El infalible método Zuckerberg para parecer más alto: sentarse sobre un maletín
En la Jungla. El fundador de Facebook pasó cinco de las horas más largas de su vida compareciendo ante el congreso por el escándalo de Cambridge Analytica, y lo hizo sentado sobre un maletín para parecer más alto.
11 abril, 2018 14:11La comparecencia de Mark Zuckerberg en el congreso de EEUU por el escándalo de la filtración de datos en el caso de Cambridge Analytica. El fundador de Facebook decidió tomar el toro por los cuernos y acudir a responder las preguntas de los representantes del pueblo. Y era importante dar una imagen de poder.
Zuckerberg mide 1,71, que no está mal pero quizá le parecía poco. Digamos que su físico no es precisamente el de Schwarzenegger y está más cercano al de Woody Allen. Se enfrentaba a horas y horas -finalmente fueron 5- de interrogatorio en un escenario pensado para intimidarle. Era, posiblemente uno de los momentos más duros de su carrera y potencialmente un momento crucial para su negocio. Todo centímetro era una ayuda.
Así que todos los cerebritos de una de las empresas tecnológicas más poderosas del mundo se unieron para desarrollar una técnica para hacerle parecer más alto. ¿Qué ingenio desarrollaron? El mismo que los niños en el cine: sentarlo encima de un maletín:
Your personal data is personally being protected in a briefcase underneath Mark Zuckerberg. pic.twitter.com/irsXXBMx0i
— Moj Masti® (@mojmastofficial) 11 de abril de 2018
@DaveRickards looks like Zuckerberg really did need that phone book... Or a briefcase will do pic.twitter.com/9rZs7laMlz
— fatty (@fattymacfart) 11 de abril de 2018
He's a big boy now!
— Steve (@SVH2) 11 de abril de 2018
Zuckerberg sits on a booster seat while lying to congress pic.twitter.com/aLYjOicpJM
Y es que imaginad si en las fotos de la comparecencia que le hubieran faltado esos 10 centímetros en una foto así...
No solo se preparó para parecer más alto, también para parecer más humano. "Recuerda beber agua, Mark, a los humanos les gusta el agua":
"don't forget to drink the water, humans like water" pic.twitter.com/RyhWE74Sl4
— RUIN™ (@BravingRuin) 10 de abril de 2018
Aunque tanta preparación por parecer humano y alto parece que hizo que se olvidara de cómo proteger sus propios datos y tontamente olvidó su cuaderno abierto. Como para luego pensar que podrá proteger el de miles de millones de personas:
I hope Mr. Zuckerberg does a better job of protecting our data than he does his own. This is a picture of his left-opened notebook during a break at his Congressional hearing. It's wide open. pic.twitter.com/JlMPR7iogk
— Scott Stephens (@scottstephens84) 10 de abril de 2018
Y los fotógrafos se dieron cuenta:
Aunque, finalmente, con Zuckerberg fuera de su 'asiento trampa' descubrimos que en realidad el maletín no era tal, sino un cojín que, eso sí, cumplía esa misma función pero con algo menos de surrealismo:
Report from Capitol Hill: Mark Zuckerberg’s chair has extra padding. (Photographs by Evy Mages.) pic.twitter.com/bU5MJeMOj1
— Washingtonian (@washingtonian) 10 de abril de 2018
Zuckerberg ante la pesadilla de los millennials: explicar Internet a unos abuelos
El fundador de Facebook, con una cuenta corriente que a cualquiera nos daría para vivir bien unos cuantos meses, se vio sometido a la peor pesadilla de cualquier joven: tener que explicar a un grupo de octogenarios qué diantres es eso de Internet.
El senador Patrick Leahy, de 78 años mostró unas capturas de pantalla de varios grupos de Facebook (impresas, suponemos que por su nieto) y le preguntó si aquellos eran grupos de propaganda rusa. Debe pensar que Zuckerberg en persona lee todos los grupos.
Por ejemplo, el senador Orrin Hatch, de 84 años, preguntó cómo conseguían tener un negocio si su producto era gratuito. Zuckerberg tuvo que evitar partirse de risa al responder "senador, ponemos anuncios". "Ya veo, es genial", contestó el senador.
"Sonríe. Recuerda, los humanos sonríen".
Y esta es la gente que debe entender qué ha pasado y hacer leyes que regulen y eviten que vuelva a pasar. Que Dios pille a nuestros datos confesados.