La cómica confusión de una abuela invitando a comer cocido a un desconocido en WhatsApp
La mujer se equivocó al agregar el contacto de su nieto y envió unos audios a un desconocido para invitarlo a comer cocido.
2 noviembre, 2023 20:25Noticias relacionadas
A las abuelas podríamos dedicarles un apartado en exclusiva dentro de La Jungla. Hasta aquí han llegado las historias de mujeres tan maravillosas como la que estaba enganchada a Juego de Tronos y comentaba los episodios, aquella otra que daba consejos durante la pandemia a los "irresponsables", la gallega que estaba 'embarazada' o la que decía ser "nena otra vez" al ir al cine con su nieto, sin olvidar a Elva, que con 85 años sigue viajando por todo el mundo ofreciéndose como voluntaria.
Ahora, a estas historias inolvidables se viene a sumar la de una abuela desconocida que se ha hecho muy viral en los últimos días porque el móvil le ha jugado una mala pasada. Es inevitable que a ciertas edades cueste más adaptarse a la tecnología y bastante bien lo hacen la mayoría de nuestros mayores, esforzándose por saber cómo hacer una llamada, mandar un mensaje por WhatsApp o contar con perfiles en las redes sociales, por no incluir también la dificultad de distinguir las informaciones falsas.
Esta vez, la señora se confundió al grabar el número de su nieto y envió unos audios al chico equivocado: "Niño, ¿vas a venir mañana a comer?", se escucha decir a la mujer en el audio que subió su nieto postizo. "Se ha equivocado, señora", escribe él, sin convencerla demasiado, porque ella replica enseguida: "Soy tu madre... Tu abuela... Que te vengas mañana a comer cocido". Ante la invitación, el destinatario insiste en que "se ha equivocado, no soy su nieto", pero sugiere que igualmente "si quiere, voy a comer":
@isaiiasbaltar Quiero encontrar a esta señora #parati ♬ sonido original - isaias baltar
El vídeo está a punto de llegar a los dos millones de reproducciones, acumulando comentarios en los que a la mujer le salen nietos hasta de debajo de las piedras, sobre todo por la invitación al cocido: "A eso no se le dice que no", aseguran con ironía. Isaías, el afortunado, ha confesado que la mujer no volvió a contestar más, así que todavía está esperando por la respuesta para ir a comer a casa de su nueva yaya.