J. Díez: “Tenemos proyectos por 48 millones que podrían empezar mañana para Alicante si se nos autoriza”
El director general de Aguas de Alicante explica a EL ESPAÑOL De Alicante el futuro desarrollo hídrico de la ciudad proyectado por la empresa mixta.
4 enero, 2022 02:08Noticias relacionadas
Lleva como director de Aguas de Alicante casi un año. Para quien no le conozca, ¿qué experiencia tiene en la gestión del agua?
Desde marzo, nueve meses. Llevo 27 años en la empresa. Empecé en Aguas de Alicante y he pasado por muchos puestos en la provincia, sobre todo de gestión: empecé en el departamento de obras de Acuagest, gestionando municipios de Santa Pola y Crevillent. Después unieron Guardamar, Rojales, San Fulgencio, las Dayas y Benijófar. Más tarde trabajé buscando nuevos desarrollos de negocio asociados con el ciclo de agua. Luego fue director de operaciones de depuración en la Comunidad Valenciana y director de Emarasa hasta su fusión que salté a Benidorm, las dos Marinas y luego el Vinalopó y la Foia de Castalla. Llevo un largo recorrido en la casa.
No es lo mismo la situación hídrica de la Vega Baja que la del Alto Vinalopó o las Marinas.
Es cierto, pero todos los que trabajamos en esta empresa tenemos una vocación de servicio muy desarrollada. Todos los ayuntamientos quieren lo mejor para su municipio. La gestión del agua es una tema básico porque vivimos en una zona de estrés hídrico muy acentuado. Por ejemplo, en Santa Pola uno de los problemas que teníamos era cómo llegar las aguas residuales sin conductividad para ser reutilizadas y se implantó un sistema de vacío, uno de los más grandes de Europa en conducción de aguas negras. Y sin embargo en Benidorm siempre se ha apostado por la digitalización. La apertura de Dinapsis fue una gestión disruptiva que ha servido al municipio para tener un punto más en la acreditación de destino turístico inteligente.
¿Qué hace diferente a Aguas de Alicante?
Lo que vamos buscando es no sólo gestionar el servicio hídrico del municipio, sino además dar ese puntito de diferenciación con respecto a otras empresas. Cambia mucho la perspectiva a la hora de ser concesión o empresa mixta. En el caso de Aguas de Alicante, es empresa mixta centenaria, muy arraigada en la ciudad, lo que hace que la sintamos más nuestra.
¿Hay más controles por parte de las autoridades municipales al estar en el Consejo?
No es cuestión de más control sino de más arraigo. Estamos controlados en todos los sitios en los que estamos, porque tenemos que rendir cuentas con los técnicos municipales, concejales y alcaldes, no sólo en la gestión de los recursos, sino en las cuentas. Cada vez que planteamos algo tenemos que presentar un estudio de costes. En las empresas mixtas, con consejos cada tres meses en los que participan los concejales, hay más cercanía y proximidad. Los concejales conocen la empresa desde dentro y se gana, todavía más, en transparencia. Porque conocen más el trabajo que realizamos.
El último consejo se centró en el Pacto Social y en el Fondo Social. ¿Qué supone para los municipios gestionados por Aguas de Alicante?
Es una propuesta que realizamos para impulsar la recuperación económica sostenible e inclusiva. Lo hacemos mediante alianzas entre empresas, administraciones y agentes sociales. En este caso hemos querido trabajar para que todo vaya alineado con la agenda urbana local del Ayuntamiento de Alicante. Porque no tiene sentido lanzar iniciativas propias sin haberlas consensuado con el principal socio, el Ayuntamiento.
¿En qué se basa?
Los ejes se basan en la sostenibilidad, en poner a las personas en el centro y en la colaboración público privada. En tres pilares: solidaridad, empleo y reconstrucción verde. Muchas de las acciones venimos haciéndolas, desde el Fondo Social. Queremos trabajar con el ayuntamiento en un certificado de profesionalidad de redes de aguas para mujeres que estén buscando trabajo activamente. Llevamos una serie de acciones en las que queremos hacer una escucha activa con asociaciones empresariales y de vecinos, ONG... Les decimos: “Oye, tenemos esto. ¿Os gusta? ¿Podemos mejorarlo?”.
" Queremos trabajar con el ayuntamiento en un certificado de profesionalidad de redes de aguas para mujeres que estén buscando trabajo activamente"
¿Y en infraestructuras verdes? Su objetivo es el “vertido cero” de la ciudad.
Sí, uno de los proyectos que ya hemos lanzado es “Alicante Agua Circular”. Muchas veces, en aspectos como el lenguaje, parece que hablar de “vertidos” es hablar de algo malo. Por eso hemos puesto en valor lo positivo con la palabra “circular”.
¿En qué consiste?
Es un proyecto apasionante que puede colocar Alicante en capital de sostenibilidad en cuanto al tema hídrico se refiere, porque en un momento en el que estamos conociendo noticias sobre la vigencia del trasvase del Tajo-Segura, sobre si el mar Menor se contamina, lo que hay que dejar claro es que nuestras depuradoras funcionan correctamente, la conductividad del agua que sale está por debajo de los niveles de la legislación autonómica, española y europea, pero queremos que ese agua no vuelva al mar.
Conductividad no es contaminación
No, es sal de agua de mar porque muchas veces nuestras tuberías están por debajo de los niveles freáticos. Queremos donarla a los regantes que son quienes están demandando esos caudales. Hablamos, de los 30 hectómetros cúbicos (hm3) en cifras redondas. 8,5 millones de m3 se utilizan ya para darle un segundo uso y se lo llevan los regantes. Y 1,5 se lo llevarían los servicios urbanos y jardines particulares. Quedarían 21 millones de m3 de agua que actualmente no se aprovechan y queremos dejarlos a la salida de las depuradoras, para que se hagan infraestructuras y sean capaces de elevarlo a cotas más elevadas para llevarlos a comunidades de regantes de L’Alacantí, incluso a la margen izquierda.
"Alicante Agua Circular consiste en que hay 21 millones de metros cúbicos de agua que actualmente no se aprovechan y queremos dejarlos a la salida de las depuradoras para los regantes"
¿Cómo lo harían? ¿Cuánto puede costar?
A través de parques solares, para abaratar esos costes de elevación del agua. Sí, se trataría de crear las balsas e infraestructuras hidráulicas para los regantes. Estaríamos hablando de un total de 104 millones de euros. Pero eso no es nada si tenemos en cuenta que hay unos fondos Next Generation a la vuelta de la esquina y en esta comunidad, zona y ciudad y hay mucha gente del sector primario que necesita de esta agua.
¿Cómo va el reparto de esos fondos europeos?
De los 104 millones de euros, al Ayuntamiento de Alicante le corresponderían 55 para hacer mejoras en sus instalaciones de agua residual. Mejorar la calidad del agua que llega a las depuradoras, quitar esa salinidad. De esos 55 millones nosotros tenemos hechos en anteproyectos y memorias valoradas 48 millones. Nos faltarían sólo 7. Así, cuando nos digan qué proyectos tenemos, estarán todos hechos.
¿Y los 7 restantes?
En el proyecto Alicante Agua Circular nosotros llevamos 4 parques estilo La Marjal o depósitos antitormentas con un parque en superficie. De estos, uno de los más necesarios es el de Benalúa Sur, la antigua carretera de Murcia. Allí tenemos previsto hacer un parque tipo La Marjal, que recoja aguas de lluvia. Ahora sólo depende de una cesión de los terrenos de Adif. No tenemos claro ni los terrenos que van a ceder o cuándo los van a ceder. Nos falta simplemente el encaje físico.
¿Pero cuándo puede estar?, porque los alicantinos ya sabemos de qué se trata porque conocemos La Marjal.
Es un proyecto de consenso. Lo hemos presentado a la Unión Europea, al Ministerio para la Transición Ecológica, la Confederación, a los regantes. Toda la gente de fuera de Alicante se queda perpleja cuando conoce La Marjal porque es único, fruto de la colaboración público-privada y es una realidad, ideado por los ingenieros municipales y llevado a cabo por Aguas de Alicante con fondos propios. Nosotros trabajamos como gregario de lujo, hacemos proyectos para que luego sean impulsados por los ayuntamientos. Y en los fondos Next Generation la colaboración público-privada es fundamental.
"El consenso entre empresas y administraciones es la clave. A la hora de adjudicar los fondos Next Generation la colaboración público-privada es fundamental"
Le hablaba de plazos.
Sí, dependen de la burocracia. También tenemos otro proyecto de Alicante Agua Circular segregado, ubicado en la Vía Parque con la calle Teulada. Sería una solución mixta en La Marjal y tanque antitormentas de San Gabriel, con capacidad para 15.000 m3 de aguas negras y 15.000 de aguas pluviales. Nosotros estamos preparados. Si nos dicen mañana, mañana podemos empezar.
Aguas de Alicante participa de la Mancomunidad de Canales del Taibilla y esta a su vez se nutre el Tajo-Segura. ¿Cómo ven las polémicas de los continuos recortes del trasvase?
Nosotros siempre cumplimos a rajatabla lo que nos marcan los organismos de cuenca. Y Confederación nos ha dicho “cojan agua de la desaladora y ese volumen dejen de explotarlo en los pozos que tienen en el Alto Vinalopó”. En todos los pozos que tenemos en propiedad medimos exhaustivamente los niveles y nunca los hemos sobreexplotado. Pero en ese acuífero hay muchísima más gente. El Taibilla nos asegura un volumen de agua de boca. Nosotros en Alicante, tenemos las desaladoras. Evidentemente, cuanto menos agua del trasvase nos llegue, con el precio de la energía nos será más cara. Pero yo no estoy para debatir si es bueno o malo. Yo quiero ser autosuficiente y ponemos sobre la mesa de los ayuntamientos soluciones. ¿Cuánto se va a recortar el trasvase? ¿50 hm3? Nosotros ponemos sobre la mesa 21 hm3 que equivalen 21.000 millones de litros. Y esto es para toda la vida.
Con la subida de la luz han tenido que repercutirlo en la subida del recibo.
Siempre estamos peleando con la burocracia. Yo hice un parque solar en Santa Pola, por ejemplo, y lo hicimos en 5 meses una vez tuvimos todos los permisos. Genera 2 gigavatios, suficiente para proporcionar agua potable y alcantarillado. Aquí en Alicante hemos planteado una planta solar y estudiamos energías renovables en nuestras depuradoras, que son las que más consumen. Pero siempre que dependes de una desaladora y de un externo, el precio no lo puedes fijar tú. Tienes que repercutirlo al ciudadano, pero sólo la parte de ese volumen de agua.
Este año la subida es mínima, ¿ha sido por la energía o hay más factores?
Sí, por la reducción de caudales que nos está pidiendo Confederación. No es lo mismo subir el agua de un pozo, que comprar agua desalada a mucho más precio. Más del 60% de la actualización de precios corresponde al tema de la desalación.
¿Qué ha aprendido Aguas de Alicante de esta pandemia?
Hemos aprendido todos, pero si hago un balance, es que nos ha acercado todavía más al ciudadano. Y nos gusta. Hemos apostado por esa cercanía por lo que hay que poner en valor la profesionalidad de todos los trabajadores, trabajando en la calle día y noche en parejas estancas para evitar contagios como servicio esencial. Mientras que en las utilities cada vez es más difícil contactar, nosotros hemos estado siempre ahí. Tenemos un fondo social que normalmente utilizan personas vulnerables pero hay personas que pueden estar pasando dificultades temporales que han venido a contarnos su problema, le hemos buscado una solución como el aplazamiento del pago y sin interés. Hemos reforzado esa cercanía.