Seguro que alguna vez has escuchado ese conocido mito del amor romántico que dice que "el amor es ciego". Esta también es una expresión muy utilizada en España y que todos en algún momento de nuestras vidas hemos llegado a escuchar en alguna ocasión. Una expresión que tiene que ver con esa idealización hacia la persona de la que se está enamorada y que no deja ver más allá. Pero ¿qué ocurre cuando esa idealización es llevada al extremo?
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En ese caso nos encontramos ante el conocido como birdboxing, otro término anglosajón que se une a la larga lista de nuevos términos sobre las relaciones amorosas como ghosting, pocketing, juggling o sploshing, entre otros. Un término que en este caso ha nacido a partir de la conocida película 'Bird Box' de Netflix con Sandra Bullock como protagonista. Pero ¿qué significa exactamente y cómo puede repercutir en la relación de pareja? Te lo contamos.
¿Qué es el birdboxing? El comportamiento que camufla los defectos en la pareja
Birdboxing es básicamente ese concepto de que el amor nos puede dejar absolutamente ciegos. Hace referencia a esa etapa por la que todas las personas pasan alguna vez en su vida durante la fase inicial del enamoramiento, una etapa de ensueño también llamada luna de miel.
Esa etapa en la que los mitos del amor romántico se instalan y crees que la persona de la que estás enamorada es el amor de tu vida, sin defectos o con defectos mínimos si es que llegas a notar alguno.
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Es algo así como ponerte unas vendas en los ojos, incapaz de ver las partes menos atractivas de tu pareja. Y aunque este término puede aplicarse a otras áreas de la vida, como el trabajo, siempre implica esa idealización que nos hace ignorar los defectos reales de la persona. Pero la realidad, es que esa persona que ahora parece perfecta a tu lado no lo es, porque, honestamente, nadie puede serlo.
¿Cómo evitar el birdboxing en pareja?
El birboxing no tiene por qué ser algo necesariamente negativo y además es imposible o muy difícil de evitar en la relación, ya que esto no deja de tratarse simplemente de una etapa más del enamoramiento.
De hecho, al comienzo de una relación, es bastante normal estar "ciego de amor". Un estado que según algunos estudios puede durar hasta cuatro años, impulsado por hormonas y un cóctel de emociones.
La clave está en llegar a la siguiente fase, la de decepción o desencanto, donde nos quitamos las gafas del enamoramiento y vemos la realidad más clara. Es normalmente al final de los primeros tres años, cuando conocemos los defectos reales de nuestra pareja y comienzan los reclamos de cambios.
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Sin importar cómo le pongas el nombre a la situación y cuánto se alargue en el tiempo, lo importante es tener la capacidad de poder quitarte las vendas y ver realmente a la persona que tienes delante.
Claves para construir una relación sana
Más allá de esas etapas en la relación de pareja o en las diferentes fases del amor, si lo que quieres conseguir es una pareja sana y duradera, lo mejor es que reforcéis en conjunto las siguientes bases imprescindibles que te mencionamos. Aún así, recuerda que cada relación es única, y estas claves pueden adaptarse según las necesidades y valores específicos de la pareja.
- Respeto mutuo: La base de una relación sana es el respeto. Aprecia las diferencias y trata a tu pareja con consideración y amabilidad.
- Comunicación abierta: Fomenta la comunicación honesta y abierta. Hablar sobre tus sentimientos, pensamientos y preocupaciones es fundamental para comprenderse mutuamente.
- Confianza: Construir y mantener la confianza es esencial. Sé honesto/a, cumple tus promesas y confía en tu pareja.
- Espacio personal: Aunque estéis en una relación, cada persona necesitará su espacio. Respeta los tiempos y actividades individuales.
- Apoyo emocional: Estar ahí el uno para el otro en momentos difíciles fortalece la relación. Ofrece apoyo emocional y escucha activamente.
- Crecimiento conjunto: Ambos debéis tener la oportunidad de crecer y desarrollaros como individuos. Apoyar los objetivos y sueños de tu pareja contribuye al éxito mutuo.
- Afrontar conflictos de manera saludable: Los desacuerdos son normales. Aprende a resolver conflictos de manera respetuosa, escuchando las opiniones del otro y buscando soluciones juntos/as.
- Compromiso: Una relación sana requiere compromiso de ambas partes. Estar dispuesto/a a trabajar en la relación y enfrentar los desafíos juntos/as.
- Celebrar éxitos: Compartir los logros y celebrar las victorias de tu pareja fortalece el vínculo y la conexión emocional.
- Cuidado mutuo: No descuides los gestos de cariño y el afecto. Demostrar amor y aprecio en pequeñas acciones diarias mantiene viva la chispa.