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Hacer raviolis caseros puede ser una actividad tediosa: hacer la pasta, preparar el relleno, estirar la pasta, poner el relleno, cortar... Pero preparar recetas con raviolis ya hechos es algo tremendamente fácil y resultón que soluciona una comida o cena de manera rápida y deliciosa. En España, estamos cada vez más acostumbrados a la utilización de esta pasta fresca que se vende ya en todos los supermercados, pero hay una gran diferencia si la compramos de calidad o si la compramos de batalla.
¡Incluso las marcas blancas de supermercados pueden llegar a ser muy diferentes! En esta ocasión, uso unos raviolis de trufa negra que me gustan mucho, pero también os recomendaría de buena gana los de calabaza que venden en Mercadona para la salsa de limón y cangrejo que acompaña a este plato.
Unos raviolis rellenos de requesón y espinacas serían también muy buena opción para la preparación, buscando que el queso interior con las espinacas suavicen el limón exterior y hagan resaltar al cangrejo. Luego, si os sobran raviolis podréis hacer una lasaña de raviolis o podréis freírlos para hacer un aperitivo realmente delicioso y con poco esfuerzo también.
La gracia aquí está en que los raviolis pueden ser comprados - como en la receta de los raviolis con atún y gambas - y eso hará que no se tarde nada en preparar esta receta. La salsa, además, la podríamos utilizar tanto para unos espaguetis como para un plato de pescado, ¡podría ser estupenda para terminar una merluza! O incluso se podría terminar de mantecar un risotto de mejillones, por ejemplo.
Si os gusta el cangrejo, os recomiendo probar las latas de cangrejo desmigado que venden en los supermercados (buscad de buena calidad, no hablamos de palitos de cangrejo) porque con ellas podréis hacer ricas ensaladas de cangrejo, mezclas de cangrejo con mango y aguacate o incluso unas fascinantes croquetas de cangrejo; siempre con poco trabajo y esfuerzo. Porque de otra manera tendríamos que cocer los cangrejos, desconcharlos y poco a poco sacar toda la carne. Un trabajo de chinos. También se vende carne de cangrejo, centollo o buey de mar congelada.
Si os gustan las recetas con un punto ácido de limón os recomiendo que preparéis la pasta al limón con espárragos, que es también una receta fácil y rápida con pocos ingredientes, unos picantones asados al limón que quedan extremadamente jugosos y sabrosos y también unas caballas al horno con limón; una manera de hacer este pescado azul en casa sin que huela muchísimo.
Cómo hacer ravioli de trufa con salsa de limón
Ingredientes
- Raviolis de trufa y queso, 250 g
- Mantequilla, 50 g
- Zumo de limón, al gusto
- Carne de cangrejo desmigada, 100 g
- Pimienta negra molida, c/s
- Sal, c/s
- Perifollo o perejil frescos, al gusto
Paso 1
Cocer los raviolis
Paso 2
Derretir la mantequilla y mezclar con el zumo de limón
Paso 3
Añadir el cangrejo y la pimienta negra
Paso 4
Mezclar con los ravioli
Paso 1
Poner a ebullición agua con un poco de sal para cocinar en ella los raviolis. Una vez rompa a hervir introducir los raviolis y esperar 2-3 minutos siguiendo las pautas del elaborador. Retirar con mucho cuidado, con la ayuda de una espumadera, y llevar a otro recipiente con un poco del agua de la cocción y unas gotas de aceite de oliva.
Paso 2
En esa misma sartén, retirando el agua completamente, derretir la mantequilla a fuego suave-medio para que no tome color en ningún momento. Cuando esté bien derretida añadir el zumo de limón manteniendo el fuego suave-medio y ayudándonos del vaivén de la sartén para que la salsa se emulsione.
Paso 3
Añadir la carne de cangrejo y también un poco de pimienta negra, al gusto de cada uno. Seguir ayudando a emulsionar todo con el vaivén de la sartén y cuando tenga cuerpo apagar el fuego.
Paso 4
Añadir los raviolis a la salsa y mezclar bien todo, con cuidado de que los raviolis no se vean dañados. Se pueden terminar con alguna hoja de perifollo, pero no recomiendo añadir nada de queso para esta combinación de limón y cangrejo.