No, la ley no castiga poseer ni generar bitcoins
La oscuridad que aún rodea a las criptomonedas hace que nos preguntemos si poseer o 'minar' bitcoins son actividades legales.
1 junio, 2016 01:17Noticias relacionadas
Recientemente, la Policía Nacional anunciaba la detención de 30 personas por pirateo de TV de pago y "una de las mayores intervenciones de centros de 'minería' de moneda virtual realizada hasta la fecha en Europa". Muchos medios se hicieron eco del llamativo titular.
Esta operación es el resultado de una investigación conjunta de la Policía Nacional y la Agencia Tributaria, en la que han colaborado también Europol y Eurojust, contra un entramado de distribución ilícita de contenidos de televisión de pago mediante cardsharing -compartir ilegalmente un abono a un canal con terceros- y decodificadores con firmwares (los programas que controlan sus funciones básicas) modificados.
Las noticias en los medios relativas a dicha operación han obtenido una cierta repercusión en las redes sociales a causa de las referencias a la minería de bitcoins que llevaban a cabo los miembros de la trama.
El sector tecnológico se preocupó ante el énfasis que se dio a la minería de Bitcoins, como si dicha actividad pudiera constituir delito por sí misma. De hecho, el primer titular que se dio a conocer fue "Treinta detenidos por 'minería' de bitcoin", y se hablaba de la mayor intervención de Europa en un centro de minería de este tipo.
Otros titulares siguieron el mismo camino, hablando de "falsificación de bitcoins" o "Hacienda caza a 'mineros' de la moneda virtual Bitcoin". La poca información que se tuvo inicialmente de las circunstancias concretas del caso ayudó a una mayor propagación de esta nota de prensa, y que la Policía Nacional optara posteriormente por hacer hincapié en los centros de minería en su nota de prensa no ayudó a despejar dichas dudas.
Es por ello que sorprende cómo, a diferencia de lo sucedido en España, la Europol hace una referencia menor a esta criptomoneda, limitándose a incluirla en los métodos utilizados para blanquear dinero.
¿Qué es bitcoin?
El bitcoin es una moneda virtual, sin una entidad centralizada que la controle, que ofrece un aparente anonimato -"Bitcoin es seudónimo, igual que el e-mail, y usarlo de forma anónima hoy en día es tan difícil como usar el e-mail de forma anónima sin que rastreen tu IP; se puede, pero es sumamente complejo", puntualiza Félix Moreno de la Cova, experto y referente en criptomonedas- , y con una serie de características que la hacen apta para micropagos y su utilización en determinados ámbitos, como es la falta de costes en pagos transfronterizos.
No se trata de un medio de pago diseñado específicamente para facilitar la comisión de actividades delictivas, pese a que con frecuencia se ha relacionado esta divisa virtual con el pago de ransomware (programas que infectan y bloquean sistemas, y que pide un rescate para liberarlos), o de drogas y armas en la Darknet; parece un elemento extraño utilizado mayoritariamente por quien tiene algo que ocultar.
Muchos de los miedos que provocan en la sociedad estos nuevos mecanismos de pago provienen precisamente del desconocimiento que se tiene de los mismos
Al final lo que tenemos es de nuevo un debate similar al del cifrado. Nos encontramos con que muchos de los miedos que provocan en la sociedad estos nuevos mecanismos de pago provienen precisamente del desconocimiento que se tiene de los mismos. La novedad del tema, y lo llamativas que resultan las noticias que lo incluyen, han llevado a darle a la existencia de estos centros de minería incautados tanta importancia dentro de la noticia.
La realidad es que, dejando de lado la percepción que pueda tenerse en algunos sectores, tanto la minería de bitcoins, como la adquisición y venta de unidades de esta moneda es totalmente legal analizada por sí mismos. En este caso concreto, los centros de minado tenían su relevancia únicamente como medio de blanqueo de los ingresos que obtenían de su actividad delictiva.
'Minado' de bitcoins y blanqueo
En primer lugar, debemos tener claro que una organización como la investigada podía acudir a monedas virtuales para blanquear su dinero, bien a través de la adquisición a terceros de bitcoins o a través de su 'minado'.
El 'minado' de bitcoins se refiere a la generación de los mismos: a través de la realización de una serie de operaciones matemáticas se obtienen unidades de esta criptomoneda como recompensa por el trabajo realizado. La recompensa obtenida por este trabajo va reduciéndose según transcurre el tiempo, y de hecho dentro de un mes y medio se reducirá a la mitad. Por lo tanto, no sólo tenemos unos requerimientos de proceso mucho más elevados que los existentes tras el nacimiento de esta moneda (que obliga a hacer esta inversión en equipos especializados), sino que la recompensa obtenida es mucho menor.
En la medida en la que la minería de bitcoins es el proceso a través del cual se obtienen unidades de esta moneda virtual, esta actividad no se encuentra tipificada como delito en nuestro ordenamiento jurídico. Es importante recordar que cada vez más operadores admiten el uso de bitcoins para la adquisición de bienes y servicios, y que se han realizado multitud de consultas a organismos públicos respecto a la sujeción a tributos de operaciones utilizando este medio, además de existir diversos cajeros donde adquirir bitcoins. Por lo tanto, el mecanismo a través del cual se obtiene esta moneda no puede constituir una infracción perseguida.
Poco más de 30.000 euros
Dentro de la operación sí que se ha actuado contra centros de 'minería'. Esto queda probado por la aparición en las fotografías de los equipos incautados de ASICs (Circuitos Integrados para Aplicaciones Específicas, equipos especializados en las operaciones llevadas a cabo para minar bitcoins). Ahora bien, se informa de que se han intervenido 48.800 decodificadores, 183.200 euros en efectivo, 10 vehículos de gama alta, cuatro motocicletas, un vehículo de lujo falsificado e incluso una avioneta, pero se ha querido destacar la figura de los centro de 'minado' de bitcoin cuando, de momento, solo se han incautado bitcoins por un valor ligeramente superior a los 30.000 euros. Así que ¿cómo eran útiles estos centros para blanquear?
La razón que posiblemente está detrás de la elección de minar criptomoneda es la trazabilidad y transparencia de operaciones realizadas con este tipo de monedas. Uno de los principios básicos de bitcoin es que las transacciones son públicas y rastreables, y quedan permanentemente almacenadas en la Red. Por lo tanto, en el caso de que se les solicitara más información, o que un experto analizara los orígenes de las monedas existentes en su cartera, podrían justificar que su origen se encontraba en estos centros de minado. Por lo tanto, obtendrían moneda virtual limpia con la que, teóricamente, podrían operar sin riesgos.
El problema es que, casi con seguridad, el grupo responsable de la trama subestimó las dificultades de llevar a cabo en este momento un proceso de 'minería' que resultara económicamente rentable.
De hecho, es por esta razón por la cual esta operación se ha calificado como la mayor realizada contra centros de minería en Europa: los grupos organizados utilizan esta moneda para recibir ingresos y operar, pero no realizan la 'minería' por ellos mismos. Un ejemplo son los diez holandeses sospechosos de usar bitcoins para blanquear 20 millones de euros procedente de la venta de droga online.
Puede discutirse que la cantidad incautada no tiene por qué ser la totalidad de los resultados obtenidos en los centros de 'minería'. Pueden haberse transferido a otras carteras, o puede que los cuerpos policiales no hayan podido obtener el control necesario para incautar cantidades mayores, pero difícilmente hablaremos de cifras tan elevadas.
¿Dónde está la eficiencia?
Pero resulta que el grupo responsable de esta trama utilizaba un mecanismo que no es eficiente desde el punto de vista económico por sí mismo, sino que tampoco lo era energéticamente.
Seguramente a causa de ello, presuntamente, habían defraudado grandes cantidades de fluido eléctrico, que se ha cuantificado en aproximadamente 400.000 euros anuales. Si además de la inversión en equipos hubieran de soportar las cuotas eléctricas resultantes, es posible que el margen de este proceso de lavado de dinero fuera tan pequeño que no consideraran interesante llevarlo cabo.
Al final, se ha recalcado el papel de los centros de 'minería' por lo llamativo y novedoso del tema, además de los aspectos relacionados como son las conexiones eléctricas fraudulentas que llevaron a cabo.
No obstante lo anterior, es importante tener claro que, por mucho miedo que pueda tenerse a herramientas que permiten mantener un cierto anonimato y que parece que dificultan el trabajo de control de los gobiernos por no estar bajo su control, la ley no castiga su 'minado' ni su posesión.