El Nuevo Museo Minero de La Unión da el premio a la mejor arquitectura de interior a un estudio de Elche

El pasado no deja de darle alegrías al equipo de Ángel Rocamora. Su estudio en Elche ha ganado ahora un premio en la Región de Murcia por el proyecto del Nuevo Museo Minero de La Unión. Su trabajo ha sido el preferido en la categoría de interiores y arquitectura efímera por la apuesta inmersiva en la didáctica experiencial de este sector.

El Museo Minero de La Unión pone en valor los aspectos científicos e históricos de la actividad minera del municipio, explica sobre su proyecto a través de un comunicado. En él recoge la historia de la minería desde la antigüedad hasta los últimos años de actividad en el siglo XX. Así, sala a sala va mostrando su importancia e influencia en el paisaje, en la sociedad y los valores mineralógicos del territorio unionense.

El discurso expositivo se desarrolla a partir de una museografía inmersiva que apuesta por una didáctica experiencial. Además del proceso minero, el discurso profundiza en el paisaje social de la época. De esta forma, explica la aparición de esta población y la estructuración de clases y el desarrollo político y sindical en torno a esta industria. Todo ello se refleja en la trama urbana y en la arquitectura de La Unión.

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Una de las piezas más espectaculares es la que abre el recorrido en la planta baja. En ella ha situado el último malacate original de la Sierra Minera de La Unión. Este sistema de poleas tiene más de quince metros de envergadura y con más de cien años de antigüedad.

La visita continúa en planta sótano y ofrece un recorrido circular por los distintos temas y ámbitos, con una escenografía central de una explotación minera con aportación de material real. Esta planta no dispone de luz natural, buscando la sensación de inmersión en la experiencia minera, donde la iluminación general se confía a la luz residual de vitrinas para objetos y a la gráfica expositiva, formada a partir de cajones de luz retroiluminados con textiles impresos que contienen la información.

Esta situación lumínica convive con la garantía de unas condiciones adecuadas para la visualización de la colección expuesta y un control óptimo de temperatura según demanda de las piezas expuestas en cada caso.

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Una apertura bajo el malacate histórico conecta ambas plantas y permite escenografiar el ascenso y descenso de las cubas que transportaban agua o mineral a partir de una reconstrucción fidedigna.

La exposición ocupa un espacio de casi dos mil metros cuadrados que ofrece una experiencia única y de primera mano sobre la historia de la Industria Minera y la importante actividad que ha se ha llevado a cabo en este municipio desde hace más de dos mil años a través de piezas únicas, elementos originales de la minería unionense integrados en la escenografía, fotografías, planos, cartelería y audiovisuales, así como una colección de doscientos minerales.

Una museografía inmersiva, con rigor histórico y científico, de gran carga didáctica y divulgativa, que incluye la perspectiva de género en su discurso recuperando el papel de la mujer en el entorno minero. Un discurso expositivo que no sólo exhibe la historia de la minería desde una perspectiva científica e industrial, sino que también fomenta el compromiso con el medioambiente, recuperando los graves sucesos del desastre de Portmán, y coloca el foco protagonista en el paisaje social y en el papel de la mujer en el proceso productivo y transformador de esta sociedad.