Un carrusel en una avellana: el museo "micro gigante" más increíble del mundo está en Guadalest

Guadalest es uno de los pueblos de Alicante que forman parte de manera ineludible de la lista de localidades más hermosas de la provincia. Fue uno de los dos lugares alicantinos (junto con Altea) que salieron en el reciente top 100 de National Geographic sobre los lugares más bonitos de España, y es un fijo en la lista de cinco destinos que hay que visitar en el sur de la Comunidad Valenciana para esta publicación. 

Su principal atractivo turístico es su castillo, que data del siglo XII, así como una presa que da pie a unos impresionantes paisajes naturales. Pero también alberga dos museos de miniaturas increíbles, con creaciones del artista Manuel Ussà. 

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Este "microminiaturista" trabaja "en un estado de conciencia y relajación rigurosos, evitando las interferencias de su propia respiración" y controlando "el pulso de sus manos, interviniendo únicamente en el espacio intermedio de los latidos de su corazón, esculpiendo microesculturas invisibles al ojo humano".

Así ha conseguido capturar logros que parecían imposibles, como por ejemplo una plaza de toros en la cabeza de un alfiler, la Biblia realizada en la sección de un cabello, una hormiga tocando el violín, un cuadro del Greco pintado en un grano de arroz, las Tres Gracias de Rubens talladas en la punta de un lápiz o un autorretrato del propio Ussà tallado en un grano de arena. "Posiblemente el autorretrato tallado en piedra más pequeño del mundo", dice la web de los museos.

Otra de las piezas que se exhiben.

"Ussà ha sabido desarrollar una técnica propia", continúa. "Ha conseguido elaborar los primeros pinceles invisibles y recrear las materias primas que modela, talla y policroma obteniendo como resultado unas esculturas que están más allá de la barrera visual".

Para ello utiliza "un sofisticado instrumental de su invención, nunca se aproxima a la obra de manera directa, sus movimientos la destruirían; ha de ir rodeándola con cuidado, esperando el momento decisivo que le brinda el intervalo de sus propios latidos, para trazar los puntos precisos sobre una materia que va modelando pacientemente hasta que alcanza su forma final y definitiva".

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Sus creaciones también abarcan la pintura, incluyendo la Maja Desnuda de Goya pintada en el ala de una mosca, las Meninas de Velázquez en un grano de maíz o cuadros de Tiziano y Rubens recreados en la quinta parte de un centímetro.

Ussà, dicen, investiga con estas creaciones este nuevo universo "con su intuición, sin necesidad de apartar los ojos de la tierra nos descubre hojas bellísimas en su esencia, partículas de polen, semillas vegetales, insectos de caparazones dorados y ese sin fin de elementos maravillosos y apenas visibles a los ojos del hombre contemporáneo".

"Después de contemplar a través de la lupa su obra invisible, difícilmente podremos mirar a la Naturaleza de la misma manera. Conoceremos ya siempre ese resorte mágico que nos abre las puertas a ese mundo mínimo y espectacular, que está al alcance de nuestros ojos ahora abiertos ante tanta verdad escondida", concluyen.