En España, si pensamos en carne blanca lo primero que nos viene a la cabeza es el pollo. Una carne económica y versátil que gusta a casi todo el mundo.

Por eso, si necesitas una comida fácil, saludable y resultona estos picantones asados son tu mejor solución siendo además una opción económica que le va a gustar a todo el mundo.  

Sirviendo un primer plato y con una buena guarnición, un pollo picantón (su peso es de aproximadamente 500 g) es perfecto para compartir entre dos personas que disfrutarán de un pollo tierno y jugoso, algo que se impulsa también gracias al marinado de limón y crema agria - que se puede sustituir perfectamente por nata - que ayuda aún más a enternecer la carne de este ave.

La receta, por supuesto, se puede aplicar también a pollos de tamaño normal aunque lo que tendríamos que hacer es ajustar los tiempos de horneado ya que las piezas mayores necesitarán al menos 15 minutos adicionales. 

Propiedades nutricionales del pollo

Según la Fundación Española de la Nutrición "La carne de pollo tiene como componente mayoritario, en un 70% aproximadamente, al agua. Le siguen las proteínas con alto valor biológico, dado su contenido en aminoácidos esenciales.

El pollo se puede considerar una carne magra, sobre todo cuando se consume sin piel donde reside una parte importante de la grasa. La grasa es mayoritariamente grasa monoinsaturada constituida principalmente por ácido oleico, seguida de la grasa saturada, representada sobre todo por el ácido palmítico. También encontramos una cantidad de ácidos grasos poliinsaturados, principalmente en forma de ácido linoleico, variable dependiendo de la alimentación del ave. La carne de pollo se distingue de la de vacuno o porcino en que su contenido en colesterol es más elevado, prácticamente el doble.

Con respecto a los micronutrientes el pollo es fuente de minerales como el fósforo, el cual contribuye al mantenimiento de los huesos y dientes en condiciones normales.

Las principales vitaminas presentes son del grupo B, destacando la niacina y la vitamina B6. Una ración de pollo aporta el 73% y 97% respectivamente de las ingestas recomendadas de niacina para hombres y mujeres de 20 a 39 años que practican actividad física de forma moderada.

Las actuales recomendaciones nutricionales, aconsejan el consumo de 3 raciones a la semana de carnes magras, alternando el consumo entre distintos tipos entre los que está el pollo."

Cómo hacer picantones asados

Paso 1

Lo primero que tendremos que hacer será mezclar la crema agria con el zumo de los limones, una cucharada de ralladura de la piel de los mismos y también la sal y las especias. Untar con la mezcla los picantones por todas partes, también por dentro, asegurándonos de que estén bien cubiertos e introducir en un táper o un bol que se pueda tapar para refrigerar entre 2 y 12 horas, cuanto más tiempo mejor. Lo ideal es hacerlo por la noche para que los picantones queden macerando toda la noche, hasta el día siguiente. 

Paso 2

Precalentar el horno a 180ºC y lavar a conciencia las patatas. Partirlas entonces en gajos longitudinales, largos y estrechos, y disponer los gajos de patata en una bandeja apta para el horno donde también quepan los picantones, regadas con sal, aceite de oliva y el vino blanco. Podríamos añadir también otras verduras como cebolla, puerro, chirivía, zanahoria o brócoli. También podríamos colocar unas rodajas de los propios limones. 

Paso 3

Colocar los picantones con la espalda hacia arriba en la parte central de la bandeja, sin patatas debajo (las patatas quedarán en los bordes) e introducir en el horno durante 20 minutos. 

Paso 4

Pasado este tiempo, dar la vuelta a los picantones para poner la pechuga hacia arriba y aprovechar el resto de la marinada que habrá quedado en el recipiente para cubrirlos de nuevo por encima. Volver a hornear 20 minutos más, hasta que se doren y tanto la pechuga como los muslos estén perfectamente cocinados. Las patatas estarán ya completamente tiernas y el vino se habrá evaporado. 

Paso 5

Servir inmediatamente trinchando los picantones con la ayuda de un buen cuchillo o incluso con unas tijeras de cocina que muchas veces facilitan mucho esta labor.