Lola Lolita es concursante de 'El Desafío 5'

Lola Lolita es concursante de 'El Desafío 5' GTRES

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Lola Lolita ('El Desafío'): "He descuidado un poco la cabeza estos últimos meses. El lunes empecé en el psicólogo otra vez"

BLUPER entrevista a la 'influencer' y concursante de la quinta edición del programa que presenta Roberto Leal los viernes en Antena 3.

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Para Lola Lolita, El Desafío ha sido un viaje de tantos altos y bajos que jamás olvidará. En el programa de retos de Antena 3, veremos a la influencer reír, llorar y después volver a reír. Su juventud -solo tiene 22 años- y el hecho de que se trate de su primera gran experiencia televisiva tienen mucho que ver. 

"Cámaras, focos, público... Eso era lo que peor llevaba, que hubiera gente observándome". Parece una frase que es imposible que pronuncie una persona con más de 13 millones de seguidores en TikTok, pero el formato de 7yAcción es otra cosa. 

Aún así, a medida que avanza el talent, según explica la joven a BLUPER, la audiencia verá una versión de ella mucho más segura de sí misma: "No me corté un pelo a la hora de decir lo que sentía o pensaba. Si estaba cabreada, se veía. Si se me escapaba la llorera, se me escapaba". 

Tras las grabaciones de El Desafío, Atresmedia no perdió de vista a la creadora de contenido y la seleccionó para dar sus tradicionales preuvas en Neox junto a Nacho García. Ese día, que pudo ser "catastrófico" por el nefasto estado de salud de la alicantina, soñó con poder dar las Campanadas 'de verdad'. Las del 31 de diciembre. 

Y es que Lola Lolita, cuyo nombre real es Lola Moreno, no tiene tope. "Todo lo que hago me sabe a poco y quizá eso sea un problema. Estoy conforme, pero siempre quiero más. Nunca digo: 'Anda, qué bien lo que he hecho, estoy orgullosa", explica Moreno. 

Lola Lolita, concursante de la quinta edición de 'El Desafío'

Lola Lolita, concursante de la quinta edición de 'El Desafío' Atresmedia Televisión

¿Costó mucho que te convencieran?

La convicción fue más por parte de mi madre, la verdad. Me decía que era algo que tenía que hacer, que me iba a encantar. También fue por recomendaciones ajenas, porque llamé a exconcursantes para que me contasen su experiencia. Soy una persona muy indecisa, así que me convencieron por muchos sitios.

Haciendo balance, ¿has estado más triste o más contenta?

Terminé con muy buen sabor de boca. De hecho, me gustaría hacer otra vez El Desafío. Estoy acostumbrada a trabajar yo sola, sin nadie, y en las grabaciones había gente por todos sitios. Cámaras, focos, público... Eso era lo que peor llevaba, que hubiera gente observándome. 

"En una prueba, estuve tres días para dar un paso. Eso no se ve luego. Es más lo que se hace antes de llegar al directo que lo que se ve en tele"

Pero siempre tienes gente observándote...

Ya, pero son números. Yo veo números. Si subiese una historia pensando en quién me va a ver... Cuando mis tíos o amigos de mis padres me dicen 'he visto que has subido esto', me muero de vergüenza. Que no me lo digan. Estar en un plató de tele es tener ese encuentro directo con la realidad y no lo supe gestionar. Me jugó malas pasadas.

¿Qué tipo de consejo te han dado las personas a las que llamaste?

Todos me decían que era una experiencia increíble, que no podía dejar pasar una oportunidad así. Que es el mejor programa en el que puedo empezar y que no me iban a cuidar mejor en ningún otro sitio. Que lo valoraría cuando terminase. Y, efectivamente, todo lo que me dijeron se cumplió. No me gusta darle la razón a la gente, pero...

Lola Lolita, en su visita a 'El Hormiguero'

Lola Lolita, en su visita a 'El Hormiguero' Atresmedia Televisión

¿Cuál fue la prueba que te dio más miedo?

Mi mayor fobia son las alturas, el miedo a caer al vacío o sentirme inestable en mi integridad física. Había una prueba que puede parecer una tontería si no estás ahí. Para gente que no tenga esa fobia, es dar saltitos. El problema es que yo estuve tres días para dar un paso. Eso no se ve luego. Es más lo que se hace antes de llegar al directo que lo que se ve en tele.

¿Te entrenaste de alguna manera?

No. Cuando me tocase, pues me pondría las pilas y ya está.

Ahora que ya es has participado en El Desafío, ¿te gustaría estar en otro programa?

Yo ya estoy abierta a cualquier tipo de propuesta. Quiero experimentar y tocar palos que no he tocado nunca.

¿Qué tal las preuvas de Neox?

Fueron bien. Me tuve que 'drogar' a medicamentos. Estaba muy enferma y el peor día fue justo el de las Campanadas. Me tomé caldos y jarabes, porque es que no podía hablar. Me daban ataques de tos constantes. Casi en ningún ensayo hablé porque estaba todo el rato tosiendo. No sé cómo lo conseguí, pero al final pude. Se me escucha una voz lamentable. Iba a ser catastrófico, pero fue una gran experiencia. Ojalá dar algún día las Campanadas del 31 de diciembre. 

Nacho García y Lola Lolita en las preuvas de Neox

Nacho García y Lola Lolita en las preuvas de Neox Atresmedia Televisión

¿Qué parte de ti vamos a descubrir en El Desafío?

Por más tímida o cohibida que estuviese, si yo tenía una emoción, la expresaba. Si estaba cabreada, se veía. Si se me escapaba la llorera, se me escapaba. No me corté un pelo a la hora de decir lo que sentía o pensaba. 

¿Pensabas hace unos años que llegarías hasta donde has llegado? A El Desafío, a tener tu propio festival...

Nunca me paro a pensar nada. Siempre me comparo con gente que está en una posición mejor que yo para superarme. Todo lo que hago me sabe a poco y quizá sea un problema. Estoy conforme, pero siempre quiero más. Nunca digo: 'Anda, qué bien lo que he hecho, estoy orgullosa'. 

"Siempre me comparo con gente que está mejor que yo. Lo que hago me sabe a poco y quizá sea un problema. Estoy conforme, pero siempre quiero más"

¿Cuidas de alguna manera tu salud mental?

Siempre que hablo de la salud mental, recomiendo que todo el mundo tenga un psicólogo, pero 'consejos doy que para mí no tengo'. Es verdad que me he descuidado un poco la cabeza en los últimos meses, pero el lunes empiezo en el psicólogo otra vez. No tienes que dejar de ir porque estés bien, hay que darle una continuidad para no tener picos tan drásticos de cambios de humor.