Aunque el agua debe seguir siendo la opción definitiva para combatir la sed, tener alternativas frescas y más saludables que las bebidas alcohólicas y los refrescos azucarados es imprescindible cuando aprieta el calor en toda España. El café es la segunda bebida más consumida en nuestro país, pero en verano le pisa los talones su competidor habitual: el té en su versión fría.
Un ejemplo es el Refresco té sabor melocotón Hacendado zero que podemos comprar en botellas de litro y medio por 0,95 euros la unidad. Se trata de una bebida fabricada en España por Refrescos Iberia SAU en Oliva (Valencia), y que nos recomiendan consumir en tres días una vez abierto y guardarlo en el refrigerador. En el listado de ingredientes de su etiquetado veremos que el agua es su ingrediente principal, de ahí su potencial hidratante.
En cuanto a los aditivos, , son los acidulantes (ácido cítrico y ácido málico), extracto de té (0,14%), zumo de melocotón a partir de zumo concentrado (0,1 %), aroma, antioxidante, ácido ascórbico, corrector de acidez, citratos de sodio y edulcorantes E-950 (acesulfamo-K) y E-955 (sucralosa). Estos edulcorantes no calóricos deben tomarse sin abusar tal y cómo recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que esta bebida debe reservarse para momentos ocasionales.
Menos de 2 calorías por vaso
En la información nutricional de este refresco, enumeran por la cantidad de 100 mililitros un total de 1,8 calorías, 0 grasas, 0,1 gramos de carbohidratos (de ellos, 0 gramos de azúcares), 0 gramos de proteína y 0,03 gramos de sal. Se trata, por lo tanto, de una bebida con menos de 2 calorías por cada vaso que no supone un impedimento para las personas que estén realizando una dieta hipocalórica.
El té aporta todo tipo de beneficios para nuestra salud, destacando por encima del resto su contenido en antioxidantes, que pueden prevenir el desarrollo de múltiples enfermedades. Sus catequinas se han relacionado con un menor riesgo de sufrir cáncer, con especial incidencia en los de piel, próstata, pulmón y mama. El té negro, en concreto, tiene potencial para reducir los niveles de azúcar en sangre tras las comidas ricas en sacarosa, según este estudio publicado en Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition.
Beneficios y propiedades
Tomar té a diario, según este trabajo publicado en el Journal of Oral & Maxillofacial Pathology, podría provocar manchas dentales, pero también tiene efectos antibacterianos que reducen los riesgos de enfermedades dentales y periodontales, además de cardiovasculares. Sus propiedades antiinflamatorias que le otorgan las catequinas ayudan a mantener relajados los vasos sanguíneos, bajan la presión arterial y mejoran el funcionamiento del corazón, como se ha publicado en Clinical Nutrition.
Lo más saludable, en todo caso, es evitar los aditivos al hacerse un buen té helado en casa porque además no es nada complicado, como nos han trasladado desde Cocinillas. En la lista de ingredientes nos apuntan 300 mililitros de agua caliente, 700 mililitros de agua fría, 4 o 5 bolsas de té negro, una pieza de fruta (puede ser melocotón, limón u otra, dependiendo del sabor que queramos conseguir) y, de forma opcional, el toque dulce a base de 100 mililitros de miel, por poner solo un ejemplo.
¿Cómo hacer té helado en casa?
Para elaborar nuestro té helado con fruta no hay que romperse la cabeza, sino seguir la receta habitual para prepararnos cualquier bebida infusionada, pero con pequeñas variaciones. Infusionamos cuatro o cinco bolsas de té negro, dependiendo de la intensidad que nos guste, con dos tiras de piel de la fruta escogida en 300 mililitros de agua, según la temperatura y el tiempo que nos indiquen en la caja del fabricante. Importante que, en el caso de que usemos limón, la monda no contenga la parte blanca para que no dé amargor.
Una vez infusionado, retiramos las bolsas de té y la piel de limón, obteniendo un concentrado de té caliente que rebajaremos y enfriaremos añadiendo los 700 mililitros de agua fría que nos quedan, consiguiendo así un litro que se enfriará rápido. Cortaremos a continuación unas rodajas de la fruta elegida y las añadiremos en una jarra con el té y la opción que hayamos elegido para darle un toque dulce, como la miel en este caso, dejándolo en la nevera durante un par de horas antes de consumir, para tomarlo bien fresco. Si no quieres esperar, siempre puedes optar por unos hielos, pero en ese caso calcula la proporción de agua que estarás echando de más para que no quede aguado.