Jacinto y el 'Ejército agrícola' que socorrió a Utiel en la DANA: "Cuando llegaron los militares, ya estábamos los agricultores"
"Espero que dentro de un mes, cuando la normalidad se retome, no se olviden de los agricultores", reflexiona Jacinto Murciano, delegado de AVA-ASAJA.
La ira de la DANA le ha causado a Jacinto cuantiosos daños en las cincuenta hectáreas de viñas y almendros con las que mantiene a su familia, pero este agricultor de Utiel no ha comenzado a reconstruir su explotación hasta este jueves por un solo motivo: atender primero a los más afectados por una emergencia extraordinaria. "Los agricultores hemos dado prioridad a ayudar a las familias", subraya Jacinto Murciano.
Y no exagera ni un ápice, ya que las calles de Utiel se están recuperando a mejor ritmo que otros pueblos valencianos afectados por la peor DANA del siglo, gracias a que los productores agrícolas se movilizaron y pusieron a disposición de los vecinos su maquinaria pesada, desde el mismo momento en el que el río Magro empezó a desbordarse el martes 29 de octubre. "Aquí ni los bomberos ni el Ejército: cuando los militares vinieron, ya estábamos desplegados los agricultores", remarca con orgullo.
"Lo primero que hicimos el martes, fue socorrer a la gente, y a partir del miércoles, nos pusimos a limpiar el pueblo sin descanso, usando nuestra maquinaria agrícola y herramientas: tractores, palas, cubas, remolques, excavadoras, azadas, rastrillos...", según enumera este productor de viñas y almendros, de 47 años. "No hemos parado de trabajar ni el viernes que era el Día de Todos los Santos".
Este agricultor que trabaja en el campo de sol a sol desde que era un adolescente, aporta una retahíla de vídeos a EL ESPAÑOL para demostrar con hechos cada una de sus palabras. En las imágenes, aparece el propio Jacinto nadando en medio de la riada para rescatar a una anciana, llamada Elisa, después de que el río Magro se desbordara un 29 de octubre que ya jalona la hemeroteca más triste de este país.
"Eran las cuatro de la tarde, cuando escuchamos a los vecinos de Elisa pedir ayuda a gritos porque es una mujer mayor que vive sola en una casa de planta baja y estaba a punto de ahogarse", según relata Jacinto Murciano, delegado en Utiel de la organización agrícola AVA-ASAJA. "Yo me tiré al agua y empecé a nadar mientras dos compañeros se acercaban a la casa: uno con su tractor y otro con una excavadora porque la presión del agua impedía abrir la puerta". Cada segundo era clave.
Estos tres agricultores lograron echar abajo la puerta de la anciana, de unos 83 años, y unos guardias civiles se adentraron en la vivienda para rescatar a la pobre Elisa. "El agua estaba helada y solo faltaba medio metro para que llegase al techo", tal y como prosigue relatando. "La señora estaba subida en una mesa y en estado de shock. No hablaba y no era capaz de fijar la vista: solo miraba al infinito".
Este rescate tuvo lugar en el Barrio de la Fuente y solo fue el primero de muchos en los que resultó crucial la movilización espontánea que protagonizaron los agricultores de Utiel. En este pueblo de apenas 12.000 habitantes no daban abasto los pocos agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local que había movilizados, debido a que el río Magro se había desbordado porque la Rambla del Poyo había multiplicado por cien su caudal, dejando incomunicado todo el término municipal.
"Los agricultores empezamos a socorrer a los vecinos de Utiel que estaban atrapados en sus casas y también sacamos a gente de la corriente", según ejemplifica Jacinto, convertido aquel martes en un miembro de un 'Ejército agrícola' que ayudó a sus paisanos sin pensárselo un solo segundo, ante la virulencia de una DANA de proporciones bíblicas. "No sé a cuánta gente rescatamos, pero donde más intervenimos fue en los barrios de la Fuente y de San Isidro donde hay 150 viviendas".
- ¿Ustedes vieron venir la catástrofe?
- Jacinto Murciano: Con una mejor previsión de la emergencia se habrían salvado vidas.
- ¿Por qué afirma eso?
- En la calle de la Rambla de Utiel que desagua en el río Magro, cuando era el mediodía del martes, ya se veía que su cauce se iba a desbordar. El río Magro va cogiendo agua de la Sierra del Negrete y de varios pueblos, como Caudete de la Fuente, y va a parar a Paiporta, Catarroja y Alfafar.
Las localidades que enumera Jacinto forman parte de la 'zona cero' de la DANA, lo que pone de manifiesto que si este agricultor conoce el recorrido del agua, solo por su experiencia en el campo, las autoridades de la Generalitat valenciana deberían haber previsto el tsunami urbano que terminó arrasando las comarcas de Requena-Utiel, de la Ribera Alta y Baja y de L’Horta. "De haber avisado no habría muerto tanta gente", insiste este delegado de AVA-ASAJA, completamente desolado por la cifra de fallecidos en Valencia (211) y de desaparecidos (89).
De momento, Jacinto detalla que en Utiel "nos han confirmado seis fallecidos", una cifra que contrasta con los más de 59 de Paiporta y que en parte se debe al arrojo que demostraron los agricultores de este pueblo donde el sector primario es uno de los principales motores de la economía local. "Desde el martes, nos movilizamos cientos de productores para rescatar a gente y luego, para limpiar el barro de las calles".
- ¿Cómo han reciclado su maquinaria y herramientas agrícolas como equipos de emergencias?
- Jacinto Murciano: A los tractores les hemos puesto palas para retirar el barro de las calles. Todo ese lodo lo hemos cargado en los remolques que utilizamos para transportar uvas, aceitunas o almendras que es lo que más cultivamos por Utiel. También hemos usado la maquinaria pesada para remolcar coches estancados porque las grúas estaban desbordadas.
Además, hemos retirado los escombros y el mobiliario de las casas que estaba roto. Todo eso lo llevábamos hasta un punto que habilitó el Ayuntamiento. Por su parte, los ganaderos cedieron sus cubas que llevan una bomba para aspirar los purines de los cerdos, y con eso hemos podido extraer el agua, permitiendo achicar bajos y garajes.
Los agricultores también han organizado batallones de limpieza a pie, provistos de palas, azadas, rastrillos... y cualquier herramienta válida para combatir el lodazal, abrir puertas atascadas de inmuebles, retirar escombros... "También hay que decir que el martes, la Policía Local y la Guardia Civil ayudaron mucho". Pero Jacinto recalca que cuando los militares y los bomberos llegaron a Utiel, el retén agrícola de emergencias ya llevaba "más de 24 horas" trabajando. "No he subido a ver cómo estaba mi campo, hasta una semana después de la DANA, porque lo primero era la gente".
Prueba de ello es que este agricultor ha acogido en su domicilio a una familia que regenta un comercio chino en Utiel, debido a que habían perdido tanto su vivienda de alquiler como su negocio. "Yo no he mirado si eran rumanos o españoles: los he tenido seis días a pensión completa, incluso se trajeron a su perro".
La conducta solidaria de este productor agrícola tiene doble valor, si se tiene en cuenta los efectos que ha tenido la DANA para el sector primario, ya que Agroseguro calcula que hay más de 20.000 hectáreas de explotaciones afectadas desde Utiel hasta Cullera. Aunque un portavoz de AVA-ASAJA advierte de que "se superarán las 20.000 hectáreas dañadas" porque "es una barbaridad" la riada que se generó.
Riesgo de hongos
"Se ha interrumpido bruscamente el inicio de la campaña de la recogida de las variedades tempranas de naranja, se han perdido muchas producciones enteras de caquis en la Comarca de la Ribera Alta que es la mayor productora de España, el agua ha arrancado viñas, olivos, almendros...", tal y como destaca este portavoz de la citada organización agrícola. "Habrá que hacer un esfuerzo con los funguicidas para evitar la aparición de hongos en los frutos por el exceso de humedad".
Las plagas son uno de los quebraderos de cabeza de Jacinto. También le preocupa reponer los postes de sus viñedos que este jueves ha empezado a levantar. "A nuestras explotaciones, no vendrán a ayudar ni los bomberos ni el Ejército y la DANA ha hecho mucho daño. A no ser que la Generalitat valenciana y el Gobierno saquen ayudas excepcionales para el campo, nos tocará pagar a los agricultores y costará un dineral recomponer las infraestructuras que se han roto. Todo esto es muy triste".
- ¿Qué mensaje le enviaría a las autoridades políticas autonómicas y estatales?
Jacinto Murciano: Pues que no pase como en la pandemia de coronavirus, cuando nos la jugamos para que no le fatase la comida a la gente. Espero que dentro de un mes, cuando la normalidad se retome, no se olviden de los agricultores.