¿Por qué Woody Allen no contrata a actores negros?
El reparto de su nueva película no incluye a ningún intérprete de color, como ocurre en casi todas sus obras y por lo que ha sido acusado de racista.
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Woody Allen no faltará el año que viene a su cita con sus fanáticos. Todavía tiene pendiente de estreno Wonder Wheel, su último filme protagonizado por Kate Winslet y Justin Timberlake y ya prepara la siguiente. Lo hará de la mano de su nuevo mejor amigo Amazon, y ya se conocen los primeros detalles del proyecto. Al frente del reparto estarán Elle Fanning, Selena Gómez y el francés Timothée Chalamet. Nada raro a primera vista. Un trío de jóvenes prometedores y una nueva chica Disney en la que confía el genio de Nueva York tras Miley Cyrus.
Tres actores blancos, nada de diversidad, dirán los más quisquillosos. En una época en la que Hollywood está en entredicho por la falta de papeles para las minorías étnicas, Allen anuncia su trío de actores blancos para su nueva obra. El problema con el realizador de Annie Hall es que esta vez no es una excepción, sino la tónica dominante en su obra. Con casi 50 películas a sus espaldas, una revisión del cine de Woody Allen deja claro que no hay lugar para otras razas en sus películas. Esto es especialmente raro en una persona que se mueve en una de las urbes más multiculturales y cosmopolitas del planeta, ese Nueva York que él radiografía como nadie, pero al que le aporta una capa de maquillaje blanco.
Los defensores del director argumentan que Allen se centra en el retrato de un estrato social muy concreto, una burguesía pija y judía en la que ni siquiera los negros entran, pero la ausencia de personajes afroamericanos en sus guiones no está sólo en aquellos que hacen pivotar la acción, sino también en cualquier secundario. Los amigos de los protagonistas, los tenderos que les atienden, sus amigos del trabajo son blancos. Ni siquiera en Balas sobre Boradway, ambientado en pleno Cotton Club en Harlem, o en Acordes y Desacuerdos, sobre un cantante de Jazz en plena gran depresión de EEUU los afroamericanos entraron en su plantel de estrellas.
El propio director tuvo que enfrentarse hace años a las crecientes acusaciones de racismo. Lo hizo, precisamente, tras el estreno de la adaptación teatral de Balas sobre Broadway, en la que según New York Daily News no había gángsteres de color por expresa petición de Allen. “No lo haré hasta que escriba una historia que lo requiera. No contratas a la gente basándose en su raza, contratas a las personas que son adecuadas para el papel. Dicen que deliberadamente no contrato a actores negros, y eso es una estupidez. Escojo a los que son adecuados para cada papel. La raza o la amistad no significa nada para mí, sólo me baso en quién es correcto para el personaje”, dijo al ser preguntado por The New York Observer.
También le defendió en la polémica Hazelle Goodman, una de las pocas actrices negras que han obtenido un personaje con frase en las películas de Woody Allen (la única junto a Chiwetel Ejiofor que lo hizo en Melinda y Melinda). Ella interpretó a Cookie, la prostituta de Desmontando a Harry. Muchos subrayaron entonces que, para una vez que contrataba a una afroamericana, fuera para dicho papel. “Cualquier realizador tiene el derecho a crear su visión, y esa es su visión, es la forma cómo ve el mundo, y tiene todo el derecho, igual que Spike Lee no pone a gente blanca en sus películas”, contó a Hollywood Reporter.
No lo haré hasta que escriba una historia que lo requiera. No contratas a la gente basándose en su raza, contratas a las personas que son adecuadas para el papel
Ese paralelismo entre Lee y Allen lo utilizó también el director de Haz lo que debas cuando fue preguntado por la falta de personajes blancos en sus obras. Dijo que lo mismo hacía Woody Allen con los negros y que no pasaba nada, pero la polémica fue avivándose.
No ha sido la única persona de color que se ha quejado de ello. La actriz Angela Bassett, nominada al Oscar por interpretar a Tina Turner, acusó de racismo al director en 2009. Lo hizo con motivo del estreno de Vicky Cristina Barcelona, y se quejaba de que sólo una persona del reparto era negra, y era -de nuevo- una prostituta. “Tener sólo una persona negra en todo el casting de la película me parece muy raro, y oh, sí, es una prostituta, por supuesto. No me malinterpretes, me encanta España y se ve preciosa, pero esa parte del mundo es tan diversa...”, dijo a The Telegraph en su momento una de las intérpretes afroamericanas más importantes, que además aseguró que no tenía ninguna gana de trabajar con él.
Siempre se dice que los guionistas escriben sobre lo que ven en su día a día, de las personas que conocen y con las que se cruzan, así que Woody Allen parece estar encerrado en su casa todo el día y no reconoce un mundo que es mucho más diverso que lo que él se empeña en mostrar.