En España somos adictos al amor, al menos eso es lo que indican los datos y cifras del Instituto Nacional de Estadística español (INE), en el que se concretan más de 11 mil millones de parejas. Pero más allá de esas ganas de querer, existen otras adicciones que pueden llevarnos a experimentar determinadas situaciones tóxicas en pareja o repetitivas como es el caso del síndrome liana del que vamos a hablarte a continuación.
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Un trastorno en pareja cada vez más común en España y que podría esbozar la dependencia de algunas personas a encadenar constantes parejas sentimentales una detrás de otra. Una sensación constante de no poder vivir sin pareja y que incluso puede llegar a extenderse a otras facetas de la vida. Te contamos cómo identificarlo y enfrentarlo.
¿Qué es el síndrome liana?
Similar a las sustancias y comportamientos adictivos, el amor puede convertirse en una adicción cuando se desarrolla una dependencia, es decir, cuando se vuelve necesario para nuestro bienestar. Al igual que cualquier otra adicción, la falta de amor puede desencadenar un síndrome de abstinencia que se manifiesta a través de ansiedad, angustia, temblores, sudoración, entre otros síntomas.
En este contexto, la adicción se manifiesta como una búsqueda compulsiva del amor romántico, y la ausencia de este amor puede hacer que la persona se sienta insegura y vulnerable.
El síndrome de liana es un ejemplo claro de esta dinámica, donde la persona, al finalizar una relación, busca rápidamente involucrarse con otra.
Posibles causas del síndrome liana
Lo preocupante de este síndrome es que no hay un proceso de curación entre una pareja y otra. Este patrón de comportamiento sugiere una incapacidad para tolerar la soledad y la necesidad de llenar el vacío emocional dejado por la ruptura con otra persona.
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Detrás del síndrome de liana también se esconde la dificultad para aceptar la nueva situación y una crisis de identidad. Después de una ruptura, muchas personas sienten que pierden una parte fundamental de su vida, ya que solo se definen a sí mismas a través de la presencia de una pareja. Al desaparecer ese vínculo, experimentan una falta de apoyo emocional para afrontar sus problemas y la dependencia resultante las impulsa a buscar refugio en otra relación sin tomarse el tiempo necesario para sanar y entenderse a sí mismas.
Cómo puede evitarse el síndrome liana
Reconoce la importancia de pasar por un proceso de duelo para reconstruirte y obtener una perspectiva clara de tu situación, teniendo en cuenta lo que necesitas en esta etapa de tu vida.
Dedica el tiempo necesario para explorarte a ti mismo, cuestionando qué es lo que realmente buscas en tu próxima relación de pareja. Este periodo de autoevaluación es fundamental para establecer bases sólidas y claras para el futuro.
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Comparte abiertamente tus sentimientos con personas de confianza. Al hacerlo, les permites ofrecerte perspectivas externas sobre los posibles fallos que pudieron haber existido en tu relación anterior. Este proceso de externalización puede ser esencial para ganar claridad y entender mejor tus propias emociones.
Aprende a experimentar y vivir todas las fases del enamoramiento. Reconoce que las sensaciones de mariposas en el estómago son efímeras y que las distintas fases del amor requieren adaptación. Comprender y ajustar el amor a los diferentes ritmos de la relación es esencial para cultivar una conexión duradera y satisfactoria.