Samantha Hudson causa polémica tras su paso por 'Operación Triunfo': "La meritocracia no existe"
La artista no ha dejado indiferente a nadie tras su paso por la Academia, especialmente por sus palabras relacionadas con el esfuerzo.
14 enero, 2024 19:59Mucha expectación provocaba la visita de Samantha Hudson a la Academia de la duodécima edición de Operación Triunfo. Los concursantes del talent show recibían con mucho entusiasmo la llegada de la artista leonesa. Por supuesto, su presencia no ha dejado indiferente a nadie. Es más, sus palabras sobre el esfuerzo y “abrazar el fracaso” han generado polémica en redes. “La meritocracia no existe”, afirmó de manera rotunda y tajantemente.
Hudson volvió a hacer alarde de su manera de hablar, sin filtros. “Vengo a comentar sobre mi experiencia personal en la industria musical, que además también tiene mucho que ver con un mundo bastante asqueroso que os vais a encontrar fuera, que se llama farándula, como el star system, ¿no? Porque claro, una no solo es cantante en los tiempos que corren, tienes que ser una mujer del Renacimiento. Entonces de pronto pues también te ves envuelta en un mundo de luces, pero también sombras de eventos y de gente famosa que te abordan”, explicaba a los chicos de OT.
Tras hablar del conflicto que tuvo con la Iglesia y de cómo ésta y diversos grupos conservadores “le habían hecho una auténtica campaña de marketing”, quiso poner en alerta a los concursantes sobre cómo deben relacionarse con la prensa. “Tema polémico. A ver, un consejo para mí muy importante a la hora de hacer una entrevista. Saber siempre que un periodista no es un amigo, pero tampoco es un enemigo. No voy a meterme yo con el gremio de los periodistas. Es cierto que además me da mucho miedo a los periodistas porque son muy poderosos”, reconocía.
“Pero tenéis que tener muy claro que no son vuestros amigos. Si contáis algo de lo que a lo mejor lo arrepentís, seguramente en muchas ocasiones sí que podréis pedirle que os manden la entrevista por adelantado, por si tuvierais que chequear algo, cambiarlo. Pero normalmente es mejor ser cautelosos, id con cuidado y nunca pecar de tener demasiada confianza”, proseguía.
“A lo mejor, algunos temas de actualidad que pueden ser bastante conflictivos. Si tú sabes que puedes pilotar sobre ello, pues surfea esa ola si quieres. Ahora, yo entiendo que es muy difícil gestionarlo todo porque, de pronto, das una opinión sobre algo cuando te ponen un micro. Por ejemplo, te preguntan sobre qué opinas sobre la última ruptura de alguien y tú dices: ‘me chupa un coño’. Ya está el titular: a Samantha ‘le chupa un coño’ la ruptura de no sé quién o no sé cuántos”, advertía.
Fue casi al final de su intervención cuando hablo sobre la cultura del esfuerzo, señalando que no existe la meritocracia. “Pensé que, al final, lo más revolucionario que pude hacer es abrazar el fracaso y entender que las cosas malas que nos suceden no dependen exclusivamente de nosotras. Que el mundo es injusto, que si nos pasa una desgracia, si no tenemos suerte, no es porque nos hayamos esforzado. La meritocracia no existe. No, el que más se esfuerza mejor le salen las cosas”, afirmó rotundamente.
“Paradójicamente, abrazar el fracaso te convierte en una triunfadora, aunque sea una triunfadora en fracasar. Pero preferí aceptar que podía ser lo peor, todo lo que jamás hubiera querido ser, todo lo que me evitaba darme cuenta de que yo podía ser. Preferí ser todo eso y aceptarlo. A seguir persiguiendo fantasmas a sabiendas de que eso me estaba haciendo daño y me está afectando a nivel personal”, razonaba.
“Estos son mis consejos: que los periodistas no son vuestros amigos, que escuchéis vuestro ritmo, que no se exponga a esas situaciones para las que no estéis preparados, que no os sepa mal poner límites, que os juzguéis de una manera amable, que os permitáis el lujo de equivocaros, de volver hacia atrás, de empezar de cero. Que seáis auténticos en el sentido de hacer lo que sintáis y que vuestra propuesta os defina a vosotros, aunque no defina a nadie más”, expresó.
“Y, sobre todo, que aceptéis que podáis fracasar en lo que alguna vez se ha esperado de vosotras. Y no tiene absolutamente nada de malo, ni significa que vayáis a fracasar en todos los demás aspectos o que sea el fin de vuestra vida y de vuestra carrera”, concluyó.