La nota de suicidio que dejó Cristina antes de degollar en Vilamarxant a Eric, su bebé de un año

Éric cumplió hace unos días un año de vida y su madre, Cristina, sufría una profunda depresión derivada del parto del pequeño, un diagnóstico que se agravó durante los meses posteriores por el cuidado de su hijo.

Minutos antes de las diez de la mañana, Cristina decidió precipitarse al vacío desde la azotea de un edificio cercano a de su vivienda, en la calle Pobla de Vallbona. Tras lo ocurrido, la Guardia Civil se personó en el lugar y socorrió a la mujer. Éric no tuvo ninguna oportunidad de sobrevivir. El pequeño fue encontrado en el trastero del edificio en el que vivía la familia con una herida profunda en el cuello. Las razones de este parricidio las dejó escritas en una nota. 

Cristina, de 36 años y su marido, natural de Jaén, de 34 años y militar destinado a la base ‘General Almirante’ de Marines, a escasos kilómetros de la localidad donde vivían, Vilamarxant, un municipio de poco más de 11.000 habitantes en la comarca valenciana de Camp de Turia a la que se mudaron hace 6 años, en 2017. A pesar de no tener una relación directa con la familia, el pueblo ha quedado completamente conmocionado después de lo ocurrido.

El equipo de criminalística de la Guardia Civil acude al lugar de los hechos.

Según las primeras investigaciones de la Guardia Civil, Cristina dejó a su hijo mayor en el colegio y cuando se encontró a solas con el pequeño, decidió perpetrar el asesinato, no sin antes explicar en una nota las razones por las que acababa con su propia vida y con la de su pequeño.

La principal hipótesis con la que trabajan los agentes que dirigen el caso es que Cristina degolló con un cuchillo a su hijo, de tan solo un año, en la bañera del piso donde vivía la familia y después se autolesionó. La mujer subió con el pequeño hasta la azotea pero, antes de saltar, dejó a Éric en el trastero. Gracias a una escalera, saltó al edificio trasero, dejando restos de sangre que, más tarde, ayudó a los agentes a trazar sus pasos. Una vez en lo alto del edificio contiguo, desde una altura de 4 pisos, la mujer se precipitó al vacío. El impacto alertó a la Guardia Civil y a la Policía Local que acudieron a socorrerla.

Dos agentes de la Guardia Civil en una imagen de archivo. EFE

El rastro de sangre y la nota manuscrita explicando lo ocurrido ayudó a los agentes a conocer los hechos. Tal y como dicta el protocolo, los agentes comprobaron que la mujer no se encontraba en el programa de protección de víctimas de violencia machista ni había presentado ninguna denuncia a su pareja. Tras las comprobaciones previas y la notificación de lo ocurrido al marido de Cristina, este se personó en el lugar de lo ocurrido casi de manera inmediata, causándole un auténtico estado de shock, misma reacción que tuvo el primogénito de la pareja que no era capaz de entender lo ocurrido.

Los servicios de emergencias pudieron estabilizar a la mujer y la trasladaron, con politraumatismos severos, al Hospital La Fe de Valencia, donde, en estos momentos, permanece custodiada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y con pronóstico reservado.

Imagen de archivo de la Guardia Civil.

La localidad no se explica lo que ha ocurrido, su alcalde, Xavier Jorge ha explicado que «Se están investigando las circunstancias de la muerte del bebé, pero el aviso ha llegado cuando la madre se ha lanzado al vacío. A partir de ahí se ha descubierto lo demás». A raíz de lo ocurrido, el consistorio ha decretado un día de luto oficial y este martes se guardará un minuto de silencio en memoria de Éric.

El juzgado de Llíria, se ha hecho cargo de la investigación -estaba de guardia en el momento de lo ocurrido-. El tribunal autorizó el levantamiento del cadáver del pequeño y en las próximas horas se procederá a realizar la autopsia del pequeño en el Instituto de Medicina Legal de Valencia. El caso lo dirige la Policía Judicial de la Guardia Civil de Llíria con el apoyo de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Valencia. Tras el trabajo del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil de Valencia, no se descarta ninguna hipótesis aunque todo parece apuntar a que la causa del crimen fue el estado de salud mental de Cristina, de la que algunos de sus conocidos admiten que pasaba por “un mal momento anímico”.