Hay pocos directores y estrellas de Hollywood que muestren tanto entusiasmo en una entrevista como M. Night Shyamalan. Quizás sea porque el cineasta de orígenes hindúes nunca llegó a formar parte de la élite de Hollywood. “No me he sentido jamás como parte del sistema”, explica el autor de El sexto sentido y Múltiple en su encuentro con la prensa internacional para hablar de la tercera temporada de Servant, la serie más inquietante de Apple TV+ y, probablemente, de la televisión contemporánea.
Cuando un periodista mexicano le pregunta por el auge de las voces femeninas en las historias de género y pone de ejemplo algunas directoras de su país, Shyamalan le pide de forma enérgica que le haga llegar todos los nombres que considere que debería conocer “para que pueda hacer un seguimiento y asegurarme de saber todo sobre ellas. Lo digo en serio, es muy importante”. Ese deseo de encontrar nuevas voces sin prejuicios llevó al director a contactar con una joven francesa que le había deslumbrado con su debut: Crudo. Así acabó Julia Ducorneau dirigiendo dos episodios de la segunda temporada de Servant meses antes de hacer historia con la Palma de Oro del Festival de Cannes a su segunda película, Titane.
El día antes de nuestra conversación, la plataforma anunciaba la renovación por una cuarta y última entrega para una adictiva serie sobre religión, sectas y una familia disfuncional contada a medio camino del suspense, el género y la comedia negra. Shyamalan había avisado hace años que quería contar la historia de Servant en 40 episodios y cuatro temporadas. Misión cumplida. “Creo que la audiencia se quedará muy contenta con esta entrega, es la más visceral y física de todos”, promete el director. “Esta es la temporada en la que Servant abraza definitivamente y sin complejos el género. Creo que verán esa transformación como algo emocionante e impactante”.
Todas las temporadas has dirigido algún episodio de la serie. Este año, por ejemplo, haces el primer capítulo. ¿Qué es lo que te lleva a decantarte por uno u otro?
Como puedes ver, no hago los episodios que podrían parecer más obvios a simple vista. A veces, algo me habla mientras esbozamos el episodio y digo “oh, quiero hacer eso”. Hasta ahora, he elegido aquellos en los que hay una interpretación clave para la que necesito estar allí. Obviamente hice el piloto para establecer el tono de la serie y que estuviéramos todos en la misma página. Luego hice el episodio 9 de la primera temporada, que es en el que descubres lo que le pasó a Jericho. Era un desafío realmente difícil para Lauren Ambrose [Dorothy en la ficción]. Quise encargarme de ese momento y sentar las bases de una parte clave de nuestra historia: averiguar lo que le pasó a Jericho. En la segunda temporada hice el cuarto episodio, en el que Dorothy tortura a Leanne. Tenía muchas ganas de estar allí con las dos, especialmente para guiar a Lauren. Necesitábamos hacerla comprensiva y que se entendiera por qué Dorothy hace este tipo de cosas indescriptibles en ese episodio. Teníamos que explicar lo que haría un padre para recuperar a su hijo.
En el primer episodio de la temporada 3 Nell Tiger Free tenía un reto muy complicado mientras Leanne empieza a descubrir el lado más oscuro de sí misma y sus poderes potenciales. También me encanta este tipo de sentimiento de paranoia en un personaje que tiene la sensación de que alguien está en la casa con ella, en la línea de Repulsión, de Polanski. Son las interpretaciones lo que realmente me atrajo de los episodios que he dirigido en Servant.
Desde que estrenaste la primera temporada de la serie has estrenado una película (Tiempo) y has escrito otra. ¿Cómo te ha influido tu trabajo en Servant en tu carrera en el cine?
Ha tenido un gran impacto. Hay una consecuencia práctica muy clara: he descubierto muchos colaboradores trabajando en Servant. Editores, directores de fotografía, asistentes de dirección, cosas así. Empecé a trabajar con ellos en la serie y después pasaron a mis películas. Más allá de eso, ha sido muy interesante trabajar con tantos directores y ver las fortalezas de todos. Algunos de ellos son mejores retratando el misterio o la sensualidad. Otros son más atrevidos en sus movimientos de cámara. Todos me están enseñando cosas y puedo aplicar todas esas lecciones.
A nivel personal una de las cosas que he aprendido en Servant es a pensar en esos episodios como secuencias de 30 minutos. Si te fijas en los episodios de las temporadas 2 y 3, en realidad funcionan como una única secuencia de 30 minutos. A partir de ahí me pregunté qué pasaría si planificase una película como si fuera una secuencia de dos horas. “¿Dónde llega este primer plano? ¿Cómo encaja la puesta en escena de la escena 34 con la 78?”. Empecé a verlo todo como un único movimiento, en lugar de pensar que son 100 minipelículas que están pegadas la una a la otra. Servant me ha obligado a pensar en términos secuenciales. Creo que es algo que puede verse reflejado en Tiempo y su movimiento, y también se notará en mi siguiente película. Parece una única secuencia.
En Servant hay muchas directoras. En el suspense cada vez hay más mujeres detrás de las cámaras. ¿Qué perspectiva le da la mirada femenina al género?
He contratado a muchas directoras, pero ha sido porque me interesa su punto de vista. No tengo una agenda política, simplemente creo que sus historias y su mirada tienen algo único. Su perspectiva me parece más interesante. Su visión de conceptos como la fuerza, el poder, el miedo o la sensualidad. Los encuentro diferentes y estimulantes, tal vez porque mi experiencia es la de un inmigrante que hace películas en Hollywood. Siempre me he sentido como un extraño. No me he sentido jamás como parte del sistema. He sentido que tenía que abrirme camino en un sistema en el que habrá mucha resistencia. Tal vez sus voces y las cosas por las que han pasado resuenan conmigo por eso. Creo que ellas pasan por circunstancias similares. Tienen que forzar su entrada en el sistema. Me llama mucho la atención lo que tienen que decir. He tenido muchas directoras que han entrado y creo que son increíbles. Creo que encuentran el equilibrio entre lo humano y los requisitos del género de una manera más orgánica. No sienten que tienen que hacer una cosa o la otra, pueden hacer ambas cosas.
Una de las directoras con las que has trabajado es Julia Ducornau. ¿Cómo acabó trabajando en la segunda temporada de la serie?
Julia es la mejor. Me puse muy feliz cuando ganó la Palma de Oro. La conozco desde hace tiempo ya, desde que estrenó su primera película. Vi Crudo y me puse en contacto con ella. Estaba en París para el estreno de Múltiple. Le pedí que viniera y estuvimos horas hablando de cine. Me encanta lo audaz que es. Ella ve ideas y encuentra la forma de desafiarlas y darle la vuelta. Le dije: "Tenemos que hacer una película juntos, pero mientras tanto, ¿por qué no vienes y haces un episodio de Servant?". Aceptó y dirigió los dos primeros episodios de la segunda temporada. No me lo podía creer. La adoro. Espero hacer muchas cosas con ella en el futuro.
Servant tiene muchos elementos de terror sobrenatural, pero también religiosos. ¿Cuándo empezó tu fascinación por lo sobrenatural y la religión y cómo crees que están relacionados entre sí?
¡Vas fuerte! Crecí con mucha religión alrededor. Mis padres son hindúes y teníamos todo tipo de poojas en casa. Mi abuela y todos en mi familia eran muy religiosos. Rezaban constantemente y tenían cenizas en la cara, hacían rituales y todas esas cosas. De pequeño fui a una escuela católica donde teníamos monjas. Así crecí: religión, religión, religión en muchas formas y en todas partes. Escuché historias de ambos lados. Unos me hablaban de Ganesha y Vishnu, otros de María y Jesús. Me ayudaron a crear un sistema de valores. Ese entorno ha tenido un gran impacto en la forma en que cuento historias y en cómo introduzco espiritualidad en ellas. Creo que el miedo es una parte clave en cómo se cuentan ciertas historias dentro de la propia religión. Es algo fascinante. Con Servant quise hablar de religión, sectas y todas esas cosas que me fascinan. Me describiría como un... no sé, probablemente no haya una palabra para lo que soy. Soy un gran creyente, pero no en la religión. Siempre hay un movimiento fluido entre la religión y lo sobrenatural en las historias que cuento.
Hablando de religión. En Servant aparecen muchos insectos. ¿Son el aviso de lo que está por venir?
No puedo contarte lo que va a pasar, pero las abejas, los grillos y todos esos insectos que aparecen son definitivamente manifestaciones que, con suerte, harán que la audiencia se sienta como si estuviéramos contando una historia bíblica. La única diferencia es que es más grande y está ambientada en una casa en Filadelfia y contada de una forma moderna. Todas estas cosas que son naturales y que ahora están invadiendo la casa, crean esa sensación muy rara, como cuando hay una plaga. Eso es un poco hacia donde vamos.
Servant es una de las pocas series que se rueda de forma cronológica. ¿Por qué impusiste esta forma de trabajar tan poco habitual en televisión?
A los actores les enviamos los guiones en tandas. Alguna vez les damos cinco capítulos y luego los otros cinco. No quiero que se hagan preguntas innecesarias. “Oye, ¿por qué mi personaje hace esto? ¿Hacia dónde vamos? ¿Por qué dijo eso? ¿Por qué no aparece en este episodio?”. Les damos arcos más grandes de la historia para que puedan ver el flujo, el movimiento y la danza. Servant no es una serie autoconclusiva, tiene un arco muy concreto. Somos muy respetuosos con los guiones de la serie. Si vas a cambiar algo en el set, tienes que encontrarme y convencerme de por qué quieres hacer las cosas de forma distinta.
Dedicamos mucho tiempo a los guiones para construir bien la historia. Todo es muy preciso. Todos dibujan y elaboran los storyboard de sus episodios. Elijo los planos con mucho cuidado. Busco quién es la mejor persona para contar cada paso de la historia. “Julia sería genial para este episodio. Lisa será perfecta para este otro. Carla es la mejor opción para ese episodio”. Necesitan tiempo para prepararse. Hacerlo en orden cronológico fue la solución más orgánica. Creo que es mejor para los actores si pueden recorrer el arco del personaje con cuidado, en lugar de ir descubriendo sobre la marcha qué va a pasar. ¿Cómo van a rodar mejor ese giro monumental del episodio siete cuando no han rodado lo que ha pasado antes?
Muchas series pierden fuerza a estas alturas de la historia. ¿Cómo te aseguras de que no pase lo mismo con Servant?
Hemos tenido mucha suerte. Ya nos han dado luz verde para la cuarta temporada. La audiencia sigue multiplicándose. Desde la temporada uno hasta la temporada dos, los números se triplicaron. Siguen creciendo cuando alguien descubre la serie y la recomienda. Intentamos enfrentarnos a la serie con mucha integridad en todo lo que hacemos. Siempre les digo a los directores con los que trabajamos que somos fabricantes de sushi. Cada ingrediente es fundamental. No quiero limitarme a distraerte y creo que el coeficiente intelectual de la audiencia es extremadamente alto. No quiero hacer algo transaccional, sino que la serie te haga sentir y la sigas recordando después de verla. Me he dado de que la audiencia sabe distinguir entre un sushi ordinario y uno que está en su punto.
El primer episodio de la tercera temporada de 'Servant' ya está disponible en AppleTV+. En la plataforma puedes recuperar las dos primeras temporadas al completo.
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