y Angelina Mercurio, raíces que seguro le ayudaron mucho para empatizar con el carácter transalpino de su personaje en El Padrino II.
Premios y alfombras rojas a tutiplén
Robert de Niro y Sean Penn pertenecen al glorioso club del Hollywood más puro. Sus nombres están ligados a las superproducciones californianas y esa condición es la que hace su presencia imprescindible en las galas más importantes del cine.
El Padrino II le concedió a De Niro el galardón de los Premios Óscar al Mejor actor de reparto en 1974 y por Raging Bull en 1980. Sean Penn no recogió el suyo hasta 2003 por primera vez con su interpretación en Mystic River y 5 años después por su personaje en Milk. Los Globos de Oro también han premiado la labor artística de ambos por sus dos películas más relevantes.
Los Premios SAG lucen también en las estanterías de los dos cumpleañeros. El actor más veterano se llevó la estatuilla al Mejor reparto en 2013 por American Hustle. Y en 2008 Sean Penn se hizo con el mismo en la categoría de Mejor actor por Milk. Por otro lado, los Premios de la Crítica Cinematográfica quisieron alabar sus trabajos en varias ocasiones, tanto por sus interpretaciones como por sus inmersiones en la dirección.
Reyes de la acción y el suspense
Si existen dos hombres habituados a "las malas compañías" en el cine, son ellos. Desde el inicio de la película hasta que llega el final feliz, las tramas del guion parecen interminables y sus protagonistas se juegan la vida o sobreviven en un suspense intenso por su futuro. De Niro y Penn son los estrategas fugitivos más conocidos del cine y prueba de ello son las películas que les consagraron en ese criminal pero tan amado papel por los espectadores. Sin embargo, varios de sus papeles más sonados nada tienen que ver con la maldad ante la cámara, sino todo lo contrario.
Taxi Driver, de 1976, fue la coronación de Robert de Niro en un género tan loco como el thriller dramático. Para la cinta se preparó conduciendo un taxi durante un largo periodo de tiempo por las calles de Nueva York. En el film interpretaba a un ex soldado combatiente de Vietnam que acabó traumatizado y su salvación estaba en su paseos nocturnos como taxista por la ciudad que nunca duerme. Para adentrarse en el mundo de Toro Salvaje, en la que daba vida al boxeador Jake LaMotta, se enfundó los guantes y subió al ring para hacer más creíble su personaje. Tanto fue su esfuerzo en la preparación que de no saber absolutamente nada de boxeo, terminó siendo un auténtico campeón en la batalla.
Sean Penn dejó de lado su carácter de villano para interpretar al lado opuesto, el de policía. Fue en la película Colors, que presenta la típica historia de una pareja del cuerpo policial con personalidades contrapuestas que luchan por detener la violencia y el tráfico de drogas en su comunidad. En otra temática claramente lejana al resto, Penn dio vida al político Harvey Milk, en el film que lleva su nombre. Su estilo para interpretar al luchador por los derechos de los homosexuales fue muy alagado por la crítica.
Se mojan en política
Pese a que ambos muestran sin tapujos sus inclinaciones políticas, no son comunes sus pensamientos acerca del cómo gobernar un país. El ideario más radical de Penn se enfrenta a la tolerancia por la globalización de Robert de Niro.
Sean Penn se define como activista político. Es un "chavista" declarado y de hecho asistió al funeral de su amigo Hugo Chávez, con el que compartía su misma visión sobre cómo gestionar el gobierno de Venezuela. Recientemente, el suceso más curioso en relación con la actitud política de Penn ocurrió en octubre del pasado año. El actor entrevistó a El 'Chapo' Guzmán, justo antes de ser capturado por la policía. Este encuentro resultó muy polémico porque en el momento de la entrevista el narco se encontraba aún prófugo y escondido. Los medios afirmaron que la encargada de propiciar la cita fue la actriz Kate del Castillo, idolatrada musa del delincuente.
Robert de Niro también ha querido aportar su granito de arena de cara a las próximas elecciones de EEUU. "Que Dios nos ayude" dijo el actor refiriéndose a la candidatura de Donald Trump a la presidencia del gobierno. El intérprete ha comparado su personaje de Travis Bickle en Taxi Driver con el político republicano. "Una de las escenas clave de la película es el final, cuando Bickle vuelve a conducir su taxi y, después de todo lo que hizo, es considerado un héroe", declara el actor. "Y es algo que me parece muy relevante ahora, cuando tenemos a gente como Donald Trump, que no debería haber llegado donde ha llegado, y que está totalmente loco". Una afirmación que sitúa a De Niro a las espaldas de Hillary Clinton, que suma un nuevo y célebre apoyo más en su camino hacia la Casa Blanca.