Mar Flores y Mónica Cruz en ‘El Desafío’.

Mar Flores y Mónica Cruz en ‘El Desafío’.

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Las ganas de vomitar de Mar Flores y Mónica Cruz en ‘El Desafío’ durante una prueba en altura

Mónica logró superar el reto de caminar sobre bidones en suspensión, cosa que su compañera no consiguió.

19 enero, 2024 22:39

Este viernes la actriz Mónica Cruz visitaba Espejo Público para hablar de su participación en El Desafío, el concurso que los viernes por la noche emite Antena 3 y que está presentado por Roberto Leal. Allí reconoció que tiene problemas con el vértigo, y que lo consiguió superar, de forma temporal, en una prueba del programa. Prueba que se ha podido disfrutar esta misma noche.

Mónica, junto a Mar Flores, rompieron el hielo de esta segunda entrega de la actual temporada. Las dos debían realizar un recorrido sobre bidones suspendidos en el aire, lo que requería una gran concentración y un buen equilibrio. Eso sin contar con el miedo que, cada una, pudiese tener a las alturas. “Ni cuando voy a las tirolinas de niños me subo”, decía Mónica en los ensayos, asegurando que le habían entrado “ganas de vomitar”, y que se había mareado. Mar, por su parte, también tuvo ganas de vomitar. “Te cambia todo cuando te subes ahí”, decían las concursantes.

El recorrido, de 15 metros, estaba formado por contenedores colgados a cinco metros de altura y que tenían diferentes inclinaciones. Si lograban llegar al final del mismo debían tocar una campana, que daba la prueba por finalizada; eso, si no se caían antes. “Estoy deseando hacerlo, pero mi reto es personal, no quiero pensar en la puntuación. Con superar ese mundo me puedo dar con un canto en los dientes”, afirmaba la hermana de Mónica Cruz.

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Mar Flores fue la primera en subirse a los bidones. Comenzó con buen pie, pero cuando ya llevaba más de la mitad acabó cayéndose. “No es poner una excusa, me ha dado un calambre”, explicaba la modelo, ya en el suelo. Mónica, por su parte, sí consiguió superar el reto, en 3 minutos y 21 segundos. Y es que en esta prueba las dos competían contra sí, pero también, contra el cronómetro.

Llevo toda la semana con pesadillas, y con una tensión...” decía visiblemente emocionada Mónica, una vez ya había bajado de las alturas. Sobre esas pesadillas, explicó que la última había sido la noche antes de la grabación, “me había cambiado el circuito, una cosa absurda y surrealista. Soñar con el circuito y la canción de Ana Mena de fondo”, relataba, en referencia a la prueba de la semana anterior. La actriz de Madres. Amor y vida se mostraba “satisfecha, es un desafío personal, no sabéis el nivel. Soy una cagada para las alturas, lo pierdo todo”. Además, criticó que ese tipo de pruebas “visualmente son injustas”, porque cuando lo ves desde fuera no parecen para tanto como luego realmente son.