Ni Altea ni Jávea, la mejor puesta de sol de Alicante está aquí escondida
El atardecer en el mar Mediterráneo tiene uno de sus puntos más exclusivos en la isla habitada más pequeña de España.
11 junio, 2024 20:24Millones de turistas visitan cada año la provincia de Alicante. Los paisajes extremos que conforman el territorio son un incansable atractivo, ya sea por sus montañas, sus playas e incluso puntos que desde el espacio la NASA considera de los más atractivos del planeta. Buscar la foto perfecta que resuma nuestras vacaciones o una escapada es un objetivo para gran parte de ellos y en la isla habitada más pequeña de España se puede conseguir.
Las puestas de sol son uno de los mejores momentos para compartir la felicidad de un momento. Y eso lo saben bien los responsables de turismo de las diferentes localidades, que capturan esos rincones en los que se desea estar. La provincia ofrece un variado surtido de ellos, como destacan desde el patronato de turismo Costa Blanca, ya que tiene muchos rincones con encanto.
La Illeta dels Banyets en El Campello, el espigón del paseo marítimo en Alicante, o la torre del Tamarit de Santa Pola son tres ejemplos entre los más conocidos, y fotografiados. Otras opciones nos pueden llevar a Altea o Xàbia, pero sobre ellos se impone la majestuosidad del espacio que ofrece la isla de Tabarca. Un espacio que enloquece a los alicantinos y a quienes la descubren.
Para llegar a la isla de Tabarca, lo más usual es usar las tabarqueras. Estas embarcaciones la conectan con la península desde diferentes puntos de la costa. El más cercano es Santa Pola, donde hay más servicios y frecuencias, pero puedes encontrarlas en la propia Alicante e incluso El Campello o Benidorm. Otra cosa es que dispongas de embarcación propia, o tengas amigos que sí, y entonces puedas vararla en su litoral.
El patronato de Turismo Costa Blanca no ahorra en calificativos para hablar de ella. La califica de sueño y "lugar mágico donde su faro solitario contrasta con el pequeño pueblecito y las calas que dibujan sus muchos secretos". Una definición totalmente apegada a la realidad para los que han podido disfrutar de una visita o una estancia en ella. Las tabarqueras tienen múltiples horarios para ir y volver en el día, lo más habitual, pero también se puede optar por quedarse a dormir en sus hoteles o apartamentos.
Si se va de día, hay mucho por recorrer en sus 0,3 kilómetros cuadrados de superficie. Por un lado está el pequeño casco urbano y el museo en el que se cuenta la curiosa historia de sus habitantes. El investigador Armando Parodi se remonta al reinado de Carlos III y cuando llegó la colonización en el siglo XVIII desde la vecina isla tunecina de Tabarka con 323 personas para explicar este proceso.
En la actualidad, hay 56 vecinos censados que convierten a Tabarca en la isla habitada más pequeña de España y la única con vecinos durante todo el año en la Comunidad Valenciana.
Si se queda por la noche se puede disfrutar de una experiencia totalmente diferente ya que todo el ajetreo que hay durante el día, que en los meses de julio y agosto puede ser muy alto, se pasa a una gran tranquilidad. Tanto que se la ha promocionado como uno de los mejores lugares para ver brillar las estrellas en la noche.
En verano disfrutar del anochecer es una experiencia de contrastes después de ver partir a los turistas que han ido a disfrutar de la playa. Es el momento en que el sol se despide y la calma vuelve a sus calas.