Bea "siempre dijo que Ángel la mataría"... y lo hizo en Baiona tras dejarle a sus hijos en casa

Había perdido la custodia temporal de sus dos hijos recientemente, pero los procedimientos judiciales en los que estaba inmerso no le impidieron poder disfrutar de ellos durante la tarde del domingo. Beatriz, su expareja y madre de los dos pequeños que ambos tenían en común, le dio permiso para pasar el día junto a ellos paseando por la ciudad. Y aunque la tarde avanzó con aparente normalidad, lo que nadie en Baiona llegó a imaginar fue que Ángel acabaría con la vida de Bea ese mismo día.

Todo ocurrió a primera hora de la noche, sobre las 21:30 horas. Una fuerte discusión entre ambos en el momento de la entrega de los niños fue lo que motivó a Ángel, el presunto agresor, a coger un arma punzante — algo parecido a un machete — y golpear a su expareja en la parte trasera del cráneo. Todo ello ante la atenta mirada de sus dos hijos, de tan solo 6 y 9 años, que se encontraban en ese momento junto a los dos progenitores.

En el barrio de Percibilleira, en Baiona, aún tratan de asimilar lo ocurrido. Para los vecinos, Beatriz era una persona "muy buena" y muy querida por todos. Y aunque muchos no conocían al presunto agresor, las propias amigas de la víctima han asegurado que se trataba de un hombre violento y agresivo, caracterizado por las prohibiciones que siempre le había impuesto. "Yo creo que él no estaba muy bien porque ella siempre dijo que la iba a matar y mira, al final la mató”, explicaban a los periodistas.

En el centro, la víctima, Bea. A los lados, dos de sus amigas.

De hecho, Beatriz ya había manifestado en anteriores ocasiones sentir miedo del que era su expareja, sobre el que llegó incluso a decir que "estaba loco" y que "le iba a hacer algo". "Y mira, lo planeó y al final lo hizo. Horrible, horrible", comentaban. A Ángel le definen, además, como una persona "conflictiva" que no permitía que los niños fueran a ciertas actividades, llegando incluso a prohibir en ocasiones a la víctima tomar decisiones por sí misma. "Le prohibía tomar decisiones sola sobre los hijos y nunca le quería firmar nada, con el tema siempre fue muy receloso”, aseguraban.

Según ha podido saber EL ESPAÑOL a través de algunos vecinos de Baiona, la misma tarde del domingo Ángel dejó verse junto a sus hijos en el Parque Da Palma. Y aunque la escena parecía una más de las habituales en el recinto, lo cierto es que los pequeños solían ser reticentes a irse con su padre. "Los niños siempre solían llorar al irse con él", aseguran el pueblo. 

[Bea, la aficionada del Celta asesinada a machetazos por su expareja: llevaban cinco años separados]

En Sabarís, donde residía, todo el mundo le conoce como 'Lito', aunque su nombre completo es Ángel Rodríguez Da Costa. En las últimas horas, su rostro y su nombre han saltado a las portadas de los medios de comunicación tras haberse convertido en el asesino de una nueva víctima por violencia de género en España tras la conformación del caso por parte del Ministerio de Igualdad como un crimen machista.

El cuerpo sin vida de Beatriz fue hallado por una tía suya en la misma puerta de la vivienda donde residía junto a sus dos hijos. De hecho, fueron los pequeños quienes relataron a la misma mujer que su padre había agredido con un machete a su madre delante de ellos. A la llegada de la Guardia Civil y los servicios de emergencia al domicilio, el cuerpo de Bea yacía en el suelo, sin vida y con un fuerte golpe en el cráneo y otros signos de violencia. 

Una vez cometida la agresión, Angel abandonó el domicilio junto a los menores, se subió en su coche y condujo hasta la vivienda donde residen sus padres, a quienes dejó a los hijos. Posteriormente, continuó con su huida durante horas, aunque permitiéndose un tiempo para alertar a su hermana sobre su deseo de quitarse la vida tras el acto que había cometido. Pero a pesar de sus impulsos, algo hizo 'click' en la cabeza de Ángel, que decidió poner rumbo a la Comisaría de la Policía Nacional de Ourense y confesar el crimen a primera hora de la mañana del lunes. 

Fotografía de Beatriz, la mujer asesinada en Baiona.

Una declaración que no sorprendió a los agentes, quienes reconocieron el vehículo del presunto agresor al momento. Haber dejado a los niños de forma precipitada con sus padres, mostrar restos de sangre en su ropa y la relación que mantenía con su expareja hizo que las autoridades situaran su nombre y su fotografía en el punto de mira de la investigación.

Según apuntan las primeras informaciones, Beatriz no había interpuesto denuncias previas por malos tratos. De hecho, nunca constó ningún tipo de lesión ni indicio que llevara a pensar que la relación entre ambos podría acabar en tragedia. La pareja se conoció hace años en un restaurante situado en la Playa América, en Nigrán. Y aunque nunca llegaron a casarse, sí oficializaron su noviazgo convirtiéndose en pareja de hecho.

En el año 2017, ambos decidieron separarse y dar por terminada su relación amorosa. A partir de ese momento, fue Beatriz quien se quedó con la custodia de los dos pequeños, junto a los que residía en una moderna vivienda ubicada en el barrio de Percibilleira. Y a pesar de que era ella quien contaba con la tutela de los menores, según afirma el entorno más cercano a la víctima, Beatriz permitía a Ángel pasar algunos fines de semana y temporadas estivales junto a sus hijos.

Profesor de instituto

Químico de profesión, Ángel Rodríguez Da Costa ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional a la enseñanza. A pesar de durante años fue empleado en el sector privado, en los últimos tiempos ha trabajado como profesor en varios centros educativos como es el caso del IES Pedro Floriani de Redondela, donde en la actualidad imparte clases de Matemáticas y Física y Química. 

Desde el centro, han mostrado su rechazo al suceso asegurando poner a disposición de los alumnos que lo necesiten al conjunto del profesorado y la dirección del centro. "Repudiamos y deploramos este y cualquier otro acto de violencia que se produzca en nuestra sociedad. Estamos para educar en la justicia social, la paz, la igualdad y los valores y nunca toleraremos actos violentos", publicaban.

Bea, la víctima de Baiona, durante un partido del Celta de Vigo en el Santiago Bernabéu.

Beatriz Lijó Gesteira, más conocida en su entorno como Bea, tenía 47 años y toda una vida por delante. En sus redes sociales mostraba sus aficiones, entre ellas el fútbol. Fanática del Celta de Vigo llegó incluso a viajar hasta la capital para disfrutar de un encuentro entre el conjunto gallego y el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Estudió Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, aunque los derroteros de la vida le llevaron a trabajar como funcionaria del Ministerio de Hacienda. 

El crimen ya contabiliza por el Ministerio de Igualdad como un nuevo caso de violencia machista en España. Con el asesinato de Beatriz, ya son ocho las mujeres que han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas en nuestro país. Desde que se recogen datos en el año 2003, el número asciende a 1.190. 

La anterior fue notificada hace tan solo tres días, cuando se confirmó el caso de una mujer de 64 años asesinada presuntamente por su pareja el pasado 31 de enero en Cádiz. La víctima tenía un hijo mayor fruto de otra relación y tampoco existían denuncias previas.