El uso de las salsas no es ningún descubrimiento, al contrario, emplearlas en la cocina está tan generalizado que es muy probable que sean las recetas que más fácilmente podemos encontrar precocinadas en las estanterías de los supermercados.
Es cierto que estas versiones industriales normalmente no están hechas con los ingredientes de mejor calidad y, en un gran número de casos, no aportarán mucho al plato. Pero cuando la salsa es casera la cosa cambia. Ojo, que no digo con esto que por estar algo hecho en casa sea más sano, de eso no vamos a hablar hoy, solo nos vamos a quedar con que una salsa hecha en casa con todo nuestro cariño va a estar mucho más rica.
Tanto las grandes salsas (las que se ligan en caliente normalmente con algún tipo de harina) como las pequeñas salsas (emulsionadas en frío) tienen muchísimas aplicaciones en la cocina como napar carnes y pescados, servir de aliño para ensaladas o simplemente para ponerlas en un cuenco y mojar en él otros alimentos.
13 salsas para chuparte los dedos
Hay vida más allá de la mayonesa, el alioli o la salsa de tomate, aunque estas sean la base de muchísimas otras salsas.
Salsa gravy
Es una de las salsas más populares de la cocina anglosajona. En los países que comparten esta cultura a uno y otro lado del Atlántico la salsa gravy es de consumo habitual, nunca falta en celebraciones como Acción de Gracias y tampoco en los asados de los días de fiesta. Se sirve en salsera y se usa para regar la carne o el ave con la misma y también el puré de patata.
Salsa para patatas gajo
La versión casera de la salsa que ha hecho popular el McDonald's con sus patatas Deluxe, un pequeño placer que se puede disfrutar en cualquier momento sin necesidad de hacer cola en la caja de ninguno de sus restaurantes.
Salsa rouille
La salsa rouille, o salsa «oxidada», es una salsa derivada de la mayonesa que debe su nombre al color cobrizo, casi ocre, que presenta, ya que rouille en francés significa herrumbre. Va genial para acompañar platos de pescado.
Salsa de granada y piña
Aunque a muchos aún les puede parecer extraño, a las carnes -principalmente las que tienen mayor contenido de grasa- les van fenomenal las salsas a base de frutas, incluso algunas mermeladas. Son muy tradicionales las salsas de arándanos, de ciruelas o de manzanas, pero esta salsa de granada y piña también será todo un acierto. Por las pepitas que tienen los granos de las granadas en su interior no hay que preocuparse, se pueden eliminar colando la salsa una vez hecha.
Salsa de mostaza y eneldo
La conocemos como SÅS SENAP & DILL, al menos eso es lo que pone en el bote de la que venden en Ikea y significa, literalmente, «salsa de mostaza y eneldo», aunque también se la conoce como salsa para salmón, pues es un acompañamiento habitual en platos que llevan salmón fresco o ahumado.
Salsa picante de la Emmy Burger
Ni es sana, ni es de temporada, ni la hemos inventado en España, pero es que está muy buena esta salsa picante inspirada en la salsa de la Emmy Burger neoyorquina, la hamburguesa más famosa de la red. Lo que hemos hecho, ha sido adaptarla un poco para que se pueda hacer en casa fácilmente.
Salsa de champiñones
Esta salsa de champiñones se hace en 20 minutos, es muy sabrosa y versátil, perfecta para tenerla siempre a mano en la nevera y añadírsela a un plato de pasta, de pollo, a cualquier carne o para terminar un pastel salado por encima. Incluso nos podría servir para mantecar un risotto y darle un extra de sabor y cremosidad.
Salsa tártara
La salsa tártara es una de las salsas derivadas de la mayonesa cuya versión más básica lleva pepinillos y mostaza, aunque se pueden añadir otros ingredientes como alcaparras, cebolla o huevo duro finamente picado. Se suele usar como acompañamiento o aliño de platos que contienen pescado o pollo, aunque es un vicio simplemente con unas patatas fritas.
Salsa Mil Islas
La salsa Mil Islas, una salsa que se usa principalmente para acompañar pescados y mariscos pero que también es deliciosa para otro tipo de ensaladas o para untar en el pan de algunos sándwiches.
Veganesa de almendra
Se conoce como veganesa a la salsa emulsionada hecha a partir de una leche vegetal y aceite, el resultado es una salsa similar a la mayonesa que sustituye a esta en dietas veganas, pero que también es adecuada para personas que no pueden tomar huevo y para los que no pueden tomar leche, bien por ser alérgicos a su proteína, o bien por ser intolerantes a la lactosa.
Salsa holandesa
A pesar de que su nombre nos pueda hacer creer que procede del país de los tulipanes, lo cierto es que la salsa holandesa es una de las salsas base de la cocina francesa. Es una salsa de la familia de las mayonesas, pues en el fondo no es más que una especie de mayonesa hecha con mantequilla clarificada en vez de aceite y, tradicionalmente, es temida por muchos cocineros por ser muy inestable y porque se corta con mucha facilidad. Aquí te contamos la receta y los trucos para que la salsa holandesa te salga perfecta.
Relish de pepinillos
El relish, que es típico de la cocina anglosajona, se usa para potenciar el sabor de carnes, principalmente a la brasa, por eso es habitual usarlo como acompañamiento de perritos calientes, hamburguesas, costillas, etc. Su preparación es sencilla y el resultado que se obtiene muy bueno.
Salsa barbacoa
La receta de una salsa barbacoa que es increíble para utilizarla en recetas las alitas barbacoa picantes o para unas costillas al horno que quedan para chuparse los dedos.