Burro, olio y aceto: los 'falsos amigos' de la cocina italiana
A los españoles que viajaron o vivieron en Italia seguramente les sucedió encontrarse alguna vez en un restaurante con el típico mantel a cuadros y oír palabras bastante desorientadoras. ¿Os suena alguna?
7 marzo, 2023 07:00Para inaugurar nuestra columna sobre la gastronomía italiana era importante sentar unas bases sólidas. Por eso, hoy vamos a descubrir los principales 'falsos amigos' (palabras que presentan semejanzas con palabras de nuestro propio idioma y da lugar a errores) relacionados con la comida y la cocina italiana. Veremos cómo palabras que se parecen mucho fonéticamente, en realidad, tienen significados totalmente diferentes entre italiano y español.
Burro no es un animal
El caso más famoso es el del 'burro'. No, no estamos hablando del asno ("asino" en italiano), aunque en el Norte de Italia son muy famosos los platos con esta carne tan tierna y menos dulce con respecto a la de caballo (por ejemplo, el 'Spezzatino di Asino' típico de la región del Veneto). Nada que ver. El 'burro' en las mesas italianas es un ingrediente muy importante: la mantequilla. Quizás no se usa tanto como en Francia, pero se encuentra en los primeros platos y en los segundos, o simplemente para untar el pan.
Aceto no es aceite
Seguimos con los condimentos y encontramos enseguida al otro falso amigo con el que todos se cruzaron al menos una vez. Si queréis aliñar vuestra ensalada, hay que tener un poco de cuidado: de hecho, el 'aceto' italiano es el vinagre español, mientras que el aceite español es el olio' italiano. Dos términos para no confundir, sobre todo si no os gustan las notas balsámicas del "aceto". Por lo menos con la sal no tenemos problemas, ya que la palabra italiana es muy parecida a la española: 'sale', con 'e' final. Cambia sólo el género, porque en Italia es masculino.
Otras confusiones de la mesa italiana
Ahora que sabéis que la 'pasta al burro' es un plato vegetariano y que domináis el tema del 'olio extravergine d'oliva' (aceite extra virgen), o sea, el condimento más utilizado de la gastronomía italiana (lo usamos hasta para cocinar en lugar del aceite de maíz), pasemos a algunos falsos amigos un poco menos comunes. Si en Italia escucháis la palabra 'caldo', no tenéis que pensar en una sopa caliente. 'Caldo' significa meramente 'caliente', así que cualquier plato caliente podrá llamarse "piatto caldo". ¿Y el caldo español? Se llama 'brodo', 'minestra' o 'zuppa', y está hecho generalmente con verduras o con carne.
Nuestro menú continúa con un falso amigo muy divertido relacionado con la cocina de mar. Si estáis en las playas de Cerdeña o Sicilia y queréis comer unas buenas gambas, hay que pedirle al camarero un plato de 'gamberi'. La razón es fácil para entender: la palabra española gambas es similar a la italiana 'gambe', es decir, piernas. Mejor no equivocarse si no queréis pasar por caníbales y parecer los más raros del restaurante.
Cerramos nuestro manual de la buena comida italiana para los españoles con algunos objetos indispensables a la hora de comer. Vaso se dice 'bicchiere', mientras que si pedís un 'vaso' os traerán un jarrón para las plantas o las flores. En la mesa se pone la 'tovaglia': no os asustéis, no es una toalla de baño, sino un simple mantel (que suena casi como el 'mantello' italiano, una capa en España). Más: tenedor es 'forchetta', cuchillo es 'coltello' y cuchara es 'cucchiaio'. El vino es 'rosso' o 'bianco' (tinto o blanco) y la cerveza por aquí se llama "birra", por si acaso.