Los lácteos no cuentan últimamente con muy buena fama. Se dice que tienen mucha grasa, que sientan mal o, incluso, que los adultos no deberíamos tomarlos, aunque todo esto no es del todo cierto. También se ha dicho durante años en España que hay que tomarlos todos los días, algo que tampoco es verdad. Los lácteos no son imprescindibles, pero tampoco son malos para la salud. Si bien es cierto que tienen grasas saturadas, los estudios han demostrado que no son malas para el corazón.
De hecho, algunos lácteos pueden resultar muy beneficiosos para la salud cardiovascular, como los yogures. Esto lo confirma el Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn) que, tras una revisión de 3.000 artículos, concluyó que el consumo de un yogur al día "se asociaba con un 23% menor riesgo de padecer síndrome metabólico. Además, el consumo de lácteos enteros no se asoció con el riesgo de sufrir la enfermedad".
El síndrome metabólico no tiene síntomas, pero, tal y como explica la Clínica Universidad de Navarra (CUN) en su página web, este cuadro se caracteriza por una serie de factores. En primer lugar, estos pacientes tienen un exceso de grasa en la zona abdominal, dificultad para digerir la glucosa —generalmente tienen diabetes tipo 2—, niveles elevados de colesterol LDL —comúnmente, llamado colesterol malo— y triglicéridos en sangre, niveles bajos de colesterol HDL —el bueno— y presión arterial alta.
Colesterol 'malo'
Es decir, se trata de un síndrome que aumenta el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular y, por tanto, el yogur previene de ellas. De todas formas, otros estudios han confirmado que los yogures tienen efectos beneficiosos directos sobre los niveles de colesterol en sangre. El colesterol LDL es conocido como malo porque se acumula en las arterias formando placas de ateroma que pueden llegar a ser peligrosas; el HDL se considera bueno porque transporta el colesterol al hígado para que ahí se elimine.
En una investigación científica del año 2011, un grupo de investigadores concluyeron que el consumo de yogures de manera regular reducía los niveles de colesterol en sangre en pacientes con diabetes tipo 2. El estudio, que fue publicado en la revista científica Journal of Dairy Science, contó con 60 personas —37 mujeres y 23 hombres— que padecían diabetes tipo 2. Separaron a los participantes en dos grupos: uno tomó 300 gramos diarios de yogur con probióticos durante seis semanas y el otro, no.
Gracias a análisis de sangre en ayunas y otras muestras que se tomaron antes y después del ensayo, los científicos calcularon que el consumo de yogur provocó un descenso de un 4,54% del colesterol total y de un 7,45% del colesterol LDL. Aunque en las tasas de triglicéridos y de colesterol HDL no se observaron cambios, los resultados del estudio apuntan a que el yogur reduce el riesgo cardiovascular.
Un hábito saludable
La Universidad de Medicina de Boston (Estados Unidos) publicó en el año 2018 un estudio en la revista American Journal of Hypertension que demostró los beneficios del yogur en pacientes hipertensos. Los mejores resultados se observaron en aquellos participantes que tomaban dos o más raciones de yogur a la semana: las mujeres presentaron un 17% menos de riesgo cardiovascular y los hombres, un 21%. Según los autores del estudio, quienes además llevaban una dieta saludable tenían mejores resultados.
Ahora bien, a la hora de consumir yogur es importante que optemos siempre por aquellos que no contienen trozos, ni azúcares, ni edulcorantes: es decir, el yogur natural de toda la vida. Éste y el griego natural son los únicos yogures que los expertos recomiendan. La mayoría de las veces, los yogures se toman como postre. En este caso, es importante destacar que nunca deberían sustituir a una pieza de fruta, debe ser un complemento.