Parece que después de la tempestad, ahora sí, de verdad, llega la calma para la Familia Real de Mónaco. Después de algo más de un año de su regreso desde Sudáfrica, donde permaneció seis meses por problemas de salud que le impedían volar a casa, la princesa Charlène (45 años) ha retomado su agenda y no hay acto en el que se ausente. Junto a ella, cómo no, su esposo, el príncipe Alberto II (65) y sus hijos, los mellizos Jàcques y Gabriella (7).

Este pasado sábado, día 22 de abril, los cuatro miembros principales de la Familia Real monegasca presidieron la entrega de trofeos del tradicional Torneo de Rugby de Santa Devota. Además de los pequeños, la princesa Charlène fue la gran protagonista de la jornada. Y es que al final del partido, sonó La Macarena, la mítica canción de Los del Río, y los príncipes se animaron a bailarla, llevándose ella todo el spotlight.

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    Los cuatro príncipes disfrutan del partido desde el palco real

    Conjuntados y en muy buena sintonía -con chaqueta azul marino, camisa blanca y pequeños detalles en color rojo, como la corbata o el lipstick de ella-, los príncipes Alberto y Charlène de Mónaco asistieron el pasado sábado a la entrega de trofeos del tradicional Torneo de Rugby de Santa Devota.

    El vínculo de la princesa Charlène con este campeonato es muy estrecho debido a que está organizado de manera conjunta por su Fundación y la Federación de Rugby de Mónaco. 
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    La princesa Charlène se protegió del sol con unas gafas

    La princesa Charlène lució, para la ocasión, unas gafas de sol con las que se protegió de la potente luz del día. Además, eligió un precioso color de 'lipstick' en rojo carmín y, a tenor de las imágenes, parece que ha bajado a un tono algo más oscuro su tradicional cabello rubio casi platino. Como joyas, unos pequeños pendientes de brillantes. 
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    Al final del partido sonó 'La Macarena'

    Cuando concluyó el partido y los príncipes se acercaron a premiar a los ganadores, sonó la canción española más popular de la década de los 90: 'La Macarena'. Tanto Alberto como Charlène, sobre todo ella, se animaron a bailar y a seguir los pasos del tema que triunfó no sólo en nuestro país, sino en Estados Unidos. Cabe recordar que hasta el mismísimo presidente Bill Clinton se atrevió con 'La Macarena'. 
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    Tímida, pero divertida

    Son pocas las ocasiones en las que podemos ver a 'royals' en un plano menos protocolario y más desenfadado. Charlène no lo dudó y se animó a acompañar, por una buena causa, a los ganadores del Torneo de Rugby de Santa Devora. Aunque con cierta timidez, no dejó de estar divertida. 
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    Miraba a sus hijos

    Como toda madre, la princesa Charlène de Mónaco no perdía de vista a sus dos hijos, Jàcques y Gabriella, que desde otra zona veía cómo sus padres hacían su trabajo, a la vez que bailaban con el resto de deportistas que habían logrado el ansiado galardón del torneo de rugby.
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    Lo hizo tan bien que le regalaron una camiseta

    La esposa del jefe del Estado recibió una camiseta como regalo y como colofón a un divertido día de deporte, sol y baile. En los últimos tiempos, la pareja se se ha visto obligada a desmentir los rumores sobre su relación. La última vez, a finales del pasado mes de marzo.

    "Me gustaría desmentir los rumores malintencionados difundidos por la revista francesa 'Royauté'. Por favor, hagan caso omiso de ese artículo, que carece de todo fundamento". Así lo recogió 'MailOnline' a través de un portavoz de la pareja real. 
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