Lo japonés suele ser sinónimo de buena salud y longevidad, por eso el resto del mundo tiene en cuenta sus costumbres para copiarlas sin reparos. En este sentido, uno de los últimos hallazgos de la ciencia apunta a los baños nocturnos en las aguas termales de Japón como una forma de combatir la prevalencia de hipertensión en adultos mayores de 65 años. Una tradición que podemos poner en práctica también en España porque contamos con balnearios y termas por todo el país que nada tienen que envidiarle a las niponas.
Japón destaca como una de las capitales mundiales del termalismo al contar con más de 27.000 fuentes en todo el archipiélago, un 47% de ellas con agua brotando a más de 42 grados. En el país existen 3.085 lugares de aguas termales, que allí se conocen como onsen, y uno de los lugares más populares es la ciudad histórica de Beppu, en la costa noreste de Kyushu. Se trata del enclave con más piscinas y en el que se desarrollan investigaciones para constatar los beneficios de esta práctica y de sus tratamientos derivados.
Un artículo publicado en Scientific Reports contiene la investigación que ha hecho un equipo del Hospital Beppu de la Universidad de Kyushu relacionando el hecho de bañarse de noche en onsen y tener menos hipertensión. Fue en 1931 cuando la universidad fundó el Instituto de Investigación de Terapia Onsen en esta histórica ciudad y en estos 90 años ha abierto un amplio abanico de investigaciones en diversos campos como la medicina interna y externa, la rehabilitación, ginecología y cardiología.
Onsen antes de acostarse
Satoshi Yamasaki, profesor de Medicina Interna en el Hospital Beppu y primer autor del estudio, expone que "en 2011, el instituto se asoció con la ciudad y realizó una encuesta masiva entre los residentes mayores de 65 años sobre su salud y hábitos onsen", valorando que "esto es algo que podemos hacer de forma única aquí, en Beppu, porque los onsen son parte de la vida diaria de todos, especialmente de los ancianos. Existen instalaciones en todas partes e incluso puedes conectarlos a los servicios públicos de tu hogar".
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La encuesta recopiló información entre 11.000 personas sobre su historial médico, los hábitos de onsen e incluso el tipo de terma a la que acudían, suponiendo una muestra de casi un tercio de los habitantes de más de 65 años. "Quería averiguar si los baños a largo plazo tenían algún efecto preventivo sobre la hipertensión porque investigaciones anteriores habían demostrado que la terapia termal tradicional y los baños termales son efectivos contra diversas enfermedades, incluida la hipertensión", explica Yamasaki, precisando que la presión alta es "la principal causa de visitas al hospital en Japón y del uso de medicamentos a largo plazo".
Dentro del grupo de estudio, 4.001 personas tenían antecedentes de hipertensión y en un primer análisis se comprobó que aumentaba la probabilidad de que el individuo tuviera antecedentes de otras patologías como "gota, arritmia, enfermedad renal y diabetes", enumera Yamasaki. Asegura además que "cuando observamos los hábitos de onsen de un individuo encontramos algo interesante, puesto que las personas que se bañaban después de las 19 horas tenían aproximadamente un 15% menos de probabilidades de tener hipertensión".
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Los investigadores plantearon una hipótesis doble para explicar el hallazgo: un menor estrés y un inicio de sueño más rápido. En este sentido, había evidencias de que dormirse con más rapidez mejora la calidad del sueño y el control de la hipertensión, y también sobre las terapias termales y su influencia en los marcadores de estrés en sangre, llevando a una mitigación de la hipertensión. Con todo, Yamasaki reconoce "algunas limitaciones" en su estudio, pero concluye "que los baños onsen nocturnos habituales se asociaron con una menor prevalencia de la hipertensión y para comprender estos resultados necesitaremos más datos de pacientes".
Los onsen españoles
Aunque en nuestro país no disponemos de la oferta termal de la que presumen en Japón, sí contamos con un gran circuito de centros de spa y balnearios. Fijándonos en aquellos que poseen unas aguas termales naturales y en su mayoría con posibilidad de realizar visitas gratuitas, hemos seleccionado ocho destinos termales para empezar a poner en práctica este ritual japonés que contribuye a bajar la tensión y a relajarse.
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La ruta termal del Miño
La zona de Ourense (Galicia) es uno de los paraísos termales de España y en una ruta peatonal de unos 4 kilómetros a orillas del río Miño encontramos hasta siete termas diferentes, listas para disfrutar de un baño al aire libre y algunas de ellas gratuitas. A Chavasqueira es la primera y, precisamente, se distribuye al estilo de los onsen japoneses. Le sigue O Tinteiro, una fuente mirador muy concurrida por los vecinos; después Muíño da Veiga con sus cuatro piscinas, las Termas de Outariz ―que acaba de probar Omar Montes―, Outariz y Burga de Canedo, que son las más grandes, y por último la fuente de Reza. Son aguas bicarbonatadas sódicas, fluorada, litínicas y sulfuradas de mineralización media, muy apreciadas para el tratamiento de reuma o artritis, entre otros.
Balneario de Mondariz
Sin irnos de Galicia, pero poniendo rumbo la provincia de Pontevedra, nos encontramos con uno de los balnearios más antiguos que sigue en funcionamiento en nuestro país. Mondariz se inauguró en 1873 y es una de las villas termales naturales más completas de España, con más de 3.000 metros cuadrados de tratamientos con aguas que se han renovado en el año 2020. Tienen además un circuito inspirado en la ancestral cultura termal celta con diversas técnicas de balneoterapia.
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Pozas de Arnedillo
Siguiendo por el norte de España llegamos a La Rioja, donde se encuentra una de las aguas termales más pintorescas gracias al paso del río Cidacos por el enclave de Arnedillo. Allí se reciben aguas termales que brotan a una temperatura que oscila entre los 35 y los 40 grados. Hay pequeñas pozas situadas al aire libre y de acceso gratuito, pero también se puede disfrutar de un completo circuito termal en la piscina exterior del balneario de Arnedillo.
Lago termal de Alhama de Aragón
Dando un salto hasta la provincia aragonesa de Zaragoza, encontramos otras de las termas naturales más bonitas de España en Alhama de Aragón. Allí se ubica el segundo lago termal más grande de Europa, con dos hectáreas de extensión y aguas a 32 grados, que emanan de los manantiales situados en sus fondos. Es uno de los lugares destacados para aprovechar los efectos de la mineromedicina, teniendo en cuenta además que las aguas se renuevan por completo y de forma natural cada 32 horas, así que siempre están cristalinas.
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La Fontcalda
Ya en Cataluña, en la provincia de Tarragona, el río Canaletes alcanza los 38 grados gracias a la fuente termal de la Fontcalda. Estas pozas y piscinas naturales están incrustadas entre las sierras de la Mola y el Crestall. Se trata de aguas ricas en cloruro y carbonato cálcico, sulfato de magnesio y cloruro sódico que las convierten en una parada obligada para las personas que busquen tratamientos mineromedicinales.
Fuente de los Baños de Montanejos
Bajando hacia la provincia de Castellón, en la Comunidad Valenciana, nos encontramos con el manantial de Fuente de los Baños de Montanejos que brota del río Mijares. Fluye con un caudal de 6.000 litros por segundo y a 25 grados. Encajadas en un paisaje idílico, las propiedades de sus aguas y el entorno hacen que esta zona también cuente con una gran afluencia.
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Balneario Archena
Este de Murcia es otro de los históricos balnearios españoles, con aguas a 35 grados y con una piscina exterior enclaustrada por las montañas del Valle de Ricote, junto al río Segura. Fueron los romanos los que descubrieron sus aguas termales y levantaron allí las primeras termas, pero no fue hasta el siglo XVI cuando pasó a manos de la Orden de San Juan de Jerusalén y comenzó a recibir más visitas. Fernando VII acometió diversas reformas y entre 1850 y 1878 se realizó la configuración actual. Recuperado en la década de los 50 del siglo pasado, continúa siendo un lugar destacado en el mapa termal español.
Balneario de Alhama de Granada
Finalizamos el recorrido en Andalucía con otro de los espacios termales más conocidos de España, el balneario de Alhama de Granada. Con baños árabes del siglo XII, combina en sus instalaciones zonas más tradicionales y otras modernas. Están cerca del parque natural de Sierra Tejera y han sido empleadas desde la época romana. Sus aguas brotan a unos 40 grados y cuenta con tres piscinas naturales al lado del río Alhama.
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