- Total: 35 min
Ni es sana, ni es de temporada, ni la hemos inventado en España, pero es que está muy buena esta salsa picante inspirada en la salsa de la Emmy Burger neoyorquina, la hamburguesa más famosa de la red. Lo que hemos hecho, ha sido adaptarla un poco para que se pueda hacer en casa fácilmente.
Una vez hecha, quedará a vuestra elección el usarla en hamburguesas, perritos calientes, tacos, burritos, como salsa para mojar las patatas fritas o unos totopos, lo que se os ocurra. Lo que sí aseguramos es que vais a desear tenerla siempre en la nevera y, cuando se acabe, vais a querer rebañar el bote.
Por supuesto, la intensidad de picante se puede modular al gusto, incluso podría hacerse una versión sin picante para aquellos a los que no les guste o no les siente bien, aunque para los que disfrutéis del picante, esta salsa resulta adictiva, pues combina elementos dulces, ácidos y lácteos con el picante, que ayudan a equilibrar este haciendo que el disfrute sea máximo en cada bocado.
La elaboración, además, es bien sencilla. Solo hay que partir de una buena conserva de pimientos asados a la leña y preparar con ellos una sencilla salsa que, una vez fría, mezclaremos con otros ingredientes.
Cómo hacer la salsa picante definitiva
Ingredientes
- Pimientos rojos o del piquillo asados a la leña, 275 g (ya escurridos)
- Mantequilla sin sal, 3 cucharadas soperas
- Vinagre de arroz, 20 ml
- Azúcar moreno, 1 cucharada sopera
- Aceite de sésamo, 1 cucharada sopera
- Pasta de chiles u otro condimento picante, 1 cucharada sopera (o cantidad al gusto)
- Mayonesa, 1 taza
- Semillas de sésamo, 1 cucharada sopera
- Semillas de sésamo negro, 1 cucharada sopera
Paso 1
Preparar salsa de pimientos y dejar enfriar
Paso 2
Mezclar con el resto de ingredientes y servir
Paso 1
Ponemos a calentar el aceite de sésamo tostado en una sartén a fuego medio, añadimos los pimientos asados bien escurridos del líquido de la conserva, los salteamos ligeramente para que se impregnen del aceite, añadimos la mantequilla y bajamos el fuego.
Paso 2
Cuando la mantequilla se haya fundido, añadimos el azúcar y el vinagre de arroz. Dejamos confitar a fuego bajo durante unos 15-20 minutos removiendo de vez en cuando.
Paso 3
Añadimos el picante, en este caso una pasta de chiles coreanos que se llama gochujang, aunque podría sustituirse por sriracha, Harissa, laoganma o incluso cayena molida o pimentón picante si no acostumbráis a tener en la despensa productos típicos de Asia y Oriente Medio. Mezclamos todo bien y cocinamos un par de minutos más.
Paso 4
Retiramos los pimientos confitados del fuego con toda la salsa que se ha formado en la sartén, trituramos todo, probamos, rectificamos de sal si fuese necesario y dejamos enfriar. Esta primera salsa picante de pimientos ya está escandalosamente buena y así tal cual sería perfecta para usarla con cualquier plato de carne o de verduras.
Paso 5
Finalmente, mezclamos la mayonesa con media taza de la salsa picante de pimientos ya fría y con la mezcla de semillas de sésamo. ¡Lista para disfrutar!
La salsa de piquillos que sobra se puede guardar en un bote hermético para usarla en otras preparaciones o para hacer más salsa picante cuando se acabe la primera tanda.