Nos vamos de escapada gastronómica a León, la ciudad que acaba de dar el relevo de capital de la gastronomía española a Almería. Porque la pérdida de la titularidad no importa, León es una de esas ciudades que no precisa de ningún reclamo de actualidad ni título pasajero para ir a visitarla. Conocida por la generosidad de su tapeo -de precio más que asequible y cantidad por ración exagerada- y la calidad de sus viandas, entre las que la cecina es la reina, es una opción muy a tener en cuenta para una escapada de fin de semana y, de paso, descubrir tres restaurantes gastronómicos en León. Escapada gastronómica a León, tres restaurantes que no te puedes perder Y son estos: un gastronómico, LAV, una terraza con vistas a la catedral, Nimú Azotea, y una casa de comidas actualizada, Casa Mando. Tres direcciones de altura, con el sello del grupo de restauración Vamuca -liderado por el empresario Antonio Vázquez- para saborear en menos de dos días. Eso sí, antes de empezad, un consejo: pasar de largo por el barrio Húmedo y el Romántico para no caer en la tentación de tomarse unas rondas en el Camarote Madrid y sus tapillas de paella, la Trébede y sus raciones de picadillo o chichos, o El Flechazo y sus platos de patatas fritas con pimentón. Si es que podéis evitarlo, claro. LAV, restaurante gastronómico y asequible Lo mejor: Además del juego con el menú degustación y la vuelta de tuerca que supone al clásico menú gastronómico por pasos, un plato: los garbanzos con boletos y foie, que sorprende por la combinación de sabores y la melosidad de las legumbres. Horario: De jueves a lunes, de 13.45 a 15.30. Y de 20.30 a 23.30h. Dirección: Avenida del Padre Isla, 1 Reservas: 987798190 Precio: Menú gastronómico 37€. Con maridaje de vinos y gintonic, 52€. Con maridaje sin alcohol, 47€. Nota: 4,5/5 Dónde comer el sábado. La primera dirección gastro que elegimos para un fin de semana exprés a León es un restaurante que ya debería estar en el radar de los más foodies. El restaurante LAV, situado en la primera planta del hotel Alfonso V y merecedor de un Bib Gourmand en la última edición de la Guía Michelín, apunta maneras y tiene motivos más que de sobra para convertirse en punto de peregrinación de influencers, gourmands y bon viveurs en general. Por su concepto, de restaurante gastronómico con menú degustación, por su filosofía, la de llegar a todos aquellos que quieran disfrutar de alta cocina a un precio más que popular, y por su manera de acercar la alta cocina a todos los públicos. El chef Javier del Blanco y el jefe de sala Daniel Giganto -ex sumiller de El Bulli– le añaden un toque de diversión, con un par de aperitivos de bienvenida, uno de ellos en formato showcooking frente a la cocina, y una carta dividida en nueve pasos en la que cada comensal tiene que elegir algunos de sus platos principales -otros son sorpresa-, seleccionándolos con un rotulador de color. Como si fuera un menú degustación a la carta en el que cada uno marca sus preferencias. Y aunque el juego y la naturalidad gastronómica con la que nos enfrentamos a un menú gastronómico -la estrella Michelin está llamando a la puerta- son llamativas, en el fondo prima la calidad de su cocina, como no podía ser de otro modo. Los platos son un homenaje con aires de innovación a la cocina castellano y leonesa. Desde los garbanzos con boletos y foie ‘el honor a Amancio’, al jarrete de cordero, terrina de patata y setas de temporada. O los pescados, donde sobresale un plato tradicional de esta tierra, como la trucha con jamón, a la merluza en salsa verde. Pero todo depende de la temporada, porque la carta cambia cada dos meses para no aburrir al comensal y aprovechar todo lo bueno de la despensa local de temporada. Nimú Azotea, una terraza para compartir y tapear Dónde cenar el sábado: en Nimú Azotea, uno de esos sitios a los que subirás atraído por lo que cuentan de las vistas panorámicas que se tienen desde la azotea, con la catedral de León protagonizando el skyline leonés. Eso sí, una vez hecha la foto de rigor para tus redes sociales, te quedarás por la cocina. Lo mejor: La tarta fina de manzana es una sorpresa. Una versión de la clásica tarta fina de manzana, con un sabor más fresco y acompañada de helado de chocolate casero. Horario: De martes a jueves de 13 a 01h. Viernes de 13 a 02.30h. Domingos de 13 a 17h. Lunes cerrado. Dirección: General Lafuente, s/n Reservas: 987 798 192 Precio: Precio medio 40€ Nota: 4/5 Nimú Azotea está en la última planta del hotel Conde Luna, uno de esos míticos establecimientos de la capital levantado en los años 60, pero -aunque no lo parezca por el hall de entrada, todavía intacto- con unas instalaciones remodeladas casi en su totalidad por el estudio de decoración de Pascua Ortega. Bien, pues arriba del todo se encuentra Nimú Azotea, un restaurante de corte informal y una carta que viaja desde lo cercano y tradicional a los sabores más actuales y lejanos. O lo que es lo mismo: de aquí, la cecina de una calidad extraordinaria, las alubias con zamburiñas o las anchoas sobre pan de cristal y queso brie. De allí, el nigiri de huevo de codorniz y trufa, el tartar de atún rojo en tacos macerados con foie y alga wakame, o el ceviche de rape y langostinos. Y algún que otro homenaje, como la tortilla de chorizo picante de León y piparras, un tributo a la tortilla vaga de Sacha. O la pecera, un postre clásico de Diego Guerrero muy bien resuelto y que, junto a la tarta fina de fresas, suponen el mejor broche a una cena no muy copiosa pero satisfactoria. Perfecto para los amantes de las fusiones, los sabores asiáticos y los vinos, porque su bodega cuenta con etiquetas locales ideales para darse el gustazo de una cena maridada. Como su prieto picudo, Don Suero, de Bodegas Vinos de León. Quien lo prefiera, puede decantarse por su carta de gintonics y cócteles, otra de las apuestas de su carta. Y una de las mejores maneras de comenzar a vivir la noche leonesa. Casa Mando, casa de comidas actualizada en León Lo mejor: Todo es excelente. Depende del gusto de cada uno, aunque lo que no debería faltar en una visita es la cecina de León, un plato de cuchara y otro de carne. Y que cada uno elija según sus preferencias. Horario: De martes a sábado de 13.30 a 17h. y de 20.30 a 00h. Domingo de 13.30 a 17h. Lunes cerrado. Dirección: General Lafuente, s/n Reservas: 987 798 188 Precio: Precio medio 40€. Menú del chef por 30€ Nota: 4,5/5 Dónde comer el domingo. Después de haber estado en un gastronómico y en un restaurante de tapeo, apostamos por algo más tradicional leonés, por la cocina de siempre, de temporada, de legumbres de la región, de verduras de la huerta local, de pucheros y buenos fondos, pero en versión renovada. Es Casa Mando, herederos del antiguo Mesón Conde Luna, y situado también en los bajos del hotel Conde Luna. Entrar en este recogido restaurante es meterse de lleno en una casa familiar, con chimenea, vigas de madera, paredes forradas de piedra en sillería y decoración que recuerda a los mesones castellanos. Pero totalmente actualizado, con butacas y bancos tapizados, y mesas de madera sin mantel. Toda su carta es excelente. Un lugar ideal para poner fin a una vista gastronómica a León y llevarse el mejor sabor de boca. El que dejan en el paladar sus verdinas con pato, la crema de nécoras con langostinos, o los puerros con mollejas de lechazo y salsa de queso ahumado. Lástima que no sea jueves, porque es el día de su cocido leonés. Su carta tiene desde imprescindibles leoneses, los encontrarás en el apartado de ‘made in León’: desde la cecina o el chorizo picante, a lengua curada o manitas a la leonesa. a excelentes carnes, donde no faltan las mejores de la tierra, desde el lechazo asado o el solomillo Wellington -imprescindible reservar-, a los chuletones o el solomillo asado. Pero ojo a sus albóndigas de venado al prieto picudo o las chuletillas de conejo fritas, un plato que se presta para ponerlo al centro y compartir. Y no defrauda. En pescados, tampoco defrauda su bacalao al pil pil con trufa negra, exquisitez que se puede elegir entre sus pescados del día. De postre, su clásico: el suflé Alaska, flameado al momento y cortado con plato, como manda la tradición, o las fresas gratinadas, un postre aparentemente sencillo que se toma recién salido del horno. Excelente. Tanto como su bodega, con más de cien referencias entre las que sobresalen las etiquetas del Bierzo y de Tierras de León.