El truco del chef del mejor restaurante del mundo para hacer el mejor granizado de limón que hayas probado nunca

El chef Virgilio Martínez, iba camino de convertirse en un deportista de élite, incluso llegó a ser campeón nacional de skate de su Perú natal en la década de los 90 cuando, pero un accidente en el que se fracturó varios huesos le obligó a cambiar el rumbo.

El joven Virgilio, aunque ya soñaba con recorrer mundo, tras la convalecencia decidió seguir los pasos de su padre y empezó la carrera de Derecho en Lima. Fue tres años después cuando en un trabajo de vacaciones descubrió una de sus grandes pasiones vitales, la cocina. Dejó de estudiar leyes para irse a estudiar cocina en Otawa (Canadá) y Londres. 

Tras más de 10 años cumpliendo su sueño de recorrer el planeta gracias a los trabajos en cocinas de Canadá, Asia, Europa y Latinoamérica -en España estuvo en Madrid, en los restaurantes Nodo y Pandelujo-, en 2010 abrió su propio restaurante en Lima, Central, que en junio de este año se proclamaba como el mejor restaurante del mundo. 

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La cocina de Virgilio Martínez

El chef Virgilio Martínez durante la gala de 'The Worid's 50 Best Restaurants' celebrada en Valencia Manuel Bruque EFE

Cuenta el chef en el prólogo de su libro Lima (Editorial Phaidon, 2015) que «al reconocer la importancia que ha tenido en mi vida el ingrediente emocional de los platos sencillos de mi abuela, que los convertía en experiencias inolvidables para mí, me he dado cuenta de hasta qué punto este aspecto es fundamental para transformar una buena comida en un acontecimiento memorable para todo el mundo. Lo que nos reúne en torno a la mesa es, por encima de todo, el deseo de compartir momentos felices».

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En este libro, el cocinero del mejor restaurante del mundo busca presentar los sabores y los alimentos tradicionales de Perú desde una perspectiva contemporánea para que todo el mundo pueda probar las recetas en su casa utilizando productos locales de donde vivan.

Una de estas recetas es un refrescante granizado de limón verde (lima) -también podría hacerse con limones amarillos ajustando la cantidad de azúcar en función de la acidez- que incorpora un ingrediente poco usual en este tipo de preparaciones, pero que es maravilloso para aportarles textura y nutrientes: las semillas de chía.

Beneficios de las semillas de chía

Las semillas de chía han ganado popularidad en los últimos años debido a sus numerosos beneficios para la salud. Estas diminutas semillas, originarias de América Central, son una excelente fuente de nutrientes y pueden ofrecer ciertas ventajas para la salud de quienes las consumen de manera regular.

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En primer lugar, las semillas de chía son ricas en fibra. Una porción de 28 gramos proporciona aproximadamente el 40 % de la ingesta diaria recomendada de fibra, lo que ayuda a mejorar la digestión y prevenir el estreñimiento. Además, la fibra aumenta la sensación de saciedad, lo que supone un beneficio para aquellos que deben seguir una dieta para controlar su peso.

Otro beneficio clave de las semillas de chía es su alto contenido de ácidos grasos omega-3. Estos ácidos grasos son esenciales para la salud cardiovascular, ya que ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre. También tienen propiedades antiinflamatorias y pueden beneficiar la salud cerebral.

Además, las semillas de chía son una excelente fuente de proteínas vegetales, lo que las convierte en una opción ideal para vegetarianos y veganos. Las proteínas son esenciales para la construcción y reparación de tejidos, así como para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.

Por último, las semillas de chía son ricas en antioxidantes, como los polifenoles. Estos compuestos ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas, como el cáncer y las enfermedades cardíacas.

Paso 1

Ponemos el azúcar, el agua, el zumo de lima (o de limón) y los cubitos de hielo en una batidora de vaso americano o en un robot de cocina tipo Thermomix y batimos a velocidad baja hasta obtener una mezcla de textura fina y uniforme.

Paso 2

Añadimos las semillas de chía y dejamos reposar entre 5 y 10 minutos para que se hidraten y se hinchen.

Paso 3

Repartimos la mezcla en vasos, decoramos con algunas rodajas de lima y servimos inmediatamente.