La 'bomba' Toscano abre una crisis interna en Vox de cara a su Asamblea: "Buscan gente más dócil"
"No estaba dispuesta a ser teledirigida", aseguran fuentes cercanas a la ya exdiputada, la dirigente más cercana al exsecretario general Ortega Smith.
14 enero, 2024 02:12Un documento ha corrido como la pólvora en la retaguardia de Vox esta semana. Lo encabeza el logo oficial del partido y no consta en él firma alguna. Tampoco nadie lo ha reivindicado como suyo en las redes sociales. Titulado 'Manifiesto pro Congreso Refundacional de Vox', el escrito expone una fuerte crítica al rumbo actual de la formación y apela a los principios fundacionales del partido impulsado y todavía liderado por Santiago Abascal.
Entre las reivindicaciones incluidas en el manifiesto, se argumenta la necesidad de un Congreso Refundacional para dotar al partido de una "estructura potente" y un "funcionamiento democrático" que "aglutine los distintos matices ideológicos existentes en Vox". Un propósito adelantado por este periódico en agosto, y cocinado tras la marcha del exportavoz parlamentario Iván Espinosa de los Monteros.
Este sector crítico, además, califica de "golpe de mano a la venezolana" el inminente adelanto de la Asamblea General del partido, prevista inicialmente para marzo, al 27 de enero.
Con el anuncio de dicho adelanto comenzó el líder de Vox una de sus semanas más agitadas en los últimos meses. Abascal, que renovará su liderazgo por otros cuatro años, justificó la decisión por la "gravedad del momento" político y la necesidad de renovar la dirección nacional que encabeza. Pero las aguas están revueltas Bambú, madrileña sede del partido, sobre todo, tras la renuncia de Carla Toscano a su acta de diputada nacional.
No obstante, pocos dudan del principal motivo de fondo que sustenta la maniobra de Abascal: presentarse ante la militancia sin la losa del más que previsible fiasco electoral de las elecciones gallegas que se celebrarán el próximo 18 de febrero. Una militancia, como también se ha conocido esta semana, además mermada con respecto a marzo de 2020, cuando se celebró la última Asamblea General de Vox.
En cuatro años, Vox ha perdido a un tercio de sus militantes activos, al corriente de pago y con más de nueve meses de antigüedad, y, por tanto, con derecho a participar activamente en dicho congreso y avalar candidaturas. La formación ha perdido unos 17.000 militantes, pasando de los aproximadamente 49.000 que tenía en marzo de 2020 a los 32.690 actuales.
Pero ha sido la renuncia de Carla Toscano, una de las diputadas con más protagonismo en el Congreso durante la anterior legislatura, muy cercana a Javier Ortega Smith y mujer valorada por sus compañeros, lo que ha aventado todo tipo de recelos. La sustituirá Rocío Aguirre, hermana de la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre.
El asunto, más que ningún otro, ha sido la comidilla de la semana de puertas hacia adentro. Los cruces de llamadas han sido constantes entre dirigentes y exdirigentes, diputados y exdiputados, fieles y díscolos, desde que el miércoles se conociera la noticia. Como ha podido conocer EL ESPAÑOL, muchos lo sabían desde días antes. ¿Qué ha pasado? "Digamos que buscan gente más dócil, y Carla no estaba dispuesta a ser teledirigida por el grupo parlamentario", aseguran fuentes cercanas a la ya exdiputada.
"La gestión de recursos humanos del grupo en el Congreso es muy mala", añade la misma fuente. Ahí asoma el nombre de Enrique Cabanas, uno de los hombres de máxima confianza de Abascal, como "responsable máximo" de coordinar la bancada de Vox en la Carrera de San Jerónimo. Abascal llega a la Asamblea General con un partido con muchas más grietas que hace cuatro años. Toscano, que seguirá como concejala en el Ayuntamiento de Madrid, ni siquiera lo mencionó en su tuit de despedida.
La incógnita Ortega Smith
"Ortega Smith recaba apoyos para disputarle a Abascal la presidencia de Vox en 2024", publicó Libertad Digital el pasado 27 de diciembre. La noticia fue desmentida por el propio exsecretario general de Vox, una figura en declive dentro de la organización, pero generó toda suerte de suspicacias. ¿Es cierto? Hasta cuatro fuentes cercanas al portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid lo ponen, cuando menos, en duda.
"Tiene toda la pinta de que fue una filtración interesada de Bambú", estima un exdiputado. "Kiko Méndez-Monasterio olió la sangre y, en el peor momento de Javier, filtró eso", piensa otro. Hacen falta un 10% de apoyo de la militancia para optar a la presidencia de Vox. Serían unos 3.300 avales los necesarios para enfrentarse a Abascal. Que con el adelanto de la Asamblea General se haga prácticamente imposible recabarlos es considerado por muchos otro de los motivos de la maniobra del líder de Vox.
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— Carla Toscano (@eledhmel) January 12, 2024
Quiero agradecer de corazón todo el cariño recibido estos días, de forma pública y de forma privada, de tantas personas y organizaciones que me han hecho llegar su cariño y su apoyo al esfuerzo que he tenido el honor de realizar en el Congreso de los diputados: la…
"¿Que si Javier se mueve? Sí, siempre se mueve, nunca está quieto. Pero su entorno no está en esa línea", insiste una fuente cercana al vicepresidente de Vox. "Es cierto que está en su momento más débil, también fruto del carpetazo, y considera que el partido no le ha defendido como debiera", añade.
Nadie atisba en el partido, sin embargo, una alternativa de fuste a Abascal. La falta de estructura autonómica impide la eclosión de liderazgos regionales. La disidencia ideológica o procedimental supone la pena capital en Vox más que en ningún otro partido. Además, y a juicio de un exmiembro del Comité Ejecutivo Nacional, el partido se ha "estrechado" ideológicamente.