Aunque originalmente la vitamina D solo se conocía por su relación con el metabolismo del calcio, durante los últimos años diversos estudios le han otorgado funciones más características de una hormona que de una vitamina común. No solo tendría relación con la salud ósea, sino que sus funciones irían mucho más allá.
Así pues, en un nuevo estudio publicado en The BMJ, la suplementación con vitamina D se habría relacionado con un menor riesgo cardiovascular, concretamente con un menor riesgo de evento cardiovascular importante (como los ataques cardíacos).
Si bien es cierto que los mismos investigadores responsables del trabajo enfatizan que la diferencia en riesgo absoluto fue pequeña, también explican que este sería el ensayo más grande realizado hasta la fecha, y que estaría justificado continuar investigando, especialmente en aquellas personas que toman estatinas u otros fármacos como forma de reducir su riesgo cardiovascular.
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Recordemos que la enfermedad cardiovascular (ECV) es un término general que agrupa diversas condiciones que afectan al corazón o los vasos sanguíneos, siendo una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo. Los eventos cardiovasculares, como infartos de corazón o accidentes cerebrovasculares, aumentan a medida que la población envejece y las enfermedades crónicas se vuelven más comunes.
En estudios observacionales previos se habría demostrado un vínculo entre los niveles de vitamina D y el riesgo de ECV, pero los ensayos controlados aleatorios no habrían encontrado evidencia de que los suplementos de vitamina D prevengan los eventos cardiovasculares, posiblemente debido a las diferencias en el diseño de los ensayos clínicos y sus efectos sobre los resultados.
Con el objetivo de discernir un potencial beneficio de los suplementos de vitamina D, un grupo de investigadores de Australia se propuso analizar si la toma de suplementación en adultos mayores, con dosis mensuales de vitamina D, tendría efectos reales sobre los eventos cardiovasculares importantes.
Así pues, el ensayo D-Health se llevó a cabo entre los años 2014 y 2020, involucrando a 21.315 australianos de 60 a 84 años de edad, los cuales recibieron de forma aleatorizada una cápsula de 60.000 UI de vitamina D o un placebo, vía oral, de forma mensual durante 5 años.
En España
Cabe destacar que en España se suele usar como tratamiento habitual dosis de 25.000 a 30.000 UI, siendo la denominada "dosis de choque", en pacientes con déficits severos de vitamina D, de hasta 50.000 UI. Por tanto, en el estudio se estarían usando dosis algo superiores incluso a la mencionada "dosis de choque".
Se excluyeron del estudio a participantes con antecedentes de niveles elevados de calcio (hipercalcemia), tiroides hiperactiva (hipertiroidismo), cálculos renales, osteomalacia, sarcoidosis, enfermedad inflamatoria o aquellos que ya tomaban más de 500 UI diarias de vitamina D.
Se tuvieron en cuenta datos como ingresos hospitalarios y mortalidad, los cuales se usaron para identificar eventos cardiovasculares importantes como infartos de corazón, accidentes cerebrovasculares o necesidad de revascularización coronaria (tratamiento para restaurar el flujo sanguíneo en el corazón).
Durante el periodo de estudio, 1.336 participantes experimentaron un evento cardiovascular importante (6.6% en el grupo placebo y 6% en el grupo de vitamina D). La tasa de eventos cardiovasculares importantes fue un 9% más baja en el grupo de vitamina D en comparación al grupo placebo (5.8 eventos menos por cada 1.000 participantes). Así mismo, la tasa de infarto de corazón fue un 19% más baja y la tasa de revascularización coronaria fue un 11% más baja en el grupo de vitamina D, pero no hubo diferencias en las tasas de accidentes cerebrovasculares entre grupos.
También se objetivo que la vitamina D tuvo un efecto más potente en aquellos pacientes que tomaban estatinas u otros fármacos cardiovasculares durante el ensayo, aunque explican que estos resultados no fueron estadísticamente significativos. En general, los investigadores calculan que sería necesario que 172 personas tomasen suplementos mensuales de vitamina D para prevenir un solo evento cardiovascular importante (NNT = 172).
Como conclusiones, los investigadores reconocen que puede haber una pequeña subestimación de los eventos y dicen que estos hallazgos pueden no ser extrapolables a otras poblaciones, sobre todo en casos de mayor proporción de déficit de vitamina D. Sugieren que la suplementación con vitamina D puede reducir el riesgo de eventos cardiovasculares importantes, sobre todo en los pacientes que ya toman otros fármacos cardioprotectores como las estatinas. Aún así, sería necesario continuar investigando.