Hacemos un repaso a los platos más típicos de estas fiestas, de norte a sur de la península, para identificar los mejores vinos para acompañarlos durante las reuniones de Fin de Año y Año Nuevo. Al 2021 le quedan dos telediarios y nos hemos propuesto despedirlo por todo lo alto. Sin sorpresas, con la seguridad de acertar en nuestra propuesta. Porque de incertidumbre vamos servidos.
Aprovechando estas líneas, descorchamos unas burbujas a la salud de nuestros lectores y les deseamos un 2022 lleno de alegría y de sabor.
Lombarda madrileña con vino blanco frutal
Tradicional e imprescindible en muchas mesas navideñas de Madrid y Segovia, la col lombarda compensa sus raíces humildes con un sinfín de virtudes gastronómicas. En cada casa se prepara de una manera distinta, aunque por lo general suele llevar manzana o pera y piñones, que le ponen el toque gourmet a la receta.
A la hora de acompañarla con vino nos encontramos con un auténtico desafío, ya que ni la verdura ni el vinagre (ingrediente habitual en esta preparación) son fáciles de maridar. La mejor opción es un vino blanco con carácter frutal pero con el suficiente cuerpo como para no quedar camuflado por el sabor de la lombarda. Un viura con personalidad, como Parcelas Viura de Dominio de Berzal, procedente de viñas de 50 años en el corazón de la Rioja Alavesa. Por ejemplo.
Besugo al horno con vino blanco con crianza
El besugo, aligote o pancho del Cantábrico al horno es otra de las recetas más típicas de estas fechas en las mesas españolas. Es un plato fácil de elaborar, con un precio bastante razonable y que suele convencer a toda clase de paladares. Para acompañarlo, nos decantamos por un vino blanco con barrica, como El Pacto del Alto Najerilla, de Viñedos El Pacto, la vuelta de Vintae a La Rioja más pura.
La frescura de este blanco de invierno, elaborado mayoritariamente con viura, además de malvasía, garnacha blanca o jaina, nos ayudará a limpiar el paladar de la grasa del besugo, y la cremosidad aportada por su crianza sobre lías en fudres y bocoyes de madera durante ocho meses, mantendrán el tipo ante la potencia de sabor del pescado.
Canelones de Navidad con cava
El protagonista de las mesas catalanas el 26 de diciembre, día de San Esteban, tampoco falla en muchos hogares del resto de España durante estas fiestas. Los canelones de Navidad son una receta tradicional de Cataluña, que tienen su origen en la idea de aprovechamiento de los restos de carne sobrantes de Nochebuena. Así que, ¿por qué no prepararlos también en Año Nuevo?
Desde Cocinillas te proponemos acompañar tus canelones navideños con un cava, como un guiño de proximidad. La acidez de un buen espumoso aligerará las sensaciones más densas de la bechamel. Y un cava rosado, como Vilarnau Rosé Delicat, le dará al maridaje un poco de garra. Se trata de un Brut Rosado Reserva Ecológico elaborado con garnacha y un pequeño toque de pinot noir, de gran complejidad aromática, muy cremoso, fresco y elegante.
Bacalao con coliflor con vino blanco gallego
En Galicia, una de las recetas más populares de estas fiestas es la de bacalao con coliflor. No todo va a ser marisco. Este plato de origen humilde se sigue preparando cada Navidad en las casas más tradicionales del norte de España. Y es que, si la materia prima es de calidad, el resultado puede ser extraordinario.
Tierra de vinos por excelencia, no podemos sino optar por un blanco gallego para acompañar nuestro bacalao con coliflor. Sanamaro Sobre Lías, de Pazo de San Mauro, puede ser una buena opción. Se trata de un vino de parcela proveniente de los viñedos más antiguos de esta bodega de Salvaterra do Miño, donde la albariño y la loureiro alcanzan una extraordinaria maduración. Un blanco sedoso y aromático gracias a las variedades y a la crianza, que ensalzará el sabor del pescado.
Sopa de galets con vino tinto sabroso
La escudella i carn d'olla o sopa de galets es uno de los platos tradicionales de Cataluña y Baleares. En la Comunidad Valenciana recibe el nombre de putxero i pilotes o caldo i pilotes y es una de las recetas más típicas de las navidades. Los galets son una pasta con forma de caracolas que se cocina junto con unas pequeñas albóndigas de carne y se toma por separado, por un lado el caldo con galets y por otro las albóndigas.
Una variante de la receta clásica de cocido con carne y legumbres que pide a gritos un vino tinto sabroso y persistente como Cerro del Lobo, el nuevo vino de parcela de Finca Río Negro. Un monovarietal que representa la máxima expresión de la syrah en esta bodega de Guadalajara cuyos viñedos, situados en uno de los pagos más elevados desde el centro peninsular hasta el norte de Europa, desafía los límites tradicionales del cultivo de la vid.
Pavo relleno con vino rosado con cuerpo
Aunque parezca cosa de serie americana, el pavo relleno es también uno de los grandes éxitos de la Navidad en España. Hay muchas maneras de elaborarlo y cada familia tiene la suya. Algunas recetas pasan de generación en generación como un valioso tesoro. Se trata de una carne deliciosa y generosa en tamaño que, con tan solo meterla al horno junto a un buen relleno, asegura que ningún comensal se quede con hambre.
Si el relleno es de verduras, te proponemos armonizar el pavo con un vino rosado con estructura, que aguante con firmeza el peso de la carne. Las aves funcionan especialmente bien con este tipo de vinos que, sin llegar a tener el cuerpo de un tinto, realizan un acompañamiento perfecto, poniendo un punto de frescura al maridaje. Elaborado a partir de uvas merlot procedentes de la propiedad y mediante la técnica tradicional de sangrado, Otazu Rosado Merlot cuenta con toda la singularidad de esta bodega navarra. Una explosión de sensaciones de frutas rojas y golosinas, ideal para servir con el pavo.
Cordero asado con vino tinto potente
La costumbre española de asar cordero procede de la gastronomía de Al-Ándalus. Los antiguos tratados de cocina española recogen esta receta tradicional entre los procesos culinarios de la época. La clave de un asado, sea de lo que sea, está en la técnica: primero hay que calentar ‘el bicho’ y, cuando esté en su punto, untarlo de manteca hasta que se termine de asar.
El acompañamiento de una receta tan calórica solo puede resolverlo un vino tinto. Uno con bastante cuerpo. Según nuestro gusto, podemos ir hacia Rioja, Toro o Ribera del Duero. Nosotros nos decantamos por esta última denominación, concretamente por el M9 de Abadía San Quirce, un tempranillo de viñedos de 70 años con 14 meses de crianza, muy especial y equilibrado. Sus notas de frutas balsámicas y especiadas, su elegancia y su persistencia, recuerdan a los grandes vinos atlánticos. Un tinto potente pero no excesivamente ‘amaderado’, que demuestra que el carácter lo imprime el terruño y no la barrica.