La exdiputada de Vox Macarena Olona, este viernes en el Hotel Intercontinental de Madrid.

La exdiputada de Vox Macarena Olona, este viernes en el Hotel Intercontinental de Madrid. Luis Camacho

Reportajes ENTREVISTA

Olona: "Vox fía su futuro a Rocío de Meer, sobrina de Méndez-Monasterio, para sustituir a Abascal"

"Vox no existiría sin la quiebra de Intereconomía" // "Abascal será descabalgado cuando las personas que manejan Vox lo decidan" // "Kiko me trasladó que Iván Espinosa nos había vendido por intervención de la CEOE"

28 octubre, 2023 02:06

Macarena Olona (Alicante, 1979) llega al Hotel Intercontinental de Madrid con una metralleta de tambor bajo la gabardina. No se preocupen: el arma esta cargada con datos y entresijos y sólo Vox se esconde bajo la mesa cuando irrumpe en la entrada. Nada más acompasar su cuerpo al ritmo de la puerta giratoria, busca con la mirada al botones que se acercó a saludarla después de un mitin. Una vez subidos los escalones de acceso al hall, señala la mesa en la que fichó por Vox un domingo de marzo de 2019. 

Fue Iván Espinosa de los Monteros quien la citó allí tras contactar con ella por Linkedin dos días antes. Y Santiago Abascal quien accedió a todas sus peticiones para aparcar la Abogacía del Estado y enrolarse en sus filas. Aceptó la empresa, y salió elegida diputada por Granada en las dos elecciones generales celebradas aquel año. Pronto eclosionó como la principal figura femenina de la derecha populista en España. Un notable fenómeno político que no ha parado de generar contenido desde entonces.

Zancadilleada por la dirección del partido, hondos los recelos, su ascenso fue tan meteórico como estrepitosa su caída. En el verano de 2022 la mandaron a Andalucía como si fuera Dinamarca: defenestrada, expropiada de criterio y hecha una caricatura. Allí fue arrasada por otro fenómeno, Juanma Moreno, éste del PP. Ni Abascal ni Kiko Méndez-Monasterio —el gurú ideológico de Abascal que, asegura, prepara a su sobrina como próxima líder— sabían que, lejos de aparcarla en el olvido, se le aparecería constantemente como un poltergeist

Macarena Olona,  este viernes en Madrid.

Macarena Olona, este viernes en Madrid. Luis Camacho

Por eso acaba de publicar la culminación de su partido de vuelta (Soy Macarena, La Esfera de los Libros), un libro donde mitad autosemblanza y mitad disección de su cadáver político. En esta entrevista con EL ESPAÑOL señala a Julio Ariza, fundador de Intereconomía, como la mano que mece la cuna de Vox; y a su hijo Gabriel y a Kiko Méndez-Monasterio, dueños de Tizona Comunicación, como los principales beneficiarios, junto a Abascal, de un negocio "muy lucrativo".

Le tengo que preguntar, lo primero, por una cifra que ha ido aireando estos días, coincidiendo con la publicación del libro, pero que no se cita en él. Son esos 11 millones de euros de dinero público que, asegura, Vox habría desviado a su entramado de fundaciones y empresas. ¿Sería capaz de desglosarlos?

El libro no menciona esa cifra concreta porque quedaría desactualizada. La primera vez que yo hablo de desvío de dinero público desde Vox a una fundación privada vinculada a Vox, como es Disenso, fue en la entrevista que concedí a Jordi Évole en febrero de este año. En aquel momento, tal y como pude conocer cuando accedí a las cuentas anuales de Disenso, tan sólo publicadas unas semanas antes, el desvío de este dinero público ascendía a 4,5 millones de euros.

Hoy, siete meses después, ya estamos hablando de más de 7,5 millones de euros de dinero público los que se han desviado desde un partido político a una fundación privada, que tiene como presidente y patrono vitalicio a Santiago Abascal Conde, que a su vez es presidente de Vox. Los otros 3,5 millones son los que ha facturado Tizona Comunicación [empresa de Kiko Méndez-Monasterio y Gabriel Ariza] en cinco años, siendo Vox el único o principal cliente. Un 70% de ese importe lo han contabilizado en la cuenta de putas y varios, "otros gastos de explotación".

Si alguien aparece en el libro tanto o más que Abascal, ése es Kiko Méndez-Monasterio. De él traza el perfil que uno se imagina: un consejero siempre susurrando al oído del líder. ¿Es el verdadero cerebro de Vox?

Creo que el libro es muy relevante como fuente privilegiada de información en la parte que afecta a Vox. ¿Por qué? Porque en este libro están descritos los planos del edificio. Además, te lo puedo asegurar, está escrito como una carta de amor a la que siempre consideraré mi familia —los 24 y los 52 de Vox [en alusión a los diputados de Vox en la XIII y la XIV legislatura]—, a las bases militantes y votantes de Vox y, sin lugar a dudas, al privilegio que para mí ha supuesto dar voz a los españoles durante los tres años que he permanecido en el Congreso de los Diputados. 

"Abascal es una persona que tiene un problema con el trabajo duro"

Dicho esto, yo no he escrito un libro desde el rencor o el despecho, todo lo contrario: he escrito un libro que me gustaría que perdurara en el tiempo, que no fuera flor de un día. Por eso, incluso en las partes más dolorosas, hay muchos detalles omitidos y mucha información accesoria que no está incluida. También palabras escritas con la voluntad que siempre he tenido de trasladar los mensajes con elegancia: yo no digo en el libro que Abascal sea un vago; lo que digo es que es una persona que tiene un problema con el trabajo duro y que, por eso, tiene un horario especial de trabajo.

Bueno, escribe que decía recurrentemente: "Macarena, no trabajes tanto que nos haces trabajar al resto". 

Cuántas veces me lo pudo repetir... ¿Y por qué incluyo este detalle? Porque es muy relevante para entender ciertas cosas. Ahí mi desesperación cuando veía que se equivocaba en comparecencias, como lo hizo en el último debate electoral en las pasadas elecciones generales, que no supo ni con quién había votado Vox, que en ese caso había sido con Bildu... Le pasó por estar presente en el pleno sólo en muy escasas ocasiones, y por no leerse los papeles que preparábamos. Cometía errores de bulto. No sabía bien cuál era nuestro trabajo, que era ingente y superó al de cualquier otro grupo parlamentario. Es algo que hay que decir con mucho orgullo.

Le preguntaba por Kiko Méndez-Monasterio, ¿es el cerebro de Vox?

Como te decía, la relevancia que para mí tiene este libro es que ofrece los planos del edificio. Ahora, que he dejado de ser presa de mis silencios y estoy preparada para ofrecer las explicaciones que debía, y cuando he conseguido reunir la información que aparece en este libro; me preguntaba una persona del entorno de Vox —con mucha información— que por qué no había mencionado en la entrevista con Jordi Évole ni a Kiko Méndez-Monasterio, ni a Gabriel Ariza, ni a su padre [Julio Ariza]. 

Sólo mencioné en una ocasión a Kiko. Hay una respuesta. El pasado mes de noviembre, el partido quiso tender puentes para reconducir la relación con el presidente de un importante grupo de comunicación. Se produjo un encuentro entre una persona de su máxima confianza y, por supuesto, Kiko Méndez-Monasterio, que es quien se ha encargado durante todo este tiempo no solamente de hacer de Vox un negocio muy lucrativo, sino de hacer de Vox una gran cartera de contratos. La persona que se reunió con Kiko me llamó para contarme que lo más bonito que había dicho en esa reunión de mí es que tenía problemas de salud mental, por no decir otra barbaridad.

¿Cómo reaccionó?

¿Sabes cómo me imaginé yo a Kiko en ese momento? En misa al siguiente domingo. Porque es de esas personas, al igual que los Ariza, que no se sacan la palabra de Dios de la boca. Que ponen la religión, esa que yo practico como cristiana que soy, siempre como excusa para su acción política. Pero que demuestran muy poca caridad cristiana, porque son los auténticos villanos de esta película. 

Fue por Kiko Méndez-Monasterio, entonces.

Sí, y como tengo los planos de ese edificio, sé perfectamente que Kiko no actúa sin el consentimiento de Santiago Abascal. Lo que hice más tarde fue aceptar la entrevista. ¿Por qué son tan importantes estos planos del edificio? Porque la disección de mi cadáver político es inseparable del cadáver político que hoy representa Vox. Cuando tuve la constatación de que toda la campaña de acoso que se había promovido provenía de mi ex partido, del que nunca imaginé que podía llegar a comportarse como una secta con el disidente, es cuando tuve muy claro que tenía que defenderme. 

Macarena Olona, en el madrileño Hotel Intercontinental, este viernes.

Macarena Olona, en el madrileño Hotel Intercontinental, este viernes. Luis Camacho

A partir de ahí, la pregunta que me hicieron hace unos días: ¿por qué no mencionó a Gabriel y Julio Ariza en la entrevista? Era muy pertinente. Esa entrevista la hice en legítima defensa. Y los grandes destinatarios eran Kiko Méndez-Monasterio y el clan Intereconomía, los verdaderos villanos de Vox, que sabían perfectamente que les había indultado porque había relatado episodios sin mencionarlos. Les estaba lanzando un mensaje muy concreto. 

Te acabas de referir a Kiko Méndez-Monasterio y a los Ariza (clan Intereconomía), como los villanos de Vox. Fuentes internas del partido aseguran que Kiko y Gabriel, propietarios de Tizona Comunicación, poseen el "monopolio de la comunicación" en Vox. ¿Cómo funciona este entramado? 

Vox no se entendería sin la quiebra de Intereconomía. Es más: Vox no existiría sin la quiebra de Intereconomía. Necesitamos poner un poquito de contexto. El grupo Intereconomía es un conglomerado que llegó a reunir más de 50 sociedades mercantiles. Un gran grupo de comunicación que llegó a emplear a más de mil personas, levantado desde la nada por Julio Ariza (el presidente, título que sigue ostentando en su página de Linkedin) y que acabó en quiebra, actual concurso de acreedores, después de desgajar los distintos sectores de actividad en distintas sociedades. Tenía un agujero económico de 80 millones de euros, de los cuales sólo a la Agencia Tributaria se le adeudan 21 millones de euros. Estas son las cifras de la gestión económica de Julio Ariza en el grupo de comunicación Intereconomía.

"Vox no existiría sin la quiebra de Intereconomía"

Decía Anson que envidiaba su capacidad de montar empresas sin dinero.

Hay que reconocer que Julio Ariza es un empresario muy audaz, porque hay que ser muy audaz para dejar un agujero de 80 millones de euros y no estar en la cárcel en este momento. Sin embargo, algo me dice que el tiempo de la Justicia para Julio Ariza está próximo.

¿Qué quiere decir con eso?

Escucha con detenimiento todo lo que te digo, porque no doy puntada sin hilo. Hasta aquí voy a llegar. Ariza —hay que escuchar el pódcast Cuando fuimos la Fox— era ese patrón que daba esos discursos por Navidades, en época de bonanza, tan grandilocuentes y siempre con la palabra España en la boca; y que, de repente, desapareció con ocasión del primer despido. Fue precisamente Juan José Aizcorbe, el dimitido gerente de Vox, quien actuó como consejero delegado del grupo ejecutando el último ERE, antes de entrar en concurso de acreedores.

[La guerra de Ortega Smith contra los "colocados" de Kiko Méndez-Monasterio: "Se llevan a tiros"]

De Intereconomía salen Kiko Méndez-Monasterio, entonces director de La Gaceta de los Negocios, la actual La Gaceta de la Iberosfera, marca propiedad de Tizona Comunicación S.L. y cedida a la Fundación Disenso por una retribución anual de 5.000 euros; Rosa Cuervas, jefa de prensa del grupo parlamentario y los ojos de Kiko en el Congreso; Juan Pflüger, actual jefe de Comunicación del partido; y, por supuesto, de Intereconomía nace Santiago Abascal. El sueño de Julio Ariza fue siempre ser una suerte de Fox norteamericana para la derecha: ser el gran gurú de la comunicación de la derecha, con todo lo que se comporta. Ahí es hasta donde yo he podido ver, con una constatación: que no acaba ahí. Solamente que, a partir de Julio Ariza, que ha sido mi máximo nivel de visión...

... empiezan las tinieblas, según dice en el libro. ¿A quién se refiere? ¿A esa secta mexicana llamada El Yunque?

Ahhh [finge un gesto de sorpresa]. No debemos perdernos en las tinieblas, así que da igual que sea El Yunque, que sea Irán, que sea Miami... Por citar tres organizaciones y territorios de los que se ha hablado como posibles financiadores de Santiago Abascal. Tenemos un nombre muy concreto y hay cuentas particulares muy concretas. ¿Para qué vamos a perdernos entre tinieblas? Eso es lo que más les interesa a estas personas cuyos nombres ya están encima de la mesa.

Hay un...

Discúlpame, te voy a contar otra cosa. Me cuentan que, cuando hace escasos días, Javier Ortega Smith se saltó la disciplina de partido y acusó a Vox de una realidad, que se ha convertido en una agencia de colocación de los Ariza and Company, Julio Ariza montó en cólera en la sede de Intereconomía. "¡Si este era un patán que cuando lo recogimos no sabía ni hablar! ¡Si todo lo que he aprendido es gracias a nosotros!", gritó.

Macarena Olona, abogada del Estado y exdiputada de Vox, acaba de publicar 'Soy Macarena' (La Esfera de los Libros).

Macarena Olona, abogada del Estado y exdiputada de Vox, acaba de publicar 'Soy Macarena' (La Esfera de los Libros). Luis Camacho

Y es que él no se esconde, sólo hay que saber escucharlo. Él siempre, siempre, siempre afirma con mucho orgullo que es el fundador de Vox. He visto fotografías de Ariza con Abascal y Méndez-Monasterio en los inicios de Vox, que nace cuando quiebra Intereconomía, en el año 2013, a pesar de que la solicitud de declaración de concurso fue más tardía, un año después. El objetivo se ha conseguido: sobre Vox han levantado un imperio económico. 

Su conclusión, entonces, es que Vox es la salida empresarial de Julio Ariza a su propia quiebra. 

Y no sólo de Julio Ariza: también es el cheque de oro de Nescafé para Gabriel Ariza. Han convertido a Vox en un negocio.

Una cosa es haber convertido a Vox en un negocio y otra, como dice, que lo fuera desde su propia génesis.

Absolutamente. Lo que te he dicho: que esto no va de ideología, que nos olvidemos, que para estas cuatro personas que han montado y se están lucrando del chiringuitazo de Vox, esto va de pasta. Surge de dos necesidades muy concretas. Por un lado, un agujero de 80 millones de euros; y, por el otro lado, el chiringuito del PP montado por Esperanza Aguirre para Abascal, que se le acababa. En mitad de todo esto, en los orígenes, personas de buena voluntad como Alejo Vidal-Quadras del que Santiago Abascal fue su auténtico Bruto, porque lo acuchilló para hacerse con el poder.

"Julio Ariza afirma con mucho orgullo que es el fundador de Vox"

Asegura en el libro que lo hizo a través de su actual mujer, Lidia Bedman.

Secretaria de Vidal-Quadras en aquel momento, según las informaciones que me constan. En cualquier caso, en el libro trato de contar mi historia. Lógicamente, hay otros protagonistas en cada uno de los episodios. Soy consciente de los enemigos tan poderosos a los que me he atrevido a señalar. Muy consciente, porque, lo que sí que he podido vivir y ver a lo largo de estos tres años, es el círculo de poder económico, político y judicial en el que se mueve Julio Ariza, con nombres y apellidos muy concretos, en algunos casos compartiendo mesa y mantel.

¿Se puede decir alguno?

Permíteme que me quede hasta aquí en este momento. Lo que la gente tiene que tener muy claro, votantes y no votantes de Vox, es que no estoy poniendo en riesgo un partido político. Estoy poniendo en riesgo un negocio.

Entremos en el plano puramente político, en los nombres del organigrama de Vox. Me ha sorprendido muchísimo cuando apunta a la diputada Rocío de Meer, sobrina de Kiko Méndez-Monasterio, como posible relevo de Abascal al frente de Vox. Nunca lo había escuchado.

Eres el primer periodista que se detiene en un detalle tan revelador como este. Es una de las grandes claves. Lo que te voy a decir no es opinión, es información. Vox fía su suerte a la cuestión migratoria, y por desgracia, han apoyado a caballo ganador. La clave migratoria como éxito es algo que Kiko llevaba sosteniendo desde sus tiempos de Intereconomía y como director de La Gaceta de los Negocios. Siempre ha dicho que era necesario un camino a la derecha del Partido Popular y que había que subirse a lomos de la cuestión migratoria para llegar a la Moncloa.

Le preguntaba por Rocío de Meer.

Ahí voy. Me refiero a los procesos de inmigración ilegal descontrolada, una materia de la que es portavoz, y no es casualidad, Rocío de Meer, una persona joven a la que siempre revisé sus discursos y, tengo que reconocer como un fracaso personal, nunca fui capaz de imponerme a su naturaleza, desprovista de humanidad, al abordar algo tan importante como es el drama humanitario que se esconde detrás de las mafias de tráfico de seres humanos. Es un mensaje fácil de digerir, sobre todo, por las clases más populares de la sociedad española.

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También se trata de un caballo ganador, dada la incomparecencia del resto de partidos políticos a derecha y a izquierda. Ante el silencio del resto de los partidos, la única respuesta es la que ofrece Vox.

Es una estrategia política que responde a la inquietud de mucha gente.

Absolutamente, es una estrategia política que pasa por Rocío de Meer como figura principal. Una figura a la que Vox ha fiado su futuro para sustituir a Abascal. No es casualidad que sea la portavoz en el Congreso en esta cuestión, porque es la cuestión por la que va a pasar el futuro de Vox.

Quiere decir entonces que Vox la está perfilando para hacer de ella, no sé,  una especie de Marine Le Pen a la española.

Es la Le Pen española, has dado en la tecla con el ejemplo. El discurso de Vox en materia migratoria ha evolucionado hasta acercarse a posicionamientos que personas de ideología nacionalsocialista pueden compartir. Ya no se señala la inmigración ilegal como culpable de los males de los españoles, sino que han dado un paso más: lo que se señala ya directamente es al inmigrante. 

"Rocío de Meer es la Marine le Pen española"

En el libro relata cómo frenó un borrador de ley sobre una reforma del Código Civil en materia de nacionalidad que, una vez aprobado por el Comité de Acción Política de Buxadé, hablaba de "pureza de sangre".

"Esto es nazi, Santi, y ni pa' Dios lo firmo", fue mi respuesta. Hemos visto estos días otro ejemplo de este mensaje de Vox que lo aproxima a Le Pen, que no lucha contra la inmigración ilegal descontrolada, como Meloni; sino que rechaza la inmigración legal e ilegal, como Le Pen.

Disculpe que vuelva al posible relevo de Abascal. En el libro habla de dos posibilidades sobre una eventual salida de Abascal: que los "poderes oscuros" lo empujen o que "muera políticamente".

Sí, puede pasar que se dé algún golpe en un sitio vital. 

¿Se habla de ello en la cúpula del partido?

¿De si hay un movimiento interno que pueda descabalgarlo? Eso llegará cuando las personas que manejan a Vox lo decidan. No te quepa la menor duda de que, en mi opinión y en base a la información de la que dispongo, la conclusión a la que llego es que el futuro de Vox se está preparando y pasa por Rocío de Meer. No pasa por nadie más.

Te cuento la primera alerta que yo tuve al respecto, antes de una comida que celebramos Kiko Méndez-Monasterio y yo con otras personas. Barajábamos, esperando a los comensales, quién podía ser el candidato a las elecciones andaluzas. Le dije a Kiko que yo no quería ser. Ya se había descartado a Patricia Rueda, porque, por desgracia —y digo por desgracia porque yo fui una de las personas que sugirieron a Santiago Abascal que podía ser una magnífica candidata— no terminó de engachar con el público.

Macarena Olona, en el Hotel Intercontinental de Madrid, este viernes.

Macarena Olona, en el Hotel Intercontinental de Madrid, este viernes. Luis Camacho

Había que buscar alternativas y le sugerí a Kiko Méndez-Monasterio que no se había hablado, al menos en mi presencia, de una candidata que yo creía que podía ser muy idónea: Rocío de Meer, diputada por Almería. Su respuesta fue que a Rocío había que cuidarla para el futuro. La proyección que se está haciendo de Rocío de Meer en este momento no es nacional, ni muchísimo menos, sino europea. Es a quien están introduciendo en toda esa red de alianzas europeos que están tejiendo para presentarla.

Cambiando de tema: la abstención en enero de 2021...

... Sí, la votación sobre los fondos europeos. Es la extinción del Vox primigenio.

Una abstención que salva a Sánchez tras una decisión, cuenta, unilateral del portavoz del grupo, Iván Espinosa de los Monteros. Fecha ahí el comienzo su caída en desgracia.

Ahí empieza una operación fundamental que se había puesto en marcha, y yo sin saberlo, por parte del ala ultra para el clan Intereconomía tomase por completo el control del partido y eliminase lo que pudiese ser un obstáculo para la deriva ideológica y empresarial de Vox. Ten por seguro que éramos obstáculos para esa deriva Iván Espinosa, Víctor Sánchez del Real, Rubén Manso, Onofre Miralles, Cristina Esteban, el doctor Steegman, yo misma, y otros tantos otros que han desaparecido del proyecto sin renunciar a nuestros principios.

"Jorge Buxadé es un pararrayos, un hombre de paja"

Era necesario quebrar el binomio inquebrantable que Iván y yo hemos representado en el Congreso, prácticamente desde el primer día de nuestra entrada, en abril de 2019. Porque formábamos un tándem perfecto, dicho por propios y extraños: él ponía la semilla política y yo la semilla jurídica. Era necesario romper ese binomio para que el ala ultra asaltara al Congreso, lo que ellos denominan el buque insignia del partido. 

¿Y quién instigó?

Estuvo pergeñada por Kiko Méndez-Monasterio, aprovechando ese episodio de la votación de los fondos europeos, cuya abstención no se entendió ni dentro ni fuera del partido y que determinó que hubiera un conato de rebelión interna protagonizado por el que entonces era vicepresidente, Víctor González Coello de Portugal; y que hizo que, por primera vez, la lealtad absoluta hacia Iván se deshiciese como un azucarillo. Lo que me trasladaron Santiago Abascal y Kiko Méndez-Monasterio en el interrogatorio que me hicieron, al igual que a otras personas del grupo parlamentario como a Rosa Cuervas; fue que mi lealtad hacia Santiago era incompatible con mi fidelidad hacia Iván. Y que tenía que escoger. Por supuesto, y esto quien tenga valores militares no hace falta que le de mayor explicación, escogí a Santiago. Abiertamente me dijeron: "Iván nos ha traicionado".

Entonces la relación entre Abascal y Espinosa de los Monteros llevaba dos años y medio rota antes de dimitir. ¿Por qué decidió la abstención?

Eso son cosas que yo no te puedo contar. Lo que a mí me trasladó Kiko Méndez-Monasterio por boca de Abascal es que nos había vendido. Y que nos había vendido por intervención de la CEOE. Te pido por favor, que quede muy claro, en ningún momento me enseñaron si tenían alguna prueba. ¿Por qué les creí? Porque era Santiago Abascal. Me señañaron a Iván como enemigo del proyecto. Es una bola que me costó digerir, y es algo de lo que Iván no tuvo constancia porque me pidieron que guardara absoluto silencio. Que Santiago iba a tomar cartas en el asunto. Luego, con el tiempo, me dijeron que todo estaba arreglado. 

¿Y cómo influye la entrada de Ignacio de Hoces, en junio de 2021, como "comisario político", como lo llama en el libro?

En el ínterin entre enemistar a Olona con Iván y sacarme a mí del Congreso, en junio de 2021, introducen a un comisario político, Ignacio de Hoces, que fue los ojos y el brazo ejecutor del clan Intereconomía.

¿Y no de Jorge Buxadé?

No, Buxadé es un pararrayos, un hombre de paja. El análisis ha sido completamente desacertado. Desde aquí se lo quiero decir a Jorge —los dos somos compañeros, abogados del Estado—: él va a ser el siguiente peón que caiga cuando el clan Intereconomía tenga que usar el pararrayos para frenar el golpe.