En el episodio 6x01 de The Crown, Tony Blair (interpretado por Bertie Carvel) le presenta formalmente a la reina Isabel II su sugerencia formal para que Diana de Gales colabore con el gobierno británico.
Blair le cuenta a la monarca que así se lo propuso la princesa en la visita que hizo con el príncipe William a su casa de campo, donde jugaron al fútbol, almorzaron y dieron un paseo: "Diana cree firmemente que todavía tiene mucho que ofrecer al país como servidora pública y mucha energía. Cuando Diana habla, el mundo escucha".
La idea del primer ministro es encontrar una manera de aprovechar los talentos de la princesa de una manera más formal, algo que la monarca descarta inmediatamente porque como mujer divorciada, "Diana está aprendiendo la diferencia entre estar oficialmente dentro de la Familia Real y fuera".
Qué pasó en realidad
La visita a Chequers
Eran los primeros días del mandato de Blair, elegido en mayo de 1997, por lo que algunos no creen que se haya atrevido a intervenir por la princesa ante la reina en una de sus primeras audiencias, sin embargo, la visita de la princesa a su casa de campo sí se produjo.
Diana de Gales visitó a Blair en Chequers, la casa de campo oficial del primer ministro del Reino Unido, situada en el condado de Buckinghamshire, en julio de 1997. Sobre la conversación que mantuvo con la princesa, tal como revela el ex primer ministro en sus memorias publicadas en 2010, la conversación fue tensa, ya que el sacó el tema de Dodi Al-Fayed.
Durante un paseo privado por los jardines de Chequers, Blair le dijo a Diana que sentía que su relación con Fayed "era un problema".
"No era por las razones obvias, que habrían hecho que algunos no lo vieran con buenos ojos; su nacionalidad, religión u origen no me importan un comino. Nunca le había conocido... Si me preguntas qué era, francamente no podría decirlo, pero me sentía incómodo", escribe.
Blair afirma que sintió que a Diana no le gustó su intromisión. Además, la Princesa estaba molesta porque la fecha de su reunión se había trasladado de junio a julio para darle prioridad a una visita del príncipe Carlos. Sin embargo, Blair afirma en sus memorias que para el final de la conversación estaban de nuevo en una relación "cálida y amistosa".
En sus memorias, Blair admite que sentía un gran afecto personal por la princesa Diana - "me gustaba mucho y, por supuesto, era tan fanático de una princesa guapa como el que más; pero también era cauteloso"-, Blair veía en ella la encarnación del cambio político radical que barrió el país en 1997: "Lo que el Nuevo Laborismo tenía en parte", escribe Blair, "ella lo tenía en su totalidad".
Diana fue, según escribe Blair, "un meteoro impredecible" que irrumpió en el "ecosistema predecible y altamente regulado" de la familia real. Su muerte, tres meses después de que Blair entrara en Downing Street, fue "amenazadora" para la familia real. La reina se mostró reticente a hablar a la nación tras su muerte porque "no quería fingir una visión de Diana más conflictiva de lo que el público podía aceptar".
Blair le había ofrecido ser embajadora
Unas semanas después del trágico accidente, medios como Los Angeles Times publicaron artículos en los que se decía que antes de su muerte, Diana había aceptado una oferta del gobierno de Blair para trabajar como embajadora especial de Gran Bretaña.
"Diana, que perdió su estatus real cuando se divorció del príncipe Carlos en 1996, esperaba adoptar algún papel semioficial como embajadora de buena voluntad para acompañar sus esfuerzos privados por llamar la atención sobre cuestiones como la proliferación de minas terrestres", decía el medio estadounidense en un artículo publicado el 8 de septiembre de 1997.
Esto confirmaría la versión que da The Crown sobre las conversaciones que Diana y Tony Blair mantuvieron al respecto, aunque la serie se tomó licencias al hacerlas coincidir con la visita a Chequers y la posterior audiencia con la reina.
"Tenía una enorme habilidad, como vimos en el asunto de las minas antipersonas... para entrar en un área que podría haber sido controvertida y de repente aclarar a la gente lo que era lo correcto", dijo Blair al entrevistador de la BBC David Frost. "Sentí que había todo tipo de formas que podrían haberse aprovechado y utilizado para el bien de la gente".
"La princesa del pueblo"
Aunque no hay indicios ni registro de que Blair haya intervenido ante la reina para darle a Diana ese cargo del que hablaron, tras la muerte de la princesa en París, Blair sí intervino para persuadir a la reina de que dejara de lado su protocolo de "maneras tradicionales" y a no dar muestras de emoción.
Blair se atribuyó el mérito de convencer a la reina de que regresara a Londres y rindiera un homenaje público a la princesa para satisfacer la demanda del público. Declaraciones que, según revelaron algunas fuentes en su momento, molestó a la Casa Real. Esta versión fue usada por Peter Morgan, creador de The Crown, en su película The Queen, protagonizada por Helen Mirren.
Cuando en los primeros días tras la muerte de Diana, la Familia Real guardó silencio, fue Blair quien ofreció consuelo a la nación británica. Fue él quien se refirió a ella como la "Princesa del Pueblo", un epíteto que perdura hasta nuestros días.
Blair admitió en sus memorias que la ya famosa frase que utilizó al día siguiente, parece ahora algo de "otra época. Y cursi. Y exagerada. Pero en aquel momento me pareció natural".