Victoria Federica cobra 3.000 euros por 'photocall', 12.000 en la TV y 20.000 por anuncios... y sin carrera
La hija de Jaime de Marichalar y la infanta Elena dejó la universidad para ser 'influencer' y dedicarse a las redes. Siempre tuvo dificultad en los estudios.
14 septiembre, 2024 02:36No está siendo la mejor semana de Pablo Motos. Parece que el presentador de El Hormiguero está empezando a perder la guerra de las audiencias con la llegada de La Revuelta de Broncano a La 1, una batalla de la que está acostumbrado a salir victorioso. La cosa empezó a cambiar de orientación este miércoles, así que nadie le puede echar la culpa a Victoria Federica de Marichalar y Borbón, que pasó por el plató de Antena 3 este martes, un día antes de la caída de espectadores del espacio protagonizado por las hormigas moradas.
La entrevista de la sobrina de Felipe VI con Pablo Motos fue el mismo día que celebraba su 24 cumpleaños. También está en un momento en el que está a punto de entrar a participar en un concurso, en El Desafío de Antena 3, convirtiéndose en el primer miembro de la familia del Rey que participa en una competición televisiva.
Nerviosa y sonriente, la hija pequeña de la infanta Elena y Jaime de Marichalar sorprendió con algunas de sus confesiones. Aun así, hay que decir que la entrevista estaba pactada con anterioridad y Motos no podía preguntar nada referente a los Reyes, a sus primas, la Princesa de Asturias y la infanta Sofía, o cualquier cuestión que fuera una revelación "no bien vista" por Zarzuela.
Una de las declaraciones que fue más comentada en redes fue cuando el periodista le preguntó que haría si en vez de ser la nieta de Juan Carlos I fuera una persona anónima, a lo que ella contestó: "Darme una vuelta por Madrid".
Ser parte de la saga Borbón puede que le impida pasear por la capital de España, pero como ella misma comentó: "No me ha impedido nunca tener sueños sencillos y también haber fantaseado con dedicarme a distintas profesiones: enfermera, doctora, profesora, astronauta... cada día quería ser una cosa. No tenía nada claro", dijo entre risas. No obstante, sí asegura que la docencia era lo que más le seducía, quizás por seguir los pasos de su madre que estudio Magisterio y ejerció como profesora durante una temporada.
"Ella tiene muy claro cuál es el límite. Cuando decidió dedicarse a las redes sociales, la infanta Elena habló con su hermano para que tuviera conocimiento de la profesión a la que se quería dedicar Vic -como la llaman de forma cariñosa su familia y amigos-. Ella es muy consciente de lo que puede y no puede decir. No hay que recordárselo. En todas las entrevistas, antes de decir que sí, lo pacta antes, si no, no hay entrevista", cuenta a EL ESPAÑOL una de las mejores amigas de la duquesa de Lugo.
Dificultades en los estudios
Al final, Victoria Federica ni es enfermera, ni viaja al espacio ni nada parecido. La sobrina del Rey dejó sus estudios hace año y medio de forma definitiva para dedicarse en cuerpo y alma a la profesión que está más de moda: la de influencer o como le gusta explicar a ella, creadora de contenido. Esta decisión, que supuso un gran disgusto en un primer momento para su madre, la duquesa de Lugo, se ha revelado finalmente como muy provechosa para la joven.
Sin embargo, no era el futuro que sus padres habían imaginado para ella y, sobre todo, en el que habían invertido tanto tiempo y dinero. Victoria comenzó el colegio en uno de los centros educativos más prestigiosos de la capital, el San Patricio, situado en el barrio de Salamanca. Cuando tenía 12 años, sus padres la mandaron a un exclusivo colegio para señoritas en el Reino Unido. El internado, en el que permaneció dos años, estaba situado en un pueblo a 64 kilómetros de Londres. "Fue un curso duro para ella, sobre todo al principio, pero luego entre el ballet y la hípica, hizo buenas amigas y se lo pasó bien".
El precio del centro inglés es de unos 35.000 euros al año. Ya en Madrid, comenzó en el colegio británico St. George, donde su familia quería que siguiese la línea que había llevado a cabo en el internado. No obstante, las cosas no fueron como querían y la joven repitió primero de Bachillerato. Tras el traspié, se matriculó en otro centro con el fin de impulsar su formación académica. El colegio Santa María del Valle, situado en El Viso, acogía a la nieta del Rey Emérito, que esta vez sí logró superar Bachillerato y obtener el título.
Adiós, universidad; hola, redes
La andadura universitaria de Victoria Federica comenzó en el The College for International Studies (CIS), en el que se matriculó en Marketing y Comunicación, pero sin mucho éxito. Se trata del mismo centro americano por el que pasó su hermano, Froilán. Una de las características fundamentales de esta universidad es que para entrar no hay que aprobar la EBAU, sino que hacen una entrevista personal y una prueba de nivel de inglés.
"No ha hecho más que un curso y medio. Por ahora, lo ha aparcado, ha dejado los estudios porque no tiene ni un minuto. Es una súper estrella de las redes sociales y ha amortizado hace mucho el dinero que sus padres invirtieron en ella en los estudios. Sin embargo, eso no significa que ellos estén contentos... Aun así, con el tiempo ya se han acostumbrado", explica la misma fuente. "Pero una de las cosas que sí le dijeron es que si se iba a lanzar a ese mundo tenía que hacer las cosas bien. Su padre conoce muy bien ese mundo. Sabe que hay dos niveles y tenía claro en cuál quería que su hija se situara. Y parece que lo ha conseguido", sentencia.
Siguiendo el consejo de Jaime de Marichalar, Victoria fichó por la agencia de influencers Soy Olivia Media Group, que además de a la prima de la Princesa de Asturias representa a creadoras de contenido del nivel de Grace Villareal o Sara Baceiredo. Se trata de una empresa que nació en 2015 para arrojar soluciones a un mercado que crecía en ese momento y que creó un modelo de negocio pionero basado en catalizar la comunicación entre estos rostros conocidos y las marcas.
De su mano, Vic fue dando pequeños pasos en el mundo de las fiestas de lujo, los desfiles de Alta Costura de París o las entrevistas en las revistas de moda de más alta gama. Por cada aparición en un photocall, de los muchos a los que ha acudido en los dos últimos años, la joven de 24 años ha ganado 3.000 euros. Su caché ha ido subiendo como la espuma y, según han publicado algunos medios de comunicación, por participar en El Desafío de Antena 3 -cuyo premio si gana es de 30.000 euros destinados a una ONG- ha cobrado más de 12.000 euros.
Y es cierto, porque para no tener titulación universitaria, la sobrina de Felipe VI ha visto como su feed -el dinero que un creador de contenidos cobra por cada una de sus publicaciones- ha ido subiendo a un ritmo increíble. Lo mismo que sus seguidores, que ya superan los 300.000 en Instagram. Dicha cuenta (@vicmabor) ha crecido a un ritmo medio de más de 12.000 seguidores mensuales desde hace dos años. El 88,6% de su audiencia son mujeres. la mayoría, un 38,8%, tienen entre 25 y 34 años, mientras que un 31,1% tienen entre 18 y 24 años.
Desfiles de moda y anuncios
Sea como fuere, la nieta de Juan Carlos I se ha convertido, en poco más de dos años, en una de las creadoras de contenido más solicitadas de nuestro país. De esta manera, además de una enorme proyección mediática, la hemos visto protagonizar campañas publicitarias varias, acudir a múltiples eventos y viajes y posar en los desfiles de moda más exclusivos.
"Se marcaron un plan, trazaron una estrategia basada en varias cosas que Jaime de Marichalar quiso que su hija tuviera claro. Desde que firmara el contrato, Victoria Federica publica las fotografías más cuidadas que realizan profesionales. Unas instantáneas que guardan una estética impecable y poses que suelen hacer la mayoría de it girls. Además, su estilo fresco, con la combinación de prendas de marcas low cost con de lujo, ha ayudado mucho a que dé gran salto", explica la amiga de la infanta Elena.
Acompañando a su padre, que le ha transmitido su pasión por la moda, acude a algunos de los desfiles de las fashion week más destacadas del sector, como el de Dior en la semana de la moda de París. Fue allí donde consiguió hacerse un selfie con Rihanna que se hizo viral. También en la capital francesa, conoció al fallecido Virgil Abloh, uno de los diseñadores favoritos de la generación Z.
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Otra de las razones para el boom del efecto Vic son sus relaciones. Muchos de sus amigos son influencers, un selecto grupo de prescriptoras de estilo más importantes a nivel nacional. Comparte eventos con Anna Ferrer Padilla, Dulceida y María Pombo. El morbo que despierta tener a un miembro de la familia del Rey como imagen de tu marca es otra de las cosas que le ha llevado a protagonizar varias campañas de publicidad, como la de la segunda temporada de la serie de Max La Casa del Dragón.
En el anuncio se ve a la hija pequeña de la infanta Elena y Jaime de Marichalar entrando a un Starbucks de la capital a las 8:00 de la mañana. Victoria Federica entra en el local muy seria y con gafas de sol. En ese momento le pide a la camarera "un Cold Brew grande, porfa". Acto seguido le dice: "Tú también viste el capítulo, ¿no? Qué fuerte lo de anoche. Hacía tiempo que algo no me quitaba tanto el sueño".
La camarera le responde: "¿Team Black o Team Green?". Es entonces cuando Victoria Federica le vuelve a interpelar sin borrar el gesto serio: "Ya sabes que no me posiciono, pero cuando lo haga habrá señales", mientras se pone una de las gorras promocionales de la segunda entrega de la serie de Max en la que se puede leer "La legítima heredera". Hay publicaciones que aseguran que por esta publicidad ha cobrado más de 20.000 euros.
En definitiva, parece que Victoria Federica ha elegido su camino y que no se ha equivocado en la elección. Parece claro que a Zarzuela le hubiera gustado que la joven hubiera terminado sus estudios universitarios y hubiera elegido una profesión más discreta. Aun así, no hay que olvidar que para la reina Letizia "Vic es una de sus sobrinas favoritas, en la que tiene plena confianza, y que su lealtad a la Corona y a la familia es total. Cuando era muy pequeña y la infanta Elena la mandaba a unos campamentos carísimos, ella siempre llevaba una moneda con la cara de su abuelo, Juan Carlos, porque decía que así, lo tenía siempre cerca", explica la misma persona.