Los yogures son uno de los productos más populares del supermercado, son un postre muy popular, pero también se consumen entre horas o, incluso, algunos como complemento de proteínas para los deportistas. Si visitamos el pasillo de los yogures en cualquier súper de España nos va llamar la atención, principalmente, una cosa: que se encuentra abarrotado de una gran variedad de productos. Ahora bien, no todos los productos que se hacen llamar yogures, lo son realmente, aunque sea difícil de observar a primera vista.
La identidad de los yogures está protegida por la ley en nuestro país. Concretamente, el Real Decreto 271/2014 establece que un yogur es "un producto de leche coagulada obtenido por fermentación láctica mediante la acción de Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus y Streptococcus thermophilus". Estas son las reglas básicas para que un yogur sea considerado como tal, pero también pueden llevar otros ingredientes como azúcares o edulcorantes, aditivos, frutas o zumos.
Los yogures que no lo son en realidad no suelen llevar este nombre en su envase, pero su lugar en el supermercado, su sabor o su consistencia pueden llevarnos a error. Ante tanta cantidad de yogures y falsos yogures, ¿por cuáles deberíamos decidirnos? Si lo que nos preocupa es nuestra salud, el mejor que podemos tomar es el natural de toda la vida, tanto normal como griego. Esos yogures destacan por no tener edulcorantes ni azúcares, ni ningún otro ingrediente desfavorable; sólo leche —fresca o en polvo— y fermentos lácticos.
A continuación, tres productos del supermercado que parecen yogures, pero no lo son.
Los yogures de soja
Probablemente no te hayas dado cuenta, pero estos productos aparecen bajo el nombre de postre de soja. Sin embargo, como llevan tantos años en el supermercado nos hemos acostumbrado a llamaros yogures. Todo hace pensar que lo son: el mismo cubilete, la misma consistencia y, de hecho, quienes más los demandan son quienes quieren tomarse un yogur, pero no pueden o no quieren tomar lácteos.
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Los postres de soja no pueden ser llamados yogures, precisamente, porque no contienen leche. Sus ingredientes principales son las bebidas de soja, espesantes y almidones para lograr esa consistencia similar al yogur. La soja arrastra la fama de ser un alimento muy saludable y hay quien considera que estos postres son mejores que los yogures, pero no es así. De hecho, estos productos están más procesados que un yogur natural.
Los tipo Actimel
Existen también en el supermercado unos yogures líquidos que se venden en pequeños botes y que dicen tener propiedades para la salud. Unos son, supuestamente, un chute para las defensas naturales de nuestro cuerpo y reducen el riesgo de padecer enfermedades sobre todo en el otoño y el invierno cuando se disparan los resfriados. Si nos preguntan qué producto son, probablemente digamos que son yogures batidos, pero tampoco.
Según este artículo de EL ESPAÑOL, estos productos se asocian mejor con el concepto de leches fermentadas. Si bien es cierto que estas leches fermentadas cuentan con toda una legión de fermentos y micronutrientes como minerales y vitaminas, estos lácteos no cuentan con súperbeneficios para la salud. Lo realmente saludable para nuestras defensas son los hábitos de vida saludable entre los que se incluye una alimentación rica en nutrientes esenciales.
Quesos frescos
Algunos de los productos que más dan el pego como yogures en el supermercado son los que, en realidad, son quesos frescos. Se elaboran con leche fresca y el empleo del cuajo proporciona una textura muy similar al yogur. De hecho, si no están excesivamente procesados, también pueden ser perfectamente saludables y recomendables para la dieta diaria. Un ejemplo popular de los últimos años es el skyr.
El skyr es un lácteo que viene de Islandia, pero que ya es también popular en los supermercados de España desde hace unos cuantos años. Si abrimos uno de estos botes es posible que el skyr nos recuerde a un yogur griego, sin embargo cuenta con un plus de proteínas que lo hace especialmente atractivo para los deportistas. Al igual que sucede con los yogures, debemos buscar el skyr natural, sin demasiados añadidos.