Mientras vemos estos días como el consumo anda desbocado. Hay gente comprando por todos los lados. Muchas veces uno se pregunta por qué nos habremos vuelto tan consumistas.
Me llamó especialmente la atención un informe que ha publicado la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas en el que se señala que los jóvenes de 34 años aún no han alcanzado el salario que antes sus predecesores lograban a los 27 años.
Precariedad y salarios bajos
La realidad es que la precariedad del empleo juvenil es alarmante, tienen contratos que de forma mayoritaria son a tiempo parcial y por otro lado los jóvenes entre 16 y 29 años cobran de media un 35% menos que el resto de los trabajadores.
Y lo peor es que si esto le está sucediendo a la generación que en este momento esta en el mercado laboral, el augurio para la siguiente es que tardara aun más en alcanzar unos niveles salariales que le permitan desarrollar plenamente todas las actividades que corresponden o deberían ser inherentes a una determinada edad.
Hablaba el otro día con mi amiga Elena y me comentaba como su hija de 26 años le había hablado de independizarse. Resulta que su hija está desarrollando un trabajo becado por el que percibe 600 euros mensuales y le planteó que quería vivir por su cuenta, como ya le había expuesto en otras ocasiones. Mi amiga le hizo los cálculos y le dijo que no pensaría que ella iba a sufragar por puro “capricho” todos los gastos de esa hipotética independencia. Y haciendo las cuentas reparó en que actualmente la hipótesis de la independencia no es viable con el salario que perciben los jóvenes.
Independizarse
Ciertamente todos vemos como la salida de los jóvenes del hogar familiar se ha retrasado de manera alarmante. Pero es que realmente es imposible que se marchen antes de casa. Y si todo esto sigue evolucionando así, todo lo que concierne al desarrollo de un proyecto vital se retrasa. Esta es una de las razones de las bajas tasas de natalidad que tiene también nuestro país y que nos están conduciendo a contar con las tasas de envejecimiento más altas del contexto europeo.
El informe del BBVA apunta claramente a la incidencia que los factores socioeconómicos tienen sobre esta situación y que muchos chicos no han podido acceder a una formación de calidad porque la situación económica de sus familias no se lo ha permitido. También se apunta como un dato fundamental la responsabilidad de las familias en la decisión de realizar la formación postgrado más conveniente para lograr una mayor empleabilidad.
Educación por 17
Está muy bien esta conclusión, pero yo considero que hay una razón de fondo más profunda que genera una clara desigualdad en la educación en nuestro país y que es el hecho de que la competencia este en manos de las comunidades autónomas. Hace pocas semanas conocíamos el informe PISA, que evalúa la calidad de la educación en un número muy importante de países de todo el mundo. Una de las conclusiones más claras de este informe es que la calidad de la educación en España ha bajado de manera ostensible y que entre las Comunidades la disparidad es absoluta. Tenemos Comunidades de primera, de segunda y de tercera.
La falta de una política uniforme y común en nuestro país en materia de educación desde hace ahora ya 45 años arroja un resultado demoledor, podemos ver como hay comunidades en las que el nivel de matemáticas, ciencias y lectura es magnifico y esta a la altura de los primeros países del mundo y Comunidades en las que esta al nivel de países subdesarrollados.
No podemos permitir que esto siga sucediendo en España. Alguien debería realizar una reflexión profunda de la importancia del sistema educativo en nuestro país. Darse cuenta de que los cimientos de un país están en su educación, que los chicos cuando se forman se están poco a poco convirtiendo en el futuro de tu país y que cuanta mejor formación adquieran, más rica y fructífera será una sociedad. La educación no puede seguir teniendo 17 sistemas educativos diferentes que generan una enorme desigualdad y que además supone perder el esfuerzo único de un país en un tema de enorme transcendencia y potencia como es la educación. En esto es en lo que deberíamos de estar, aquí es donde todos los partidos políticos deberían estar trabajando y no en las lenguas cooficiales, la amnistía para unos pocos, las mociones de censura en un ayuntamiento y otras tantas historias que no construyen país.