La televisión en general, y Telecinco en particular, ha encontrado un filón en la relación que están iniciando, tal como ellos mismos han confirmado, Alejandra Rubio y Carlo Constanzia. Un romance que tiene un morbo adicional por los problemas judiciales que ha tenido recientemente el hijo de Mar Flores.

Este miércoles, en Vamos a ver, Alessandro Lequio ha sido muy duro con Alejandra. La hija de Terelu había apelado a la salud mental respecto al seguimiento que habría tenido de la prensa en este momento, y el colaborador televisivo no comulgaría con sus palabras. Y es que considera que al ser un personaje público va a estar “sometida a un seguimiento constante, y continuamente van a estar comentando sobre ti, y si tú por eso te vas a quejar, te vas a pelar a la salud mental, chica, mal vamos”. Además, recordó cómo su mujer estando embarazada tuvo un fuerte seguimiento de la prensa y nunca se mencionó la salud mental.

“Ninguno de los dos ha querido estudiar”, atacaba también el italiano, algo que provocó la defensa de Carmen Borrego, tía de Alejandra. “Alejandra está estudiando. Estudia interpretación, que es lo que quiere hacer. Si a ti te parece que eso no es estudiar, es tu problema”, defendía la hermana de Terelu.

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Más tarde, en Así es la vida, Alejandra vio estas imágenes. “Por mí no le diría nada porque sé que es lo que quieras sé que es lo que quiere y tal, pero yo estoy estudiando. Estoy terminando la carrera por si acaso no lo sabes”, le aclaraba a Alessandro Lequio, que cree que debería hacer yoga para relajarse.

“Me has estado dando caña durante toda la semana. Lo entiendo, es tu trabajo, es tu personaje. O no, no sé si realmente es lo que piensas. Desde luego, lo que te pediría que tuvieras más respeto y por favor, que no te alterarás por tu bien”, recomendaba la estudiante de interpretación.

Sobre cómo gestionar la fama, Antonio Montero le recordaba que días atrás ella mandó un consejo a la exnovia de Carlo Constanzia, pues no sabía dónde se metía al entrar en el mundo del corazón. Y que ella, y su madre, aceptaron entrar en este universo rosa cuando posaron en una revista por su 18 cumpleaños. “Yo he nacido con una cámara en la cara y lo asumido hace un montón de tiempo para mí”, se defendía entonces Rubio. Y añadía que si había hecho mención a la salud mental es porque se siente “incómoda” con el seguimiento de los periodistas.

“Yo estaba presente esta mañana y podía tener razón o no tenerla, pero esa vehemencia de Lequio no era necesaria”, valoraba entonces Carmen Borrego. “Pues podías haberle dado más caña”, le reprochaba su sobrina, algo que le ha sentado como un jarro de agua fría. “Si ves el vídeo estoy todo el rato intentando responder. A mí esta no me va a caer. Ni me la voy a comer, porque el que ha hablado es Lequio, y al que le cae es a Lequio. En todo momento he intentado intervenir y decir que estabas estudiando. Yo solo asumo lo que yo diga”, decía muy enfadada Borrego, alzando la voz. “No hace falta gritar por favor”, se quejaba Alejandra.

“No he dicho nada, que le podías haber dado un poquito más de caña”, aclaraba la hija de Terelu. “La próxima vez vas tú y le das caña tú. Lo que diga Lequio, la mierda para mí”, insistía muy alterada Borrego, que admitía sentirse dolida por el reproche. “He intentado de todas las maneras posibles que se calmara. No he podido hablar por encima porque él seguía, no me voy a poner a su altura porque pensaba que ponerme a su altura podía perjudicar a Alejandra. Y muchas veces los que estamos alrededor lo pasamos mal también. Porque yo en todo momento he respetado a Alejandra, he respetado lo que ha dicho Alejandra”, finalizaba Borrego.