Juan Evaristo, en una imagen cedida por el autor.

Juan Evaristo, en una imagen cedida por el autor.

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Por qué no deberías perseguir tus sueños y sí abrazar la vagancia, según un profesor de Elche

El doctor en Filosofía Contemporánea, Juan Evaristo, desarrolla en Metafísica de la pereza toda una defensa de la ociosidad contra la productividad laboral. 

15 abril, 2022 02:17
Elche

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Cuando Juan Evaristo Valls Boix (31 años, Elche) comentó a sus amistades que su nuevo libro iba a versar sobre la necesidad de la pereza en nuestras vidas, estos, incrédulos, se echaron a reír. "Soy un absoluto adicto al trabajo y al ser profesor universitario también soy consciente de que mi trabajo está particularmente precarizado", reconoce. "Por eso el libro tiene mucho de biográfico y en él digo que solo alguien adicto al trabajo puede escribir sobre la pereza", añade.

Metafísica de la pereza (Ned ediciones, 2022) es el último trabajo, "y el más personal" de este joven doctor en Filosofía Contemporánea y profesor en la Universidad de Barcelona tras Giorgio Agamben: Política sin obra (Gedisa), publicada en catalán y castellano. El planteamiento de su obra, una especie de ensayo filosófico, aunque ligero en su lectora al tener una prosa novelada, es "ensanchar nuestra imaginación" para encontrar en la pereza "una forma de salir" de las dinámicas de explotación laboral en la que muchos nos encontramos inmersos. 

"El libro llega ahora porque estamos en un momento particularmente agudo por el incremento de toda una serie de malestares sociales vinculados con la productividad, el trabajo y el cansancio", avanza. "La pandemia ha hecho incrementar los índices de presión de trabajador, el conocido como born out, que en última instancia se traduce en más suicidios", avisa. 

Y es que, como repite durante la conversaciones, "ahora, más que nunca, el trabajo se puede hacer a todas horas", gracias a las nuevas tecnologías que nos permite (u obliga) a trabajar hasta con el teléfono móvil. Esta dinámica, con la explosión del teletrabajo desde la pandemia de Covid-19, se entremezcla con relaciones laborales "cada vez más precarizadas que, en nombre de los sueños a alcanzar, sirven como pretexto para cobrar menos". "Es una forma particularmente perversa de explotación aprovechando las nuevas tecnologías", sentencia. 

Con este contexto, vienen los malestares de los que, denuncia, "están socialmente mal vistos. "Parece que uno siempre tiene que estar alegre y si vas a clase o al trabajo enfadado, es que eres un mal estudiante o un mal trabajador y eso es porque la fatiga está tapada por el sistema", añade este docente de Teoría del Arte y Filosofía Contemporánea. 

Malestares que conocen bien, sobre todo, la generación milenial y posteriores, que lleva tiempo nadando en la incertidumbre y la precariedad. El libro, pues, no solo aborda ese cántico generacional, sino que también es propositivo a través de un recorrido por expresiones artísticas y literarias que "nos permiten acercarnos a un modo de vida improductivo, muestras donde la pereza o vagancia, las vacaciones o el sueño no están mal vistas, sino al revés, presentan un modo de vida deseable que no pasa por todas estas trampas del liberalismo de ser tu propio jefe". 

Son expresiones como los trabajos de la pintura de Agnes Martin, la poesía de Anne Carson o las letras de Raffaella Carrà y otras mujeres, "no todas son actuales pero sí contemporáneas". Y sí, todas las referencias son de mujeres, las grandes olvidadas por la historia, también por la filosofía. "Me parecía interesante, sin olvidar el componente feminista", reconoce. 

La gran dimisión

Preguntado por el fenómeno de los últimos meses que está llevando a millones de trabajadores de Estados Unidos, aunque también de Europa, a dejar sus puestos de trabajo "tóxicos" de manera repentina, conocido como 'la gran dimisión', responde que "de entrada es sumamente interesante porque muestra que la sociedad ha sabido decir no y poner un límite a la precarización de sus vidas".

Aquí recuerda el caso del verano pasado, cuando la plantilla de un McDonald de California, dimitió "de la noche a la mañana", como se pudo ver en una serie de vídeos en Tik Tok. "Se inventó una forma colectiva de decir no, como alternativa de huelga, para poner la vida por delante del trabajo", sostiene este profesor que ha hecho estancias en universidades de California, París, Nueva York, Burdeos y Copenhague. 

"Ahora, todas estas transformaciones tienen su revés y de ahí si bien todos esos empleados se van del McDonald, acaban haciéndose autónomos o se van a trabajar a otro sitio", avanza. "Eso es porque no somos capaces de hacer otra organización social a las que propone el capitalismo, solo podemos reinsertarnos en sus lógicas", esgrime.  

Acabamos la conversación, como la empezamos, hablando de contradicciones: "Creo que en la escritura y el pensamiento el ejercicio más honesto es recoger las contradicciones", asume tras recordarle que su libro se vende en Amazon, una multinacional que, como recuerda, "somete a sus trabajadores a una precariedad absoluta", como se ha visto cuando han logrado, tras mucha presión, constituirse como sindicato.  

"Sería absurdo decir que este libro está fuera del sistema, pero sí que creo que estando dentro del sistema, se puede medio hackear a través de experiencias que supongan un medio apagón del mismo, y el libro trata de ser en un sistema eléctrico, un pequeño cortocircuito", concluye.